Ť Identifica la FBI a 18 hombres involucrados en el secuestro de los cuatro aviones
Promete George W. Bush una victoria en la "primera guerra del siglo XXI"
Ť El multimillonario Osama Bin Laden es el principal sospechoso
de atentados, afirma Powell
Ť Aviones militares volaron en patrullas protectoras
sobre 26 ciudades del país, dice el Pentágono
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington-Nueva York, 13 de septiembre. Estados
Unidos ganará "la primera guerra del siglo 21" declarada contra
America con el ataque que probablemente mató a miles de personas
en Nueva York y Washington, advirtió hoy el presidente George W.
Bush.
Mientras ascendía el número de muertos,
el secretario de Estado Colin Powell, dijo que el "principal sospechoso"
de los atentados es el millonario fugitivo de Arabia Saudita Osama Bin
Laden.
Las dimensiones del ataque del martes fueron ampliadas de forma dramática hoy cuando el procurador general, John Ashcroft, reveló que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) había identificado a los 18 hombres involucrados en el se-cuestro de cuatro aviones, y que funcionarios del Departamento de Justicia informaron que cuatro células de atacantes con un total de 50 personas participaron en la toma de los aviones.
Cómo fue posible que un grupo de gente tan grande haya logrado elaborar este operativo a lo largo de meses sin ser detectado será el tema de más investigación, agregó.
Pero algunos funcionarios federales comentaron a la televisora ABC que podrían haber existido planes para realizar más ataques y la FBI estaba revisando los nombres de aquel que estuviera programado para abordar un avión el martes en este país.
Sicosis terrorista
El nerviosismo de los funcionarios se evidenció este jueves cuando varios aeropuertos, entre ellos el de Orlando, en Florida, fueron evacuados a consecuencia de sendas amenazas de bomba.
Otra amenaza de bomba también obligó la evacuación de las dos cámaras del Congreso en el Capitolio, donde estaba reunida la legislatura, aunque a todos se les permitió regresar al lugar después de una hora.
Igualmente, las labores de rescate en el Departamento
de Defensa fueron interrumpidas por amenazas de atentados.
Los tres aeropuertos de la región de la ciudad
de Nueva York también fueron cerrados hoy, después de abrir
esta mañana, y cuatro personas de Arabia Saudita fueron detenidas
al presentarse como pilotos e intentar abordar un vuelo de United Airlines
en el aeropuerto John F. Kennedy.
Aunque podría resultar que estos hombres, y otros más, como cinco con "apariencia de Medio Oriente" con equipaje identificado como de personal de aviación y que fueron detenidos en otro aeropuerto de Nueva York, sean en verdad quien dicen ser, las autoridades aeroportuarias no estaban co-mo para arriesgar nada con gente que cabía dentro del perfil de este nuevo "enemigo" de Estados Unidos.
Por otro lado, el Servicio Secreto decidió esta mañana ampliar el perímetro de seguridad alrededor de la Casa Blanca a unos cien metros, y mover al vicepresidente Dick Cheney a Campo David, en Maryland, con el propósito de asegurar que los dos máximos líderes políticos del país no estuvieran en el mismo lugar a la misma hora en caso de ataque.
El Servicio Secreto se negó a comentar si estas acciones fueron resultado de temores de la inminencia de nuevos ataques, pero legisladores reiteraron hoy que los oficiales de inteligencia están subrayando que los atentados no han concluido.
Como otra precaución, el Departamento de Defensa informó que se está convocando a varios miles de tropas de reserva para ayudar a reforzar la seguridad en varias ciudades y aeropuertos estadunidenses, en tanto que los vehículos militares continúan patrullando la capital.
El secretario de Defensa Donald Rumsfeld informó
esta noche que aviones militares habían volado en patrullas protectoras
sobre unas 26 ciudades estadunidenses.
Pero mientras este país intentaba enfrentar las
consecuencias de los ataques del pasado martes, el presidente republicano
y oficiales de seguridad nacional no dejaron duda que ya están diseñando
la nueva guerra estadunidense.
Bush habló por teléfono con varios líderes mundiales para obtener su compromiso de apoyo para el contrataque, todavía no definido, estadunidense.
"El enemigo es un enemigo diferente", explicó Bush, al jurar que responsabilizará de estas acciones a aquéllos "que los financian, que los albergan, que los fomentan".
Poco después, el subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, explicó a los medios que será una guerra de largo plazo.
"Una cosa clara es que esto no se hace sólo con un ataque militar, por dramático que sea", dijo. "Vamos a continuar detrás de esta gente, y la gente que los apoya, hasta que esto cese".
El secretario de Estado Colin Powell insistió en que después de ubicar y perseguir a los responsables de los ataques del martes y aquellos que los apoyaron, Estados Unidos procederá a realizar "un asalto global contra el terrorismo".
Ari Fleischer, vocero de la Casa Blanca, explicó a la prensa que el gobierno del presidente Bush está trabajando para conformar "una coalición internacional que se mantenga firme en su combate contra el terrorismo", pero declinó ofrecer detalles sobre el tipo de acciones militares que están bajo consideración.
Algunos funcionarios estadunidenses insistieron en que esta "guerra" no se limitará a las acciones militares, sino que también utilizará acciones económicas, políticas y diplomáticas contra los terroristas y quienes les ofrecen apoyo y refugio.
A todo esto, el esfuerzo por alimentar el apoyo doméstico para la guerra continuó aquí: el Congreso aprobó una resolución instando a los ciudadanos a mostrar la bandera nacional frente a sus hogares durante los próximos 30 días, y prometieron otra resolución para brindar apoyo incondicional a cualquier "uso de fuerza" que decida emplear el presidente Bush en este nuevo enfrentamiento.
Los comerciantes de banderas estadunidenses reportaron que la venta de esos símbolos a nivel nacional está a un rango de 10 veces lo normal.
El otro dato comercial notable es que en los últimos dos días los comerciantes de armas pequeñas reportan una importante alza en la venta de rifles de asalto, pistolas, escopetas y municiones.