Ť Sobre el tema de amnistía a indocumentados, Gramm ofreció que se resolvería algo
Concluye Fox visita a EU; insiste en propuestas sobre migración, comercio y política antidrogas
Ť Mexicanos residentes en el vecino país podrán votar en comicios del 2006: Jorge G. Castañeda
JIM CASON Y DAVID BROOKS; JUAN MANUEL VENEGAS CORRESPONSALES Y ENVIADO
Washington, 7 de septiembre. El presidente Vicente Fox concluyó hoy su visita a esta capital con una ronda final de "cabildeo sostenido" entre legisladores, influyentes analistas y dirigentes sindicales que se enfocó en las propuestas mexicanas de una reforma fundamental de los temas bilaterales de migración, política antidrogas y comercio.
El equipo mexicano también reafirmó hoy las palabras del Presidente ayer en su discurso en el Congreso dirigidas a los inmigrantes mexicanos en este país: "Queridos paisanos, México no los olvida, sabrá apoyarlos. No les fallaremos", al afirmar que éstos tendrán voz y voto en México.
El canciller Jorge G. Castañeda, en respuesta a una pregunta en un foro académico, afirmó: "lo que sí es un compromiso formal, que se va a cumplir, es que en las elecciones presidenciales del 2006, los mexicanos en Estados Unidos podrán votar. Eso sí se va a hacer, porque hay tiempo y es una elección más fácil de organizar (que las legislativas del 2003)".
Como lo ha hecho en casi todas sus reuniones en esta visita, el Presidente mexicano procedió con aparente calma y aire relajado de evento en evento, y reiteró, acto tras acto, que lo único sobre lo que insiste México es un diálogo basado en el respeto mutuo y la confianza.
El primer acto de esta mañana, con unos 40 legisladores claves de las dos cámaras del Congreso, fue diseñado como una oportunidad, en privado, para que los políticos estadunidenses se expresaran en torno a las propuestas hechas por Fox en su discurso ayer en el Capitolio.
Aunque la mayoría de las preguntas fueron más que nada halagos al mandatario mexicano, el senador Phil Gramm reiteró su oposición a una amnistía para los indocumentados y le preguntó a Fox su opinión sobre cómo se podrían evitar las consecuencias de reformas migratorias anteriores.
"La última vez que tuvimos una amnistía, en 1986, resultó en un enorme incremento del número de ilegales que ingresaban al país. Antes de 1986, teníamos a unos tres millones de ilegales, ahora tenemos alrededor de nueve millones", declaró Gramm, al informar a la prensa de la pregunta que le hizo a Fox durante la sesión privada con los legisladores. De acuerdo con una fuente que participó en la sesión, Fox respondió que la diferencia hoy es que México no fue partícipe en las discusiones de las reformas migratorias de 1986, y hoy sí.
Al salir del encuentro, Gramm, el político de más alto perfil que se ha expresado contra cualquier tipo de amnistía o legalización de los indocumentados, pareció ofrecer un mensaje más moderado. "Vamos a resolver algo. Solo tenemos que asegurarnos de tener un programa que no promueva que la gente llegue aquí ilegalmente", declaró a la prensa.
Mientras tanto, funcionarios de la Casa Blanca han sugerido ?de manera anónima? a varios periódicos estadunidenses que están discutiendo propuestas para la legalización, que incluyan requisitos como un cierto nivel del manejo del inglés, pagos de multas sustanciosas como pena por su situación irregular en el país, pagos de impuestos, y otras medidas que podrían desacelerar una mayor migración.
Certificación y TLC
El tema de la certificación también fue tratado con los legisladores, y se comentó la propuesta de Fox de sustituir la calificación unilateral con un proceso multilateral. A pesar de que dos senadores están bloqueando el voto de una iniciativa para suspender el proceso durante tres años, el líder republicano del Senado, Trent Lott, declaró estar dispuesto de trabajar con Fox en este asunto.
El líder de la mayoría demócrata de la Cámara alta, Tom Daschle, afirmó que él y sus colegas están listos para aprobar esa suspensión del proceso en estas próximas semanas, si se retiran las trabas impuestas por algunos legisladores de ambos partidos.
El programa de actividades de Fox también incluyó un encuentro privado con John Sweeney, presidente de la central obrera AFL-CIO y con algunos medios nacionales.
Poco antes de abandonar esta capital rumbo a Miami y México, Fox asistió a un foro organizado por siete de los think tanks más importantes, donde buscó nutrir el apoyo de esta "clase pensante" para sus iniciativas diplomáticas. En un intercambio abierto, Fox habló de la importancia del desarrollo económico en su propuesta de reforma migratoria, y reafirmó que México seguirá presionando a Estados Unidos para que cumpla con sus obligaciones previstas en el TLC en el rubro de los autotransportes.
Aunque reafirmó su respaldo al TLC, Fox señaló que un aspecto del tratado que no ha beneficiado a México es el del sector de alimentos y productos agrícolas. "Lo que estamos viendo en México es (las consecuencias adversas) de los subsidios gigantescos que otorgan Estados Unidos y Canadá", declaró ante unos 100 académicos, legisladores, analistas y ex funcionarios gubernamentales.
México, añadió, no puede competir contra estos subsidios de miles de millones de dólares y cuyas consecuencias se manifiestan en las condiciones de algunas de las comunidades rurales más pobres del país y de otras naciones en desarrollo. "Esto tiene que cambiar o si no seguiremos incrementando la pobreza y la mala distribución de ingreso", concluyó.