SABADO Ť 8 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Escasa participación en el paro de los burócratas

Revela el presidente De la Rúa una conspiración contra su gobierno

AFP, REUTERS, AP Y DPA

Buenos Aires, 7 de septiembre. El presidente argentino Fernando de la Rúa afirmó que se ha desarticulado una conspiración para formar un hipotético "gobierno de coalición", cuya propuesta provocó luchas internas en la oficialista Alianza y nerviosismo en los mercados, mientras los burócratas efectuaron hoy una huelga de 24 horas en contra del ajuste y el déficit cero, en el marco de una protesta iniciada la víspera por el mismo motivo por parte de los desocupados.

En una entrevista transmitida anoche por televisión, el mandatario rechazó que piense convocar a un gobierno de coalición que incorpore a la oposición peronista al gabinete, "pues eso sería un desastre ya que generaría un gran desorden".

No obstante, consideró que está completamente desarticulada la conspiración para formar un gobierno así, porque "nadie la ha seguido ni le puede prestar atención".

En cambio, el gobierno expresó inquietud por la eventual radicalización de las protestas contra el ajuste económico por parte de desocupados y trabajadores estatales, que este día cuestionaron la rígida ley de austeridad pactada por el gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), durante un acto realizado en la Plaza de Mayo.

"Me preocupan ciertas declaraciones de los dirigentes", dijo el jefe de gabinete, Chrystian Colombo, en relación a la posibilidad deslizada por algunos piqueteros de que tengan lugar reclamos de comida frente a los supermercados, además de que se prevén más bloqueos de carreteras entre el 20 y el 21 de septiembre.

El funcionario dijo que ante una crisis co-mo la que vive Argentina, la mayoría de los argentinos demanda a sus dirigentes ra-cionalidad, sentido común y la búsqueda de objetivos conjuntos.

Empero, líderes de los desempleados y ve-cinos de barrios periféricos advirtieron que radicalizarán las protestas si el gobierno am-plía la disminución de 13 por ciento de los salarios de los empleados estatales y de los jubilados, una de las principales medidas de la ley de austeridad pactada con el FMI.

"No vamos permitir que tiren por el inodoro los recursos de los argentinos", dijo el líder de los piqueteros, Luis D'Elia, quien consideró que los recursos genuinos de los argentinos estarán destinados al pago de los intereses de la deuda externa.

En el estrado levantado en la Plaza de Mayo, Pablo Michelli, dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado, advirtió, de su lado, que si los legisladores votan el proyecto de presupuesto para el año 2002 que está elaborando el gobierno, "los vamos a seguir hasta debajo de la cama y no los vamos a dejar vivir en paz".

Los piqueteros finalizaron hoy dos días de protestas que incluyeron cortes de rutas y cuyo epicentro volvió a ser el empobrecido barrio La Matanza, sin que hubiera incidentes, salvo en la provincia de Santa Fe, donde la víspera hubo 25 detenidos.

De su lado, los empleados públicos, que efectuaron una huelga de 24 horas, se su-maron a la movilización de los desocupados hacia la Plaza de Mayo, donde la concentración, a decir de la policía, fue escasa, de alrededor de unas 700 personas.

La huelga de estatales afectó a las oficinas del gobierno nacional, hospitales, tribunales y universidades, y tuvo un alto acatamiento, dijo Juan González, titular de la Asociación de Trabajadores Estatales.