TUMBANDO CAÑA
Ciertas cosas del Benny
Ť Ernesto Márquez
LA PRESENCIA EN bronce de Benny Moré en el Puerto de Veracruz no es más que, en opinión de muchos jarochos, la muestra de filialidad que existe entre estos dos pueblos a quienes, entre otras muchas razones, les une el gusto por el son.
QUIENES PARTICIPAMOS EN la realización del sexto Festival de Son Montuno, dedicado esta vez en honor del Bárbaro del ritmo, así lo percibimos. Durante los cuatro días que duró dicha fiesta no se habló más que de esa hermandad, del son y del arte de Benny Moré
La presencia de personalidades como los musicólogos cubanos Helio Orovio, José Reyes Fortún, Jesús Gómez Cairo; los investigadores Antonio Zedillo, Bernardo García y la participación de destacados soneros como Memo Salamanca, Tony Camargo, Miguel Sotarrivas, Luis Montané y Julio del Razo logró acercanos más a la compresión de este mito de la música cubana.
SE HABLO DE sus años mozos, de sus días como vendedor de frutas, de las serenatas en su natal Lajas, de las noches de hambre y frío, de los maltratos y vejámenes que tuvo que soportar durante los cuatro años de trovador errante por las calles de La Habana Vieja.
ASIMISMO, SE DOCUMENTO acerca de su estancia en México, desde su llegada en el Conjunto de Miguel Matamoros y su participación en las tantas orquestas mexicanas hasta su regreso a Cuba en donde aposentó la gloria ganada en tierra azteca.
Timbre cristalino
Y aun cuando no se precisó exactamente cuantas grabaciones alcanzó a realizar en vida se dijo que su obra constituye un legado documental extraordinario "para el estudio y el goce auditivo".
PARA TODOS LOS presentes resultó una verdadera conmoción enterarse de ciertos rasgos oscuros en su vida: el juego, el alcoholismo y una vida de desenfreno que le llevó al declive físico.
"QUIZA TODA ESTA verdad tenga su explicación en que asumía la vida con el prisma del bohemio", señaló Reyes Fortún. "Durante los cuatro años que anduvo como trovador por los bares de La Habana, entre humillaciones y maltratos por ser negro y pobre, adquirió un sentimiento de desarraigo y cierta ilusión de independencia de responsabilidades".
SIN EMBARGO, MUCHAS anécdotas coincidieron en que Benny era un hombre muy humano. "Cualquier persona necesitada de una ayuda económica se le podía acercar a pedirle auxilio", como bien citara Tony Camargo
LA DUDA DE si Moré contribuyó económicamente con la guerrilla de Castro no fue develada; la representación cubana sólo acertó a decir que él, al igual que muchos artistas de la época, apoyó con su arte las acciones de la revolución.
EN FIN QUE, para la mayoría de los presentes
en las charlas realizadas en la sala de usos múltiples del Instituto
Veracruzano de Cultura, le quedó más claro quien es el Benny
Moré, ése de Bonito y sabroso que hoy camina en el
callejón porteño de la lagunilla rumbo al Rincón de
La Trova.