LUNES Ť 10 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Crece la brecha entre los "hombres del presidente"

Poco queda de la Alianza que llevó a De la Rúa al poder en Argentina

STELLA CALLONI/II CORRESPONSAL

Buenos Aires 9 de septiembre. Desde octubre de 1999, cuando las urnas dieron el triunfo a la Alianza conformada por la Unión Cívica Radical (UCR) y el Frente País Solidario, la política argentina se ha modificado profundamente. De aquella Alianza casi nada queda, y el Frepaso se ha diluido, con la salida de muchos de sus integrantes hacia otras fuerzas, mientras también sigue la estampida de radicales hacia otros rumbos en rechazo al camino elegido por el presidente Fernando de La Rúa.

Lentamente, el grupo cercano al mandatario fue moviendo tableros para apartar del camino a los principales dirigentes frepasistas. El vicepresidente Carlos Chacho Alvarez renunció en octubre del año pasado, después de intentar inútilmente golpear los nichos de la corrupción que en el gobierno delaruista se expresó en las presuntas coimas (mordidas) pagadas a senadores propios y a ajenos, del opositor Partido Justicialista, para que votaran una impopular ley de Reforma laboral.

Después, comenzó el desplazamiento de los dirigentes radicales de las corrientes más progresistas que ocupaban puestos importantes. Aunque el presidente De la Rúa llamó recientemente a la unidad nacional ante el peso de la crisis, consideró sin embargo una "conspiración" el accionar del ex presidente y actual líder de la UCR, Raúl Alfonsín, en búsqueda de consenso para enfrentar la grave crisis.

Al llamar a Domingo Cavallo para el Ministerio de Economía, puesto que éste ya había ocupado durante la gestión del neoperonista Carlos Menem, De la Rúa definió su política y provocó el enfrentamiento con vastos sectores de su propio partido. Cabe recordar que cuando Alfonsín gobernó Argentina (1983-1989), los medios locales denunciaron las acciones del actual ministro de Economía, que aconsejaba a sus amigos estadunidenses frenar toda ayuda para ese gobierno.

Ahora, su presencia en este gobierno, donde ya ubicó a varios de sus allegados en puestos claves, sonó como una afrenta, ya que la UCR y la propia Alianza tenían en Cavallo a un "enemigo eterno". La brecha entre los hombres del presidente, considerados la derecha radical, y una buena parte de la UCR, se fue agrandando, especialmente luego que el gobierno denunció recientemente una "conspiración" de sectores alfonsinistas y peronistas allegados al ex gobernador peronista Eduardo Duhalde, para establecer un "gobierno paralelo".