LUNES Ť 10 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Al reducir ganancias por la entrada de dulce de EU, elevaban el precio del azúcar

Los dueños de ingenios nunca perdieron: investigador

Ť México debe demandar un mayor acceso al mercado estadunidense, dice García Chávez

MATILDE PEREZ U.

Los propietarios de los ingenios le dieron vuelta al negocio. Para compensar la pérdida de competitividad en costos frente a otros edulcorantes, mantuvieron al alza los precios al menudeo del azúcar, a través de sus comercializadoras; perdían en el ingenio, pero mantenían un buen margen de ganancia en la venta al público.

Sin embargo, la incertidumbre frente al constante incremento de las importaciones de jarabe de maíz de alta fructuosa no concluye, y aunque actualmente sólo representa 5 por ciento del total de la producción de azúcar, avanza paulatinamente en el mercado de las industrias refresquera, chocolatera, del dulce y pan, explicó el investigador Luis Ramiro García Chávez, de la Universidad Autonóma de Chapingo.

zafra_ingenios_hasLa crisis de la industria del azúcar paradójicamente se presenta con una recuperación, en seis años, de la producción interna; en la zafra 2000-2001 se llegó a 4.9 millones de toneladas y -según estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos- la próxima zafra podría rebasar los 5.5 millones de toneladas.

"El mercado interno va a seguir creciendo a una tasa de 1.5 por ciento anual; es decir, se demandarán 100 mil toneladas de azúcar adicionales a los 4.2 millones de toneladas del consumo interno actual". Pero también el consumo de la fructuosa seguirá ganando mercado, agregó García Chávez.

Ante ello, dijo, lo recomendable es que el gobierno federal exija a Estados Unidos un trato recíproco en materia de azúcar y dicho jarabe de alta fructuosa, que en el país tienen el zaguán abierto, sin ningún obstáculo.

Estados Unidos sólo admitió la importación de 116 mil toneladas de azúcar, mientras que las importaciones del jarabe de maíz proveniente del vecino del norte son de 235 mil toneladas. "En el marco del Tratado de Libre Comercio, México tiene mayor poder de negociación para demandar un acceso adicional al mercado azucarero estadunidense, con lo que podría aminorar el problema de colocar a precios bajos en el mercado internacional un excedente que podría ubicarse en el millón de toneladas."

En el contexto de la crisis del dulce está la resolución de la Organización Mundial de Comercio, que determinó que los aranceles que impuso México a partir de 1998 a los jarabes de maíz de Estados Unidos fueron improcedentes, y por tanto deberá restituir los daños causados a los productores de ese producto.

Consorcios de EU se instalan en México

Por lo pronto Arancia Internacional, en sociedad con Corn Products; Almidones Mexicanos, en asociación con Archer Daniels Midland, y Stanley Manufacturing Company y Cargill -los principales productores de ese jarabe en Estados Unidos- tienen ya instalaciones en México para participar en el mercado de la fructuosa. Dentro de sus análisis está el que los mexicanos ocupan el segundo como consumidores de refrescos a nivel internacional.

En su investigación La industria de la fructuosa. Su impacto en la agroindustria azucarera mexicana, García Chávez especifica que desde 1994 el jarabe de maíz ha desplazado en 95 por ciento el consumo del azúcar en la industria refresquera estadunidense, debido a un precio de 10 a 20 por ciento menor al del dulce proveniente de la caña.

En el caso de México, el consumo ha sido más limitado debido a la integración de algunas embotelladoras (Pepsico con los grupos Escorpión y GAM) y productoras de pan (Beta San Miguel, pertenece a Grupo Industrial Bimbo) a la industria azucarera, y su disyuntiva de proteger su participación en ésta o utilizar el jarabe.

En el caso de Coca Cola -que no participa en ningún ingenio-, está a favor del uso de alta fructuosa por las ventajas comparativas en la producción de refrescos y para eliminar la dependencia de ingenios propiedad de su competencia.

Se estima que más de 50 por ciento de la producción de azúcar mexicana es consumida por el sector industrial; el de bebidas embotelladas capta 29 por ciento. En Estados Unidos la industria de los edulcorantes produce cerca de 8 millones de toneladas anuales de jarabe de maíz de alta fructuosa, y su capacidad instalada es de 10.9 millones de toneladas. Además, investiga otras fuentes de extracción de edulcorantes como el trigo, arroz, yuca, papa y tapioca.

"El gran problema de la industria azucarera está en los altos costos de producción. En México son de 15 centavos de dólar por libra, mientras que el de jarabe es de 9 centavos de dólar por libra; ese diferencial es el que le hace perder mercado. Los industriales aseguran que a pesar de los costos de internación del endulcorante estadunidense, el diferencial que mantiene con el azúcar es de 15 a 20 por ciento", destacó el investigador.

Para Luis Ramiro García Chávez, a la industria del azúcar le conviene pagar de acuerdo a la calidad -rendimiento de la materia prima (caña)-.

"Si se pudiera aplicar un sistema de pago que remunerara la calidad de la materia prima, probablemente sería la punta de lanza para que la industria mejorara sus niveles de productividad, y eso repercutiría favorablemente en una reducción de costos. Pero en el país ese asunto de ha politizado y se ha privilegiado el pago promedio general para evitar problemas con las organizaciones cañeras", señaló.

El cambio de sistema de pago -subrayó- tiene sus complicaciones, pero técnicamente es viable que cada uno de los productores muestre su caña antes de procesarla. El potencial de producción en campo es de 6 millones de toneladas del dulce. Por lo pronto, siguen obteniendo un pago después del azúcar que obtuvo el ingenio.

Sugirió una reagrupación de los ingenios, ya que algunos -no expropiados- están en una situación "más sensible", con problemas técnicos: San Francisco Naranjal, Dos Patrias, Higo, Mante, Refugio, La Primavera, Azuremex, Cuatotolapan, Casasano, Santa Rosalía, Independencia, La Joya y Santo Domingo.