VIERNES Ť 7 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Extraña, la sugerencia de Fuentes de crear una instancia semejante a la francesa, señala

La megabiblioteca del gobierno de Fox se sumaría a la Nacional: Quirarte

Ť El Instituto de Investigaciones Bibliográficas custodia cerca de 2 millones de ejemplares entre libros y publicaciones Ť No se puede crear lo que ya existe, expresa el funcionario de la UNAM

RENATO RAVELO

Para Vicente Quirarte la megabiblioteca que planea construir el gobierno de Vicente Fox en este sexenio ''no se contrapone, sino se complementa con las funciones de la Biblioteca Nacional, que estableciera Benito Juárez en 1867 y que desde 1914 se encomendara a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), si bien algunos siempre han creído que esto fue hasta 1929, cuando se concedió la autonomía universitaria''.

El director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la máxima casa de estudios explica que la concepción de este tipo de recintos es liberal: ''resulta extraño que Carlos Fuentes haya señalado que se debería crear una biblioteca a semejanza de la francesa, cuando la tradición de la Biblioteca Nacional de México es muy similar, en el sentido de que la francesa surge después de la revolución''.

Ofrecer la memoria del país

biblioteca_nacional_0509oqbLos países herederos de la gran revolución, señala Quirarte, ''se plantean tener un edificio que albergue, custodie y haga accesibles todos los materiales que forman parte de la memoria nacional; esa es la función de una biblioteca nacional''.

La Biblioteca Nacional cuenta en la actualidad con cerca de 2 millones de ejemplares entre libros y publicaciones periódicas. De febrero a octubre del año pasado se adquirieron 13 mil 115 títulos correspondientes a más de 24 mil volúmenes, 12 mil recibidos en depósito, 626 comprados y 275 por canje y donación. La digitalización, tan sólo de sus publicaciones periódicas, costaría 10 millones de dólares.

-¿La posición es de rechazo al proyecto?

-No, lo que pasa es que ya está creada. Lo asombroso es que se diga que se va a crear cuando ya existe. Espero que se trate de un asunto de semántica. El problema es que la Biblioteca José Vasconcelos se llama la Biblioteca de México, pero se tiene que distinguir muy bien la diferencia entre el concepto de biblioteca nacional y de biblioteca pública. Aquí y en China es básicamente una institución patrocinada de manera directa o indirecta por el Estado cuyo fin es recibir el depósito legal, catalogar el material, hacerlo accesible, hacer investigación sobre esas fuentes, establecer relaciones con instituciones similares en el extranjero.

''En cambio, la biblioteca pública tiene una finalidad igualmente noble pero distinta: dar servicio a toda la comunidad estudiantil desde niños hasta grupos de preparatoria que la visitan. En general las bibliotecas nacionales son visitadas por investigadores o estudiantes avanzados, por eso es que todas tienen requisitos: mayores de 16 años, no entrar con libros, por ejemplo, ya que se trata de materiales perecederos.''

-¿Cuál sería el sentido del anuncio?

-Me parece que como dijo el maestro Lizalde en una entrevista que le hicieron, lo que se trató de decir es que se va a dotar de mayores recursos a la Biblioteca de México para que sea el centro del sistema bibliotecario nacional.

-Pero se ha argumentado que las condiciones de conservación de esta biblioteca nacional han sido superadas...

-Es diferente decir conservación a cuánto puede crecer una biblioteca. Creo que esta biblioteca físicamente tiene posibilidades hasta 20 años, considerando los libros que entran por depósito. En el terreno de la conservación sí es grave que se diga. Hace apenas una década se construyó el Fondo Reservado con todas las condiciones para que el material con mayores posibilidades de ser afectado por el tiempo esté en cámaras climatizadas, con alarmas contra incendios, con dispositivos que se cierran y clausuran las demás salas en caso de siniestro aislado. Es una especie de gran caja fuerte. Además, el Centro de Estudios sobre la Universidad tiene un laboratorio realmente ejemplar, muy avanzado. Y nosotros tenemos nuestro departamento de restauración a cargo de la química Marta Romero, que todos los años se capacita en Italia.

Importante, la digitalización

-¿Qué planes existen a corto plazo?

-Cuando la Junta de Gobierno me entrevistó, me preguntó cómo la visualizaba a cuatro años; tiene que cambiar el aspecto, por supuesto. Acabo de venir de una reunión del comité de adquisiciones; tenemos muchos libros repetidos, que en ese sentido podemos colaborar con las bibliotecas públicas. Y son libros buenos, personalmente soy enemigo de dar libros que no tengan una función activa. Decir que en 20 años ya no van a caber libros... hay que pensar que mucha de la información va a cambiar, sucede en todas partes del mundo. El trabajo que realizamos puede tener relación con el de la Biblioteca de México, porque en la medida que podamos contribuir a digitalizar los fondos de la Biblioteca Nacional darán acceso a los periódicos desde la insurgencia hasta el de ayer.

-¿Hay espíritu de colaboración? ¿Se han reunido?

-Sí, vino la señora (Sara) Bermúdez hace unos meses, y el maestro Von Siegler. No llegamos a ningún acuerdo, pero yo planteé esa necesidad: la Biblioteca Nacional necesita esos recursos para digitalizar. Como creí entender el proyecto, ella planteaba una biblioteca como la de Copenhague, que es más virtual.

-Pero cumpliendo las funciones de la biblioteca pública...

-Digamos que complementando las funciones. Que el material de la Biblioteca Nacional pueda estar a disposición. Por ejemplo, los incunables. Un niño que necesite hacer una tarea sobre los incunables o conocer cómo eran las capitulares en el Renacimiento, lo podrá acceder si se digitaliza. Creo que cambia el concepto de conservación.