Aumenta el uso de medicina naturista ante insuficiencias en servicios de salud
Ť Este año mil empresas solicitaron registro para vender productos frente a las 600 que lo hicieron en 99 Ť Charlatanería e ignorancia, riesgos de la herbolaria, alertan especialistas
MARIA ESTHER IBARRA
Falta de acceso a los servicios médicos, desconfianza hacia la alopatía y elevado costo de fármacos son causas del boom de la llamada medicina naturista o alternativa, que se suma a la homeopatía, la acupuntura y el esoterismo. El universo de productos es extenso: tan sólo en México hay 14 mil plantas de las cuales se pueden obtener productos naturistas o alternativos. Es un mercado en creciente expansión y disputado por empresas trasnacionales a laboratorios mexicanos y yerberos o vendedores de remedios caseros.
En lo que va del año, mil empresas y firmas han solicitado registro o permiso para la venta de productos naturistas; en 1999 fueron alrededor de 600, informa Federico Meixueiro Ortiz, jefe del Departamento de Evaluación de Herbolarios y Medicinas Alternativas de la Secretaría de Salud (Ssa).
Empero, algunas extranjeras "se han apropiado de la medicina tradicional practicada por los mayas", asegura Napoleón Galeana Laurel, responsable de la Clínica de Control de Peso de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
La explosión de la medicina naturista también se constata en la abundante literatura. Hay desde panfletos de editoriales desconocidas, hasta enciclopedias de casas de prestigio.
En el mundo de complementos alimenticios, la empresa estadunidense GNC es líder en el mercado, a pesar de los precios: unas vitaminas para mujer cuestan 400 pesos y un suplemento de cromo 200. Su fuerte son todos aquellos relacionados con el cuidado preventivo de la salud en personas maduras. Quizá por eso los yerberos del mercado de Sonora perviven en la venta de toda clase de remedios tradicionales.
Riesgos de la charlatanería
Los especialistas desechan que la llamada medicina alternativa, en cualquiera de sus modalidades, pueda sustituir o desplazar a la alópata. "Desde la época de Hipócrates la mayor parte de los medicamentos proviene de los polifármacos, y no debemos desdeñar ni una ni otra medicina. Deben ser complementarias y no antagónicas, pues lo importante es la salud de las personas", expresa el doctor Meixueiro.
Lo que sí -alerta entrevistado en su oficina- no todo lo natural es bueno. "Las propias plantas tienen mecanismos de defensa que a veces pueden ser tóxicos al consumirlas sin control o vigilancia de un médico, o bien, en su cultivo se pudo haber utilizado una sustancia tóxica, pesticida o producto no biodegradable. Un inadecuado tratamiento en su producción puede generar una contaminación microbacteriana".
Otra problema es esa idea difundida de ''si no me cura, tampoco me hace daño''. "Es equívoca y tiene doble consecuencias", advierte el doctor Rodolfo Luna Reséndiz, subdirector académico de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional (IPN). "Efectivamente ?explica? no mata a la persona, pero el tomar un tratamiento naturista inadecuado ocasiona que la enfermedad avance en una persona''.
Por supuesto la publicidad ha contribuido a ese tipo de prácticas y al consumo de estos productos, reconocen Meixueiro Ortiz y Luna Reséndiz, quien señala que México es fuerte en el incremento de las empresas, firmas o laboratorios productores y expendedores de la medicina derivada de la herbolaria.
Como se sabe, los productos más vendidos son para bajar de peso con una amplia variedad, dice el médico Galeana Laurel, campo en donde se ha dado todo tipo de abusos. "En esto hay muchos charlatanes o gente sin escrúpulos que asegura a las personas obsesas que bajarán peso en un día. Esto puede ser, en muchas ocasiones, a base de anfetaminas o sustancias que ponen en riesgo la vida".
Por eso, los especialistas entrevistados destacan que quienes ejerzan la medicina alternativa en cualquiera de sus variantes, deben hacerlo bajo un código ético para evitar la charlatanería o el abuso de la personas que han optado por esa terapia. La gama de productos, plantas, hierbas o remedios van desde cómo curar el empacho, pasando por la diabetes y hasta el cáncer.
''Si las cápsulas de víbora curaran el cáncer, la víbora ya se hubiera extinguido'', dice entre broma y serio Luna Reséndiz. Esto es lamentable, complementa Meixueiro, porque la herbolaria si sirve para curar enfermedades, aunque algunos productos no traen registro y otros casos, por lo menos, le ponen que no es un medicamento. Pero en el mercado negro es donde se consiguen o hay personas que en su casa las fabrican y les ponen una etiquetita y las venden. Es una irresponsabilidad".
Menciona algunas medidas preventivas para evitar caer en manos de charlatanes que se hacen pasar por homeópatas. "Se debe pedir al médico que tenga su registro de la Ssa y su registro de profesiones que por ley deben tener y revisar que el producto o medicamento tenga etiqueta".
El incremento de la medicina herbolaria o alternativa hizo que la dependencia del sector salud creará el Departamento de Evaluación de Herbolarios y Medicinas Alternativas. Para otorgar un registro o permiso de venta, las empresas deben contar primero con una licencia sanitaria como laboratorio o fábrica. Luego, un equipo de especialistas da su dictamen clínico de las pruebas y los análisis que hicieron del producto o medicamento. De ser aprobado, se le indica si es de libre venta (sin necesidad de receta médica), si requiere ser indicado por un médico o bajo el control del galeno.
Deficiencias del sistema de salud
Meixueiro y Luna Reséndiz coinciden -en entrevistas por separado- que irregularidades en los servicios médicos de salud han contribuido al regreso de la población a la medicina ancestral.
"Salvo quienes sean derechohabientes de alguna institución del sector salud, muchas personas carecen de recursos para adquirir medicamentos alópatas por su alto costo. Pero también, la relación médico-paciente se ha deteriorado de manera impresionante y las personas ya no quieren asistir a las clínicas del ámbito público porque su médico tiene muchos pacientes y requieren una atención más personalizada. Entonces, buscan mejores alternativas en un chamán, un homeópata o un naturista", dice Meixueiro.
Luna Reséndiz agrega las deficiencias en los servicios médicos y la carencia de ellos entre los sectores con bajos recursos, a lo cual atribuye el frecuente problema de la automedicación. Lo más común: "Mira, tengo un medicamento que me hizo mucho bien. A mí me dolía la panza y me curé". Y bueno, comenta, también "la gente piensa dos veces ir al IMSS o a otra institución del sector salud, pues si va a perder toda el día, el médico lo va a atender tres minutos y es un número más, pues optan por buscar la medicina alternativa".
La automedicación -considera Luna Reséndiz- "es producto del sistema de salud que no es capaz de responder rápida y adecuadamente a las demandas de servicios médicos de la gente. Entonces consumen por su cuenta y riesgo cualquier cosa, ya sea inducidos por la publicidad televisiva o por otro medio".
Según el galeno, es diferente la automedicación que el consumo de productos que se venden sin receta médica o que no requieren registro de la Ssa, porque se manejan como complementos alimenticios, naturales o no fármacos.
Pese a que reconoce el boom de ese tipo de productos y el ascenso de otras formas terapéuticas, considera que la homeopatía no ha sido desplazada. "Nuestra disciplina es muy específica en cómo ver al paciente y medicarlo. No se tiene, incluso, igual resultado cuando una persona consume un medicamento homeópata sin que se lo haya recetado un especialista o cuando la persona se lo autorreceta".
Tradición milenaria
Aun cuando en países como Alemania y Francia la medicina herbolaria tiene ya un alto potencial -55 por ciento de los médicos germanos recetan medicamentos homeópatas-, el doctor Meixueiro destaca la tradición milenaria de México en el campo. "Aquí, hace cientos de años, se desarrolló el códice Cruz Badiano, que es el primero que resume las hierbas conocidas y sus acciones. Juan Badiano y Martín de la Cruz lo elaboraron y es el que da un conocimiento ancestral sobre la herbolaria. Además tenemos la obra del maestro Maximino Martínez, que data de 1933".
En la actualidad, indica, el IMSS ha publicado varios libros y lleva a cabo investigaciones en herbolaria. "No nos hemos quedado estancados en el conocimiento de esta rama, y la Ssa está por publicar Farmacopea sobre herbolaria, donde se incluirá cómo son los productos derivados de las plantas, descripción de cada uno de ellos, características, composición, presentación farmacéutica, la norma etiquetada y su regulación".
A eso agrega que la Universidad de Tlaxcala tiene un centro de producción y comercialización de productos derivados de las plantas, además de trabajar en proyectos de investigación con instituciones educativas extranjeras. Las trasnacionales, sin embargo, tampoco se han quedado atrás, pues Meixueiro informa que diversas empresas tienen centros de investigación en herbolaria.
Del ámbito internacional se expende en el mercado mexicano textos como la Enciclopedia de frutas, vegetales y hierbas, de John Heinerman, editado en 1998, y entre los más populares Todo sobre las vitaminas, también estadunidense y del cual se vendieron más de 200 mil ejemplares en 1985.
De España están Guías de salud natural. Adelgazar por medios naturales, de Rodríguez Rojas, y Medicina natural. Cómo combatir las enfermedades más comunes.
Y títulos modestos, que lo mismo se venden en el Metro o en las tiendas naturistas. Se consiguen hasta por diez pesos Cómo curarse en su casa con plantas medicinales. Recetas funcionales, de la editorial Pranc.
Oferta de terapias
Con un mercado indeterminado, el esoterismo se ha extendido en diversos sectores de la población. La Ssa no lo considera como terapia alternativa. "En esto no tenemos vela en el entierro, además de que ha sido mal manejado", dice el doctor Meixueiro. Empero -aclara- "es un conocimiento ancestral y una disciplina muy seria desarrollada en la India derivada del sen. En el occidente manejamos el sicoanálisis y en el oriente el budismo o pensamiento sen, que manejado de manera seria tiene una trascendencia científica".
Refiere que en México, durante un seminario sobre el análisis del pensamiento occidental y oriental, coincidieron el sicoanalista Erich Fromm y el maestro budista Yotaro Susuki. "Producto de ese encuentro fue la publicación del libro Budismo sen y psicoanálisis, editado por el Fondo de Cultura Económica.
De tal forma que -concluye- "no podemos cerrarnos a ningún
tipo de terapia y disciplina, aunque debemos evitar pervertirla por la
comercialización. Hay que verlas a través del conocimiento
de la ciencia, la historia y la filosofía. Ahí está
el mal de ojo o la pérdida de la sombra entre los
azteca. Para ellos, tuvieron un peso específico en su cultura".
Al igual que hace unos años cuando estuvo de moda la sábila -planta casi milagrosa para diversas enfermedades, padecimientos o molestias, pero también para productos cosmetológicos-, empresas de la denominada medicina naturista ponen en boga, por ejemplo, la uña de gato, otra planta que lo mismo se recomienda para tratar cáncer, colitis, gastritis, insomnio, cansancio físico o lo que se quiera.
En Nutrisa se expenden dos productos elaborados con uña de gato para el tratamiento del cáncer y otras enfermedades. En ambos se destaca que la planta se produce en la selva amazónica en su más "natural estado", lo cual garantiza su calidad y eficacia. Su precio oscila entre 238 y 165 pesos. En el mercado de Sonora, la uña de gato se adquiere, por muy cara, en 20 pesos el manojo.
Empresas como la estadunidense General Nutrition Center (GNC) ofrecen vitaminas o suplementos alimenticios para la prevención o reforzamiento de la salud. De los más vendidos, Ultra Mega, un polivitamínico -en presentación por separado para hombres y para mujeres- ofrece "más energía, fortalecer los huesos y combatir los efectos de la contaminación". Hasta hace poco, de otra industria, One and Day y Centrum eran los de moda.
"¿Desesperado? Cuidado, puede ser tu...¡próstata!" No se preocupe, Urocaps, elaborada de la planta serenoa repensa y producida por la empresa Gelcaps, proporciona la tranquilidad en el tratamiento de la "hiperplasia prostática benigna, prostatitis y trastornos de la micción en el hombre".
La publicidad asegura: "Urocaps es un tratamiento de origen natural clínicamente comprobado, elaborado con la tecnología fitoterapéutica (productos de las plantas) Gelcaps que, al emplearse de 4 a 6 semanas, alivia las molestias que ocasiona el crecimiento de la glándula prostática, sin efectos secundarios y ayudando a miles de hombres a vivir en plenitud toda su vida".
Como ejemplo de la variedad de productos:
Witgrass no es un producto exclusivo para el exceso de peso o grasa. Este "milagro verde" ?como se le anuncia? ofrece resolver problemas de estreñimiento, colitis, gastritis y, bueno, también obesidad. Así de simple y sencillo, ese "suplemento alimenticio" tiene capacidad curativa sin tener que acudir a un especialista médico. Además, lo pueden consumir indistintamente "adultos, niños, ancianos, embarazadas (desde el primer mes) por toda la vida".
María Eugenia Castañeda, vendedora de la sucursal GNC en Plaza Polanco, asegura que ninguno de los productos de la trasnacional causa daño o tiene efectos secundarios y contraproducentes. Pero de ser así, "le devolvemos el dinero". De hecho, indica, "también si en un mes no obtiene los resultados esperados, nos trae el producto y le rembolsamos su costo. Está garantizado en la etiqueta".
Según la vendedora, que recita prácticamente la asesoría sobre los productos, ninguna vitamina genera problemas. "Son vitaminas probadas", dice como garantía.
Impaciente ante las preguntas de su interlocutora, la dependiente finalmente ataja:
-Bueno, ¿usted está sana o no?
-Sí, ¿pero cuál es la garantía que ustedes brindan a quien consuma un producto de GNC?
-En la etiqueta se garantiza que se le devuelve su dinero.
Un recorrido por las tiendas de Nutrisa y GNC da cuenta que son excepcionales los productos que indican que están registrados por la Secretaría de Salud o "notificados" a esta dependencia. Pero aun en estos casos, en las etiquetas no aparece ningún número de registro o clave numérica.
Ami-no stress, suplemento alimenticio para los trastornos y problemas de ese padecimiento. Producido por los Labotarios Zerboni, está elaborado "100 por ciento con plantas de uso tradicional": valeriana, espino blanco, flores de azahar y tila, hojas de naranjo y toronjil. Su costo: 40 pesos. En el mercado de Sonora, un mezcla así no rebasa los 15 pesos.
La mayoría de los productos naturistas, de antemano, se deslindan de alguna manera de cualquier efecto contrario a la salud. La advertencia es generalizada: "el uso de este producto es bajo la responsabilidad de quien lo adquiere o quien lo recomienda". O bien: "Este no es un medicamento". MARIA ESTHER IBARRA