BALANCE DE LA JORNADA
Ť Alejandro Burillo, detrás del triunfo de Torrado
Ť Ya no es noticia: otro arbitraje a favor del América
Ť El Tri ganó en tres caídas a los luchadores trinitarios
MARLENE SANTOS Y CARLOS HERNANDEZ
El caso Gerardo Torrado puso en entredicho a la directiva de Pumas y deja en una encrucijada a los federativos del balompié, que de nuevo se topan con el poder de Alejandro Burillo. Resulta que el empresario, asesor del titular de la FIFA, Joseph Blatter, es accionista del español Polideportivo Ejido, y sólo está cumpliendo su promesa de apoyar al aguerrido jugador en su afán de actuar en Europa y convertirse en comunitario.
Hace unas semanas Burillo anunció que movería sus contactos en Europa para ayudar a Torrado, pues era importante mantenerlo activo, ya que había encajado bien en el tricolor, donde el técnico, Javier Aguirre, no dudó en nombrarlo subcapitán a su regreso de la Copa América.
Además, resulta que los contratos de jugadores y clubes pueden ser una mina de oro para los abogados que, como en este asunto, hallaron cláusulas equivocadas y omisiones; descuidos explicables sólo por la tiranía en que se encuentran sometidos los jugadores, con la amenaza -cada vez más endeble- de ser desafiliados.
Torrado no es el único lío para Pumas. En los últimos días se sumó el problema sobre la carta de Leandro Augusto, ya que la federación brasileña rectificó y señaló que Leandro no es libre y su carta pertenece a Roberto Zermeño, del León.
En este contexto, el consejo directivo de Pumas libra una fuerte lucha entre los que rechazan el regreso de Hugo Sánchez, en gesto solidario con el dimitente Javier Jiménez Espriú, y otros menos quisquillosos que lo aceptarían por el boom publicitario que significaría. Y si como parece, se esfuman los dos millones de dólares por la soñada venta de Gerardo, quizá con ellos se desvanezca el pago para contratar al Pentapichichi.
Pero tampoco en la cancha los Pumas ven una buena. El colmo para los universitarios ha sido el atraco de ayer en el estadio de CU, donde Edgardo Codesal no mandó al árbitro que suele elogiar e impulsar a nivel internacional, Felipe Ramos. No, el ginecólogo uruguayo envió para el partido más importante de la jornada 8 a Paul Delgadillo y ahora será capaz de solicitar la comparecencia ante la Comisión Disciplinaria de los auriazules, por sus duras acusaciones.
El Pumas-América se realizó en un ambiente tenso, ante la violencia de las últimas campañas. Lo sucedido sirve para abonar más este terreno, ya que los fanáticos auriazules tendrán motivos valederos para expresar su inconformidad. Y el arbitraje, parece ya no ser casualidad, favoreció otra vez al cuadro americanista.
Destacó en la semana el tercer triunfo consecutivo del Tri en la era del Vasco Aguirre. No fue un marcador de escándalo, sino apenas 3-0 sobre unos trinitarios que tienen más futuro como luchadores rudos que como futbolistas.
A pesar de los 9 puntos sumados, el panorama sigue oscuro. Nadie en su sano juicio apostaría por una victoria del Tri en su visita a Costa Rica, cuando fueron los ya calificados ticos quienes vencieron a la selección en el estadio Azteca. No obstante, la victoria es obligada.
Las cuentas y especulaciones seguirán fluyendo de aquí al 7 de octubre, pero más valdría recrear la mente con el gol tejido por el gambetero Cabrito, y el taconcito que con su pierna operada le remitió Cuauhtémoc, al que sus compañeros llaman en tono alegre Cuasimodo.
Le han perdido respeto al campeón, media docena de goles le asestó Toluca al Santos, y eso que son parientes. Además, La Piedad, donde milita el tico Rolando Fonseca, ya ganó y cedió el sótano del porcentaje a Celaya.