VIERNES Ť 14 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Washington no ha hecho ninguna petición específica: vocero de Musharraf
Pakistán se declara listo para cooperar con Estados Unidos
AP, AFP, DPA Y REUTERS
Islamabad, 13 de septiembre. Pakistán se declaró hoy listo para cooperar con Estados Unidos en el combate contra el terrorismo, pero dijo no haber recibido hasta el momento "ninguna petición específica" de ese país, ni en lo concerniente a la extradición Osama Bin Laden ni sobre la utilización de su territorio para bombardear Afganistán.
En Kabul, el régimen talibán reafirmó que sigue considerando como su "huésped" al multimillonario saudita Bin Laden, el principal sospechoso de los atentados del martes en Nueva York y Washington, y dijo que éste le aseguró que no tuvo nada que ver en los hechos y que, por tanto, son falsas las versiones de que él o sus aliados hayan sido puestos bajo arresto domiciliario.
"Deseo asegurar al presidente (George W.) Bush y al gobierno de Estados Unidos nuestra cooperación irrestricta en la lucha contra el terrorismo", declaró el gobernante militar paquistaní, Pervez Musharraf, en un comunicado emitido tras sostener esta noche una reunión con sus generales.
Musharraf, quien agregó que "el mundo debe unirse para luchar contra el terrorismo", también se reunió este jueves con la nueva embajadora estadunidense en su país, Wendy Chamberlain. Tras la reunión, de unos 40 minutos, la diplomática dijo que "hubo consenso" y el mandatario le prometió "su total apoyo".
El vocero de Musharraf, general Rashid Qureshi, señaló que Washington no ha hecho a Islamabad ninguna petición específica, por lo que, dijo, no se pueden sacar conclusiones de que Estados Unidos utilizará el territorio paquistaní para bombardear Afganistán.
No obstante, subrayó que Pakistán siempre ha considerado que la mejor forma de tratar con los talibán es el diálogo, y apuntó que "acorralarlos no serviría de nada".
Aunque no se sabe qué tipo de cooperación está ofreciendo Musharraf en los contactos de su gobierno con representantes de Estados Unidos, se supo que Pakistán envió una delegación militar a la provincia sureña afgana de Kandahar, donde se encuentra la sede del poder talibán.
Un portavoz de la cancillería paquistaní confirmó que Musharraf analizó el miércoles con el secretario de Estado de EU, Colin Powell, los ataques terroristas del 11 de septiembre, y se comprometió a apoyar los esfuerzos estadunidenses en relación con los responsables.
El embajador afgano del movimiento talibán en Pakistán, Abdul Salam Zaeef, dijo que Osama Bin Laden no está vinculado con los ataques en Estados Unidos. "Le preguntamos a él, y nos dijo que no tuvo nada que ver en esa acción". Pero, acotó, si Estados Unidos tiene alguna evidencia sobre su presunta participación, debería suministrarla al gobierno talibán.
En Kabúl, el líder supremo talibán, el mullah Mohammad Omar, negó también que Bin Laden tenga alguna responsabilidad en los atentados, y afirmó que él no tenía pilotos bajo sus órdenes o que se supiera que hayan sido entrenados, por lo que dejó en claro que no tenían intenciones de someterse a presiones para extraditarlo.
"Acusar a Osama a tontas y locas es un intento de las agencias de inteligencia (occidentales) para escapar a sus propios fracasos", aseveró Omar. Y en términos similares se manifestó el ministro afgano del Exterior, Wakil Ahmed Mutawael, al calificar las acusaciones de carentes de verosimilitud, pues dijo que las agencias buscan protegerse ante los estadunidenses y su Congreso.
En relación con las versiones de que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) interceptó comunicaciones telefónicas que implicaban a Bin Laden en los ataques, y de que también los servicios de inteligencia de Alemania, Gran Bretaña, Francia e Isarel lo vinculaban, respondió: "si fueron capaces de detectar una conversación telefónica, por qué no fueron capaces de detectar un gran ataque".
Reportes de prensa afirman que en Kabul hay dudas de que el "huésped" esté involucrado, y aunque existe el temor de posibles represalias militares de Estados Unidos, en un marco en el que se supo que algunos residentes comenzaron a cavar trincheras y muchos árabes residentes optaron por abandonar la capital del país.
Todas las organizaciones humanitarias también seguían cerrando sus oficinas y evacuando el país. Además, tres diplomáticos de Alemania, Australia y Estados Unidos que se hallaban en Afganistán para interceder por ocho activistas de la organización no gubernamental Shelter Now, detenidos por el régimen islámico talibán, abandonaron igualmente Kabul con rumbo a Pakistán, sin lograr liberarlos.