VIERNES Ť 7 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Analizan en Filadelfia avances en las investigaciones
Aún lejana, la posibilidad de encontrar una vacuna contra el sida, afirman especialistas
Ť Distribuirá el gobierno brasileño preservativos entre personas mayores de 60 años, ante el incremento de casos, informa el Ministerio de Salud
REUTERS Y AFP
Filadelfia, 6 de septiembre. Veinte años después que se identificó por primera vez el sida como enfermedad, la búsqueda de una vacuna está entrando en una fase de "logro o fracaso", en la que las dificultades se unen a las esperanzas en la senda del progreso futuro, expresaron investigadores.
Las posibles vacunas pueden requerir todavía un trabajo minucioso antes de alcanzar la fase inicial de pruebas en seres humanos.
El campo de investigación de vacunas, con una antigüedad de 200 años, ha confrontado dificultades para conseguir jóvenes talentos, porque ha tenido que competir con otras áreas más de moda como la genética, la neurobiología o las investigaciones con células madres.
Incluso si una nueva vacuna apareciera mañana nadie sabe cómo llevarla hasta las zonas que más registran la enfermedad, como en Africa subsahariana, donde se encuentran más de dos tercios de los 36 millones de personas en el mundo con sida.
"Existe el peligro de que las cosas vayan más lentas, ya que es un proceso muy arduo", dijo Beatrice Hahn, de la Universidad de Alabama, en Birmingham.
"Esto es como ir a la mitad de un maratón. Lo peor pudiera estar aún por llegar", añadió.
Especialistas se están reuniendo en Filadelfia para examinar los avances en las investigaciones sobre las vacunas.
Uno de los primeros objetivos de la conferencia Vacuna contra el sida 2001 es acelerar las iniciativas que han originado una variedad de vacunas prometedoras, expresaron los científicos.
La conferencia es patrocinada por los institutos nacionales de Salud, los centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Nacional Francesa de Investigación sobre el sida. Más de mil científicos y representantes de diversas comunidades se han reunido en el evento.
"Necesitamos considerar esta reunión como un nuevo comienzo y con la esperanza de que sea el principio del fin. Pero es sólo un inicio", manifestó David Baltimore, científico del Instituto de Tecnología de California, quien dirige la Comisión de Investigación de Vacunas en Estados Unidos.
"Parece que vamos en la dirección correcta y por esta razón existe más optimismo", dijo Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
La creación de una vacuna contra el sida se discutió por primera vez a principios de los 80, pero no se ha encontrado ninguna sustancia capaz de prevenir la infección, que experimenta rápidas mutaciones y se esconde de los anticuerpos capaces de destruir otros patógenos.
Alrededor de 80 posibles vacunas se han experimentado en seres humanos, pero los trabajos más promisorios de los últimos años se han realizado en monos.
Darán preservativos a ancianos
En tanto, en Brasil, el ministerio de Salud dio a conocer que el gobierno, alarmado por la creciente incidencia de sida entre las personas mayores de 60 años, comenzará a distribuir preservativos entre este segmento de la población.
Un estudio del Hospital Gafree e Guinle, de Río de Janeiro, informó que el número de enfermos va en aumento.
El centro médico calculó que en los últimos cinco años fueron detectados en Río de Janeiro 86 nuevos enfermos y tuvieron que ser revisados casi 2 mil casos, temiendo que los diagnósticos emitidos estuvieran equivocados.
Según datos del Ministerio de la Salud, en 2000 se registraron 202 nuevos casos de sida en personas mayores de 60 años.
La mayoría de los casos fueron confundidos con otra enfermedad, debido a los prejuicios de los médicos, quienes no piden pruebas de sida a los ancianos porque no creen que tengan una vida sexual activa, apuntaron responsables del hospital de Río de Janeiro.
Sin embargo, los tratamientos hormonales, las prótesis, medicamentos como el Viagra y otros medios alargan la vida sexual de los ancianos brasileños.