VIERNES Ť 7 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Una de las balas fue disparada del vehículo en que se encontraba: defensores

Nuevo hallazgo pericial en el crimen del funcionario de BC

Ť La procuraduría estatal habría escondido la evidencia

JORGE CORNEJO CORRESPONSAL

Tijuana, BC, 6 de septiembre. Nuevas inspecciones periciales practicadas por la defensa de los presuntos asesinos de Alejandro Manjarrez, secretario particular del gobernador de Baja California, Alejandro González, indican que uno de los ocho impactos de bala que muestra el vehículo oficial en el que viajaba el funcionario es de salida y no de entrada, como afirma la Procuraduría de Justicia del Estado.

Trascendió además que la dirección de Servicios Periciales de la procuraduría localizó el mismo día de los hechos un cartucho percutido dentro de la camioneta oficial y se ocultó esa evidencia.

La nueva prueba encontrada por el abogado perito Francisco Castro Trenti, ex director de Servicios Periciales de la PGJE, corrobora la versión de los inculpados Víctor Rodríguez y Jorge Eduardo Ronquillo, pero este jueves fue rechazada por el procurador de Justicia del estado, Juan Manuel Salazar Pimentel.

Los indiciados refirieron el pasado martes a la juez Leticia Larrañaga Vizcarra haber sido agredidos a tiros desde uno de los dos vehículos del gobierno del estado que estuvieron presentes la madrugada del domingo, cuando ocurrió el incidente.

De acuerdo con esas declaraciones corroboradas por los trabajos periciales, además de la camioneta tipo Suburban, que conducía Manjarrez, también habría participado en los hechos un vehículo tipo patrulla en el que -según versiones- viajaban escoltas del gobernador del estado.

Los dos inculpados coinciden en que desde la camioneta tripulada por Manjarrez se les marcó el alto luego de una breve persecución y se les amenazó con una pistola cuando viajaban por el bulevar Insurgentes, en la delegación municipal de La Mesa.

Fue entonces cuando Víctor Rodríguez, temiendo ser víctima de una agresión sacó una pistola calibre 380 y comenzó a disparar hacia la camioneta Suburban e hirió de muerte al servidor público.

No obstante, la versión de la procuraduría establece que fue Ronquillo quien, sin motivo aparente y en estado de intoxicación con mariguana, cocaína y alcohol, accionó el arma en al menos ocho ocasiones contra la camioneta del gobierno del estado mientras conducía el vehículo sedán 2001 a unos 60 kilómetros por hora por el bulevar Insurgentes con uno de sus neumáticos traseros reventado.