SABADO Ť 8 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Los partidos y el jefe del Ejecutivo han tenido gran apertura con la Iglesia católica, admite
Convoca Rivera Carrera a firmar un pacto de unidad nacional
JOSE ANTONIO ROMAN Y LUIS BOFFIL ENVIADO Y CORRESPONSAL
Merida, Yuc., 7 de septiembre. México exige a los partidos y a sus gobernantes superar sus diferencias políticas. "El país no puede ser convertido en un campo de batalla, porque corre el riesgo de ser destruido por intereses partidistas", advirtió aquí el cardenal Norberto Rivera Carrera.
En realidad, dijo, la población "está sedienta" de que sus gobernantes, respetando sus legítimas diferencias, sepan colaborar conjuntamente en un proyecto de nación que sea capaz de superar sus rezagos en materia económica y social. Hoy, agregó, es necesario participar en un gran pacto de unidad nacional que nos haga una sociedad y una nación más fuerte.
El también arzobispo primado de México señaló que aun cuando en este gobierno no se han percibido cambios en las políticas públicas, el Ejecutivo federal y los partidos han tenido una "gran apertura" hacia las opiniones de la Iglesia católica sobre el tema.
El prelado se refirió al encuentro que hace unos días sostuvieron el presidente Vicente Fox y el jefe del Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, con motivo del convenio que suscribieron para rescatar el Centro Histórico, y el "prolongado aplauso" que los asistentes al evento ofrecieron cuando ambas autoridades se dieron la mano.
Respecto a las políticas de población reconoció que aún no se observa un cambio en esta materia. Desde luego, añadió, hay que distinguir entre lo que es facultad del Ejecutivo y lo que corresponde al Poder Legislativo, pues a veces quisiéramos que el Presidente fuera la persona que legislara y cambiara nuestro sistema legal, pero hoy las competencias están fijadas claramente.
Ya lo vimos, el Ejecutivo propone y el Legislativo dispone, dijo el cardenal citando una frase del mismo Fox. No obstante, Rivera Carrera se mostró complacido porque tanto el titular del Ejecutivo como los partidos políticos, sin excepción, han mostrado una "gran apertura" para escuchar las opiniones que la Iglesia católica tiene a este respecto, en el que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona son los principios básicos.
Se refirió también a las situaciones que como la pobreza, la falta de servicios médicos y de acceso a la educación, atentan contra el bienestar de la familia. Las propuestas que en este momento se hacen en el terreno fiscal son de vital importancia, dijo, pero deben ser valoradas por los legisladores para que tengan un efecto positivo.