LUNES Ť 17 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
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Ť La justicia no se restablece con la venganza: cardenal

Diplomáticos de EU asisten a misa católica en La Habana

Ť Condolencias por las víctimas en NY y Washington

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 16 de septiembre. Por primera vez en cuatro décadas de conflicto entre Cuba y Estados Unidos, diplomáticos estadunidenses acreditados aquí participaron activamente hoy en un oficio religioso público, una misa católica oficiada por el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, en memoria de las víctimas de los ataques en Washington y Nueva York.

"La injusticia siempre indigna, pero la justicia no se restablece con el odio o la venganza, so pena de entrar en una incontrolada espiral de violencia", dijo Ortega en su homilía, que fue escuchada por decenas de diplomáticos occidentales radicados en esta capital, además de la habitual feligresía que asiste a la misa dominical.

Lou Nigro, encargado de negocios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, leyó durante la celebración un pasaje bíblico. El funcionario está al frente de la representación estadunidense en La Habana, en ausencia de la jefa de la oficina, Vicki J. Huddleston.

Jeffrey de Laurentis, consejero político, y Silma Dimmel, también funcionaria de la misión estadunidense, realizaron el ritual de llevar las ofrendas hacia el altar. Nigro y De Laurentis tomaron la comunión, junto con decenas de creyentes, cubanos y extranjeros.

cuba_massCuba y Estados Unidos rompieron relaciones en los años sesenta y una década más tarde decidieron abrir, tanto en Washington como en La Habana, sendas secciones de intereses, oficinas de representación de rango inferior al de embajada y que formalmente son ahora dependencias de las respectivas misiones diplomáticas de Suiza en ambas capitales.

Antes del oficio, y por el micrófono, el cardenal Ortega presentó a los diplomáticos estadunidenses sus condolencias por las muertes ocurridas en los ataques del martes pasado. A la celebración no asistió ningún representante oficial cubano ni miembros de la embajada mexicana.

Los diplomáticos estadunidenses ocuparon las primeras filas de bancas, mientras que embajadores y funcionarios europeos y latinoamericanos casi llenaron un ala de asientos de la catedral. El insólito movimiento de autos, choferes y reporteros en torno a la habitual misa de los domingos, suscitó gran curiosidad entre turistas y feligreses.

Ortega leyó pasajes bíblicos sobre la blasfemia y la idolatría, pero subrayó que no estaba aludiendo al islam. "La línea divisoria del bien y del mal no pasa entre una y otra religión, pues no es violenta la actitud de todos los musulmanes ni mucho menos, ni es consecuente la vida y la actuación de muchos cristianos", señaló el cardenal, quien abogó por evitar "actitudes o acciones que pongan en peligro la pacífica convivencia de todos los seres humanos".


Bolivia y Venezuela, contra un cheque en blanco

Los gobiernos latinoamericanos, que han multiplicado sus expresiones de condena a los atentados del martes y algunos de los cuales han llegado a ofrecer su apoyo militar, como Argentina y Paraguay, analizarán hasta dónde se involucrarán en una guerra junto a Estados Unidos, la víspera de una reunión del Consejo Permanente de la OEA en Washington y de una cumbre centroamericana en Tegucigalpa, ambas el próximo miércoles.

El canciller boliviano, Gustavo Fernández, informó la noche del sábado que los gobiernos latinoamericanos preparan un pronunciamiento regional, pero aclaró que no será una carta blanca de apoyo a acciones militares estadunidenses.

A su vez, el ministro venezolano de Defensa, José Vicente Rangel, afirmó que su país es aliado de Washington en la lucha antiterrorista, pero que no extenderá un cheque en blanco en caso de campañas de represalia.

Colombia, por su lado, se dijo dispuesta a votar, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, una resolución a favor del uso de la fuerza contra Afganistán. Ese país, junto con Perú, Chile y Guatemala, han dado un decidido apoyo a eventuales acciones de represalia, mientras que Uruguya y Costa Rica han advertido sobre los riesgos de una escalada bélica.

Por otro lado, en San Salvador, un grupo de encapuchados quemó banderas de Estados Unidos e Israel en una plaza céntrica, poco después que la condena que hizo ahí el presidente Francisco Flores a los atentados terroristas.

(AFP)