Ť Participan decenas de organizaciones civiles, gremiales, políticas y estudiantiles
Marchan 14 mil personas contra reforma fiscal
Ť Cuando la cabeza de la columna llegó a San Lázaro,
la cola aún recorría calles del Centro
Histórico Ť Sindicatos presentan ante diputados
propuesta alterna para evitar gravamen
ELIZABETH VELASCO
Miles de trabajadores y jubilados, integrantes de organizaciones civiles, populares e indígenas, así como de partidos políticos, instituciones de educación superior y grupos estudiantiles, tomaron las calles del Centro Histórico para expresar su repudio a la reforma fiscal y la política económica del gobierno de Vicente Fox.
La gigantesca columna, integrada por más de 14 mil personas, según reportes de elementos de seguridad pública, acompañó el recorrido con pancartas y consignas desde las 16:20 horas, cuando partieron del Zócalo capitalino para, casi dos horas más tarde y pese a la lluvia, arribar al Palacio Legislativo de San Lázaro.
Una gran manta roja, que con letras negras expresaba rotundo no ''a la reforma fiscal, a las privatizaciones y al neoliberalismo", abrió la descubierta. La encabezaban obreros despedidos de Dina y líderes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el Frente Sindical Mexicano (FSM), la Federación de Sindicatos de Empresas de Bienes y Servicios (Fesebes), el Frente Auténtico del Trabajo (FAT) y la Alianza de Tranviarios de México (ATM). En el trayecto se uniría el líder del PRD en el Distrito Federal, Carlos Imaz, y posteriormente Amalía García, líder nacional de ese partido.
Con los brazos entrelazados marchaban Agustín Rodríguez (FAT), Rosendo Flores (SME), Carlos Imaz, Benito Bahena (ATM), Joel López Mayrén (COR y CT) y otros que se sumaban a las consignas y silbidos de rechazo en contra del IVA a los alimentos y medicamentos: "¡el pueblo quiere paz, pero el IVA es violencia!"
Apenas llegaban frente a la sede de la Cámara de Diputados, cuando los reportes indicaban que la columna aún se desplazaba por las calles de San Pablo en La Merced. Para entonces caía llovizna y se seguían sumando los contingentes.
Ahí estaban, con los brazos en alto, obreros de ATM, SME ?procedentes de todas las secciones?, UNT, ATM, ASSA, COR, FAT, IMP, SUTIN, STUNAM, SITUAM, CGH, CUT, CNT, FPFV, CNOP, ANSIDE, Bancomext, STRM, Fesebes, PRD-DF, FNRCPE, Prepa Popular de Tacuba y otros que clamaban: "¡No pasará, no pasará!" la reforma fiscal de Fox.
Incluso organizaciones de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) del PRI y del Congreso del Trabajo se sumaron a la multitudinaria marcha para gritar el clásico "¡ya basta; que se grave más a los que más tienen!" Al calor de las consignas se prendió fuego a un enorme monigote con el rostro de Fox, cuyas cenizas volaron hasta el templete donde se treparon los líderes obreros, justo enfrente de la Cámara de Diputados, y desde donde emitieron encendidos discursos con la advertencia de que "si no se corrige la política económica, los trabajadores estaremos obligados a desarrollar acciones más enérgicas".
Ahí, dirigentes e integrantes de la UNT, del FSM, de la Fesebes, STUNAM, CGH y de otras organizaciones entregaron a legisladores de las fracciones del PAN, PRD y PRI -luego de discursos en contra la reforma hacendaria oficial- una propuesta alterna que sugiere "ampliar la base del gravamen sobre las personas físicas y morales que perciben muy grandes ingresos y evaden impuestos; gravar al capital especulativo; no al IVA generalizado mientras no se superen las profundas desigualdades del ingreso; promover una reforma fiscal que asegure el desarrollo de las empresas de energía; aplicar un consumo de lujo, así como un impuesto sobre la renta progresivo para los de más altos ingresos".
Una vez que salió la comisión encargada de dialogar con los legisladores, Benito Bahena, de la Fesebes y ATM, y Joel López Mayrén, de la Confederación Obrero Revolucionaria (COR) y miembro del CT, informaron que los legisladores de los tres partidos "prometieron que no aprobarían una reforma fiscal regresiva".
"Nos aseguraron -dijo López Mayrén- que también estaban preocupados por el futuro de la educación, pivote del desarrollo nacional, si se gravan con IVA los libros. Dijeron también que tampoco están de acuerdo con gravar las prestaciones sociales ni los alimentos ni medicinas".
Según la versión de Bahena y López Mayrén, los legisladores prometieron platicar con el sector obrero del país para reflexionar en torno a las propuestas que hacían, además de que no se prestarían a hacer una reforma que contribuya a un mayor empobrecimiento de la población.
Mencionaron que Martí Batres, del PRD, había señalado que era una "injusticia" el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que grava con ISR las prestaciones del IMSS y del Infonavit.
Amalia García estaba rodeada por la prensa. La lideresa nacional del PRD confirmaba incluso que la próxima semana esa partido presentaría una reforma fiscal diferente que no grava con el IVA ni alimentos ni medicinas.
Y coincidía con las organizaciones obreras en que "ya es tiempo de que haya una decisión urgente del gobierno para que se reactive la economía".
Apoyó también el programa de reactivación económica de emergencia planteado por los sindicatos, además de señalar que el PRD ha hecho lo propio. Ambos, dijo, convergen en que se ponga en el centro de la atención la generación de empleos y la canalización de recursos a programas que beneficien a los mexicanos más pobres.
El IVA atenta contra la vida
Antes, Rosendo Flores, líder del SME, criticó al nuevo gobierno que generó expectativas de cambio pero sólo mostró "cambio de maquillaje". Recriminó los calificativos de "timoratos y apanicados" usados por el jefe del Ejecutivo contra quienes no coinciden con las políticas oficiales, y señaló que vivimos una "nueva etapa de actos autoritarios".
Cuando tocó el turno a Agustín Rodríguez subían a la tarima también los cegehacheros Guadalupe Carrasco, La Pita, y Rodolfo Hernández. Entre la multitud, debajo de la tarima, El Mosh se encontraba ondeando la bandera nacional, y se veía a Leticia Contreras, La Jager, y Alberto Pacheco, El Diablo, mientras Ana Colchero hacía presencia para beneplácito de los trabajadores.