ENTREVISTA
José Sarukhán, comisionado para el desarrollo social
Será lento el combate a la desigualdad si no hay reforma fiscal
RENATO DAVALOS
El conflicto con los estudiantes universitarios detenidos, las promesas de campaña, el mapa de la pobreza, la reforma fiscal y Chiapas figuran en el balance de José Sarukhán, comisionado para el desarrollo social.
Sobre el conflicto en Chiapas señaló que es falso "que el presidente Vicente Fox no haya defendido la iniciativa de ley de la Cocopa. Tan la defendió, que la presentó tal cual; cualquier otro tratamiento que le hubiese dado se habría convertido en una manipulación política."
-¿Está de acuerdo con realizar una reforma a la ley indígena, como sugieren incluso algunos miembros del equipo foxista?
-Esa ya es una ley. Las legislaturas locales tienen toda la posibilidad de complementarla y adecuarla a las necesidades de cada región. Me parece más sensato la reforma aprobada, que una sola medida para todo el país, por la diversidad cultural y peculiaridades de cada grupo indígena.
"Si queremos apegarnos a las formas de operación del Estado mexicano, las legislaturas pueden hacer las adecuaciones que piensen convenientes."
-La críticas van en el sentido de que Fox defiende mucho la reforma hacendaria, y se quisiera haber visto que con ese ahínco hubiera apoyado la iniciativa de Cocopa...
-¡No, no, no..! La mejor manera de haberla defendido es que la presentó sin un solo cambio. En el tema fiscal, lo que ha hecho el Presidente es ofrecer los argumentos de por qué hay una iniciativa del Ejecutivo para recaudar fondos y destinarlos a la política social. Son dos cosas diferentes.
"Tenemos que aprender que se acabó el tiempo de la invasión de funciones del Ejecutivo al Legislativo. El Presidente envió la iniciativa indígena tal cual."
La libertad de cátedra, sin riesgo
Rector de la UNAM en administraciones pasadas, Sarukhán tiene hoy el compromiso de la política social del foxismo. Reticente, accedió a referirse a la reciente detención de estudiantes universitarios vinculados a las FARP.
-¿Hay una guerra sucia?
-No. No me gusta que esté saliendo esto, porque sólo se infla algo que no tiene mayor... no es trivial -recitificó-, pero tampoco tiene las dimensiones que se le está dando. Estas cosas pueden ocurrir en esa o en cualquier otra comunidad universitaria.
"Hay que dejar claro que se trata de personas que han transgredido la ley y tienen que ser juzgadas. Si se comprueba que son culpables, tienen que ser castigados.
"Hay que tener mucho cuidado con estas cosas. Tildar a una institución de cierta forma porque ocurren estas cosas es tan malo como pretender que por ser alumnos no van a cumplir con las leyes."
-¿Se ha estigmatizado a la universidad pública?
-No creo que sea esto, sino que un problema se ha inflado más allá de su tamaño. Es una circunstancia a la que no quiero contribuir. Quienes puedan pensar en ese sentido me merecen muy poco, porque no entienden que es la UNAM. Es un juicio absurdo.
-¿Algunos connotados miembros de la universidad han dicho que está en riesgo la libertad de cátedra?
-No lo veo de esa manera.
Por otra parte, Sarukhán se refirió al tema social y a la desigualdad que prevalece en el país, situado en el cuarto lugar en América Latina en este capítulo. Casi la mitad de los económicamente activos sobrevive con dos salarios mínimos, y 10 por ciento sin percepciones fijas.
-En materia social se señala que muchas promesas de campaña han quedado en el aire. ¿Qué diría al respecto?
-Han transcurrido apenas nueve meses. Es una administración nueva, que ha debido ubicarse; no obstante, ha habido avances.
-¿Es viable pensar aún en la creación de un millón 350 mil empleos al año, en 8 por ciento de gasto educativo o en un crecimiento de 7 por ciento?
-Eso no va a ocurrir de un golpe. Quien piense así, realmente está entendiendo mal las cosas.
"La tendencia es llevar el gasto educativo a 8 por ciento del producto nacional, por ejemplo, al final de seis años."
-¿Hay riesgo de que este gobierno sólo administre la pobreza, como en el pasado?
-No. El propósito es atender las causas de la pobreza y tratar de resolverlas. Si por administrarla se entiende su mantenimiento para tener algo que hacer, definitivamente no. Eso sucedería si sólo se aplicaran "programas puramente asistenciales", que sólo vayan paliando.
En entrevista con La Jornada, dijo que se trata de ofrecer los elementos para que la gente decida "hacia dónde quiere llevar su destino, pero va a tomar tiempo. Si en seis años podemos sentar las bases de una firme política social de Estado, habrá un avance muy importante.
"Por ejemplo, pretender que de golpe y porrazo se reduzca el diferencial en la esperanza de vida de 18 años entre el municipio más avanzado y el más retrasado es no entender qué significa cambiar un indicador.
"Tampoco se puede reducir súbitamente el número de 34 millones de personas sin educación básica completa.
"Hoy en el país 10 por ciento de la población concentra los beneficios del crecimiento, mientras que 13 millones de personas habitan en una vivienda con piso de tierra, y la cuarta parte de la población vive bajo techos de lámina o de asbesto. Además, 12 millones de habitantes no tienen drenaje y 16 millones de personas cocinan con leña o carbón.
-Dos críticas se han lanzado a este gobierno en el ámbito social. Una de ellas, que haya retomado los programas de administraciones priístas, y la otra que planes como el de microrregiones aparecen como una gota en el océano. ¿Qué dice al respecto?
-Programas como el de microrregiones está empezando en los municipios más pobres, y no es una gota en el océano. Estamos tomando esa parte del océano más desfavorecida.
"Si se hubiesen marginado programas como Progresa de golpe y porrazo, hubieran surgido críticas. Se han tomado esos programas, pero no ciegamente.
"Progresa, que es eminentemente asistencial, deberá convertise en un programa con proyectos productivos. Hubiese sido un error haber llegado y borrar todo, inventando otro programa."
-¿Cuáles son las limitaciones del pasado?
-Una de ellas es el carácter asistencial de los programas o las manipulaciones políticas que procrearon.
En el tema fiscal, Sarukhán responde a si está en riesgo el modelo económico foxista en el caso de que no se apruebe la reforma hacendaria.
"Estaría en riesgo la velocidad para recortar las enormes desigualdades. Si no pasa, tendremos que ir más lentos y buscar otros mecanismos para obtener los recursos.
"Otra forma es echar andar la máquina de los pesos o la deuda externa, y ya vimos qué sucedió."
-Usted planteó en el gabinete que debían gravarse las operaciones bursátiles. ¿Qué pasó?
-La propuesta se hizo. La gente que tiene la responsabilidad de tomar las decisiones en esta área evitó esa sugerencia. Esa fue la forma en que ellos juzgaron conveniente. Han habido muchas opiniones, y creo que serán analizadas, pero será el Congreso el que tome la determinación final.
-¿La propuesta fiscal es socialmente justa?
-Es una propuesta fiscal... Cualquier cosa tiene sus pros y sus contras. No hay un planteamiento perfecto y que no afecte a nadie. Significará sacrificios, pues no hay una ideal ni perfectamente justa. Esta es bastante realista.
"Realismo y punto"
-Hay quienes acusan al Presidente de ejercer una suerte de chantaje al sugerir que si no se aprueba la reforma hacendaria la posibilidad de que el Estado cumpla con sus obligaciones está prácticamente anulada.
-Eso no es chantaje, es realismo y punto. Quisiera que alguien con argumentos diga que no se requiere una reforma fiscal.
-Pero las críticas señalan que pudieran explorarse otras fórmulas.
-Esos puntos los tomará en cuenta el Congreso. Tendrá que llegar a una conclusión seria, benéfica para el país.
Asesor de agricultura en los años 60, Sarukhán se refirió también al campo. ¿Le preocupan los estallidos sociales?
-El campo ha estado abandonado por años. Trabajé ahí y sé lo que está pasando. El deterioro viene de muchos años, desde que se tomó el camino de la industrialización y se dejó de lado la atención a las necesidades sociales.
"Además, figuraron la corrupción e irresponsabilidad. No es una crisis de enero a la fecha, y quien así piense distorsiona la realidad."
-Pero se señala que sólo se han aplicado paliativos y no una estrategia de...
-No -interrumpió-. Creo que hay muchos vicios y un corporativismo fenomenal que no son fáciles de resolver. Va a tomar tiempo. Hoy, más de 80 por ciento del área agrícola se concentra en unidades familiares.
-¿Advierte peligros sociales?
-No veo esto ahora. Si no hay cambios en donde se requiere avanzar, no dudo que la probabilidad de que haya problemas de esa naturaleza pueda darse, sin que se tome esto como que habrá estallidos.
-Se objeta la coordinación del gabinete en el campo y en otros temas de gobierno. Señales encontradas entre secretarios y comisionados...
-No, no creo. Por ello, la intención del Presidente de organizar al gabinete en tres áreas que no estén aisladas. Se busca evitar duplicidades.
-Entonces se mantuvo esa inercia y eso ha ocasionado...
-No -intervino nuevamente-. Eso ha ido cambiando, pero el grueso de la gente que trabaja en esas dependencias lo ha hecho a la manera antigua.
-¿Qué garantías tiene la sociedad de que la política social no se dejará a las "fuerzas del mercado"?
-No veo cómo. Me gustaría conocer un ejemplo de quiénes dicen eso. Cómo vamos a dejar al mercado la nutrición de los niños. Son responsabilidades del Estado y deberá atenderlas hasta que dejen de ser problema. Aunque hay servicios de infraestructura que pueden hacerse con la participación de organizaciones privadas.
"La atención de la desigualdad es un asunto de Estado, de manera conjunta con la sociedad. Es positiva la participación empresarial en cuestiones como la de los niños de la calle o la nutrición."
-¿Habrá disminuido la desigualdad al final del sexenio?
-Eso lo vamos a ir viendo. Una de las funciones de la comisión es coordinar los reportes de desarrollo. A partir del 2002 se empezarán a producir esos informes anuales. Será lo mejor para ver el cambio.