Ť Representó el titular de la SG al Presidente en la ceremonia de Dolores Hidalgo
¡Viva la paz mundial!, gritó Creel en Guanajuato
Ť Asegura que se mantendrá la tradición en materia de relaciones exteriores
ALONSO URRUTIA ENVIADO
Dolores Hidalgo, Gto. 15 de septiembre. Con el encargo del presidente Vicente Fox de representarlo, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, inauguró en Guanajuato la nueva fase de los gritos independentistas con llamados a la democracia y a la paz mundial.
"Era necesario aludir a la paz", comentaría luego. Y aunque su presencia en la entidad se asemejó, a ratos, a una gira de campaña, fue inevitable hablar sobre el entorno bélico mundial.
-¿El gobierno mexicano, y concretamente Gobernación, está en la misma perspectiva que el canciller, en el sentido de que no se le deben regatear apoyos al gobierno de Estados Unidos?
-En el gobierno somos una sola voz y el que da las instrucciones es el Presidente de la República. Estamos solidarios con el gobierno estadunidense y, por supuesto, vamos a atender las circunstancias que se presenten en el futuro. Esperemos que ellos tomen sus propias decisiones y nosotros actuaremos con corresponsabilidad.
-¿Se mantendrá el principio de no intervención?
-Se mantendrá la instrucción que el Presidente fije. Vamos a actuar pensando en México, en su soberanía, en el estado de derecho y en nuestra tradición en materia de relaciones internacionales.
Rememorando tiempos de campaña
Más allá de encabezar las festividades patrias, Creel tuvo una agenda apretada en la entidad, donde se reunió con la clase política local, la de la tierra del Presidente, pero también la de su subalterno, Ramón Martín Huerta -subsecretario de Gobierno-, que estuvo afanoso en contactarlo con sus paisanos.
Y aunque los sucesivos actos se realizaron bajo la neutralidad que corresponde a las festividades patrias, fueron inevitables los detalles que rememoraban los tiempos de su campaña en la capital:
Saludos efusivos a los charros de Dolores Hidalgo; la presentación ante la clase política local y hasta su breve paseo a caballo por el centro del pueblo, al estilo foxista, aunque con el sello del secretario: de traje gris oxford y con corbata.
A unas horas fijada para dar el grito, Creel, acompañado del gobernador del estado, Juan Carlos Romero Hicks, aceptaban la invitación de los charros de Dolores.
Minutos antes, a pleno sol, tras el abanderamiento de escolares, al pie de la enorme bandera que hay en Dolores Hidalgo, Creel se dejaba querer por los paisanos del Presidente.
?Póngase el sombrero, secretario, para que no se queme y pueda llegar a la Presidencia, le ofrece alguien con evidentes y muy prematuros aires de futurismo político.
La sonrisa del secretario precedió al ritual de colocarse el sombrero por aquello de las dudas.
Ahí mismo, en una de las tantas entrevistas dio pormenores sobre las acciones precautorias del país frente al conflicto bélico:
"Hemos redoblado esfuerzos en materia migratoria, en las distintas estaciones y puntos de control migratorio, hemos desplazado gente; están también haciendose trabajos de inteligencia que todo esto conlleva a asegurar que en la frontera estén dándose las cosas de manera regular."
El último informe recibido, añade, es que estamos en plena tranquilidad, para gritar "¡viva la Independencia y viva la democracia!"
Tras el banquete privado que ofrece el gobierno del estado y el cabildo de Dolores a los funcionarios federales, Creel se dirigió a cumplir la tradición.
Llegó a la antigua casa del cura Hidalgo, donde Agapita Gutiérrez, encargada del lugar, le entregó la bandera en custodia.
De ahí, a cumplir la esencia del ritual, el grito al pie de la Parroquia de Nuestra Señora de Dolores.
Las expectativas sobre el contenido de las arengas bajo el nuevo gobierno apenas tienen como respuestas dos innovaciones: "¡viva a la democracia"; y una, se diría que coyuntural, "¡viva la paz en México y el mundo!"
El resto lo estrictamente tradicional. Ni un héroe más, pero tampoco menos.
El punto final de lo estipulado en el programa, ya con una población más interesada en el jolgorio que sigue al protocolo para evocar la gesta independentista, Creel se dirigió a la que entonces era la cárcel, donde liberó los presos el Cura Hidalgo.
Y así, el colofón fue "el noble acto" -según el presentador- de la liberación a quienes incurrieron en las últimas horas en faltas administrativas.