SABADO Ť 15 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť El historiador escribió un volumen complementario al de la crítica Marta Traba

Rubiano: imposible, caracterizar el arte latinoamericano de 1981 a 2000

Ť ''Caleidoscopio de obras buenas entreveradas con otras no tan buenas y muchas mediocres''

Ť En la actualidad se experimenta el ''declive de lo nuevo'', señala el especialista

MONICA MATEOS-VEGA

FLORCon el interés de complementar el trabajo que Marta Traba realizó para conformar su libro Arte de América Latina 1900-1980, el historiador colombiano Germán Rubiano Caballero presenta Arte de América Latina 1981-2000, volumen editado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el que ofrece ''una visión panorámica de las artes en América Latina durante las dos últimas décadas del siglo XX, indicando las principales exposiciones, tendencias, influencias, manifestaciones visuales, artistas y teóricos de importancia surgidos o afianzados durante dicho periodo".

Coexistencia de tendencias

El autor señala que ''una mirada al arte en el mundo y en América Latina durante los dos últimos decenios del siglo XX revela una impresionante diversidad comparada con las ocho décadas anteriores. Hay pintura y escultura figurativas -con denominaciones como neoexpresionismo, transvanguardia, bad painting, neo-geo, neoconceptualismo, apropiaciones; o teniendo en cuenta los procedimientos, muchísimas instalaciones, cantidades de fotografías y numerosos videos.

'MONA'Es decir, hay pluralismo, coexistencia de tendencias y actitudes perfectamente contrapuestas. Al término de un recorrido de horas por esas exposiciones queda siempre la sensación de haber visto un caleidoscopio
de obras importantes, entreveradas con otras no tan buenas y muchas realmente mediocres; de trabajos novedosos y originales acompañados de cientos que nosólo son derivativos; de realizaciones evidentemente artísticas mezcladas con verdaderos 'objetos de ansiedad' (...) se podría decir que actualmente se experimenta 'el declive de lo nuevo', de acuerdo con el crítico Irwing Howe, o la pérdida del entusiasmo por 'el valor de lo nuevo', según el crítico Simón Marchán Fiz, o de manera más dramática, una falta de objetivos reales y de ideales estables junto a la más
grosera comercialización, como señala Suzi Gablik."

Bajo estos lineamientos, Rubiano Caballero ubica la obra de artistas como María Fernanda Cardoso, Arnaldo Roche Rabell, Francisco Bugallo, Flor Garduño. Guillermo Kuitca, Nahum B. Zenil, Luis Cruz Azaceta, Julio Larraz, José Bedia y Ana Eckell, entre otros que, según el crítico, dan evidencia de que ''resulta
imposible acuñar una definición para caracterizar el arte de América Latina durante las últimas dos décadas del siglo."