VIERNES Ť 7 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

PENULTIMATUM

EL CARDENAL NORBERTO Rivera Carrera es ducho en elogiar a los hombres de poder. Su aparición más reciente al respecto fue en los funerales del profesor Carlos Hank González. Este, según el purpurado, ''fue un buen administrador. Supo multiplicar aquello que el Señor le confió. Que el Señor tome en cuenta todos sus trabajos y le dé recompensa eterna". Rivera también sabe patrocinar la multiplicación de la riqueza entre sus más cercanos colaboradores, aunque se comporten como los mercaderes que hace dos mil años fueron arrojados del templo.

LOS MODERNOS MERCADERES son el sacristán de la Catedral de la ciudad de México y el padre Armando Ruiz. Según denuncia del arquitecto Jaime Ortiz Lajous, que por sus méritos no necesita presentación, dichos personajes montaron cuatro tiendas dentro del recinto catedralicio donde se venden desde rosarios, imágenes de santos y santas hasta veladoras y pintura religiosa traída de Perú. Establecieron igualmente una señalización luminosa para anunciar la venta de boletos a quienes deseen visitar el coro, la sacristía o subir a las torres. Un negocio privado en un espacio público, libre de impuestos.

NO SOLAMENTE NEGOCIOS hacen el sacristán y su compañía con la complacencia cardenalicia. El arquitecto Ortiz Lajous protesta también por las alteraciones que han hecho de la Catedral. Por ejemplo, colocar un altar moderno y un ''trinosaurio", desaparecer el mosaico italiano que donara el Papa a México y cambiar imágenes del lugar que les correspondía. Y algo más que exige la intervención inmediata de las autoridades responsables de protección civil y la prevención de desastres: unas 300 veladoras que hacen recordar el incendio que tanto daño causó a la Catedral Metropolitana de la ciudad de México.

SI HAY TOLERANCIA del cardenal Rivera para los mercaderes de la globalización litúrgica, también hacen gala de ella el Instituto Nacional de Antropología e Historia y otras instancias oficiales, que no evitan los negocios amparados en la religión y los estropicios en nombre de la modernidad. Olvidaron que las iglesias son recintos pertenecientes a la nación, es decir, a todos los mexicanos, no a una camarilla. De esos estropicios dieron cuenta el lunes, en La Jornada, Carmen Parra y Guillermo Tovar y de Teresa.

Y OTRO DATO: uno de los presuntos implicados en lo que ocurre en Catedral hace negocio vendiendo imágenes digitalizadas de la Guadalupana a un precio al alcance de la mayoría: 12 mil pesos, casi el salario mínimo de un trabajador durante un año.
 
 

LA DECLARACION DE la semana, en referencia al Programa Nacional de Cultura 2001-2006:

''Me parece que estuvo muy bien armado el teatro, fue un circo muy bien armado en que varios participaron, algunos degradándose y otros no, pero todos participaron."

-¿Y entre ellos Carlos Fuentes, señor?

-Pues yo diría que hay varios participantes en este circo.

Cuauhtémoc Cárdenas, quien al acudir a uno más de los homenajes que José Luis Cuevas le dedica a su esposa fue entrevistado por Karenina Díaz. El dibujante fue uno de los más entusiastas comentaristas del citado programa.