LETRA S
Septiembre 6 de 2001

Cuenta Conmigo

Juan Manuel

Recientemente me enteré de que uno de mis mejores amigos salió positivo a la prueba del VIH. No lo supe por él, sino por otro cuate más íntimo que me lo platicó con lágrimas en los ojos. No estaba yendo a la universidad y se negaba a hablar con los demás. Después de mucho insistirle aceptó recibirnos en su casa. Al principio no sabíamos qué decir, pero creo que un fuerte abrazo dice más que mil palabras. Después hablamos de sus opciones, tratando de ser optimistas. Mencionamos los nuevos tratamientos, pero fue cuando se exasperó y exclamó:

--¿Y tú crees que yo, a mis 18 años, quiero pasar el resto de mis días atacándome de chochos?

Dejamos su casa con un sentimiento de congoja, el corazón apretado, y muchas preguntas girando en nuestras cabezas: ¿Cómo fue que un cuate que tenía toda la información a la mano se descuidó así nomás? ¿Cómo se infectó?

Luego de un rato de silencio, la discusión se desató.

--Es que casi no ha habido campañas efectivas, dirigidas a la comunidad de jóvenes gays.

--Sí, por eso muchos piensan que es una epidemia de señores, que a nosotros no nos va a tocar.

--Además casi no hay sitios de reunión y esparcimiento para nosotros. En cuanto cumplimos 18 años nos volvemos "carne de discotheque". ¿Cuántos de nosotros hemos cogido sin condón bajo los efectos del alcohol?

Nos quedamos callados. Parece que todos teníamos algo que ocultar.

Al llegar a casa consulté algunas estadísticas. En Estados Unidos hay una nueva epidemia de VIH/sida entre adolescentes gays. De México, sabemos que la edad promedio de los casos registrados es de 25 años. Es decir, que muchos de ellos se infectaron cuando aún eran adolescentes, durante sus primeras relaciones sexuales. Sentí ganas de llorar de rabia. No pude dormir. Pero al día siguiente, al clarear el alba, tomé una decisión: iniciar yo mismo y convocar a todos mis amigos a una campaña de jóvenes contra el VIH. Difundir la información que tengo, y que a otras personas de mi edad no está llegando. Hablar de sida, informar. Ya sé que no basta la información para lograr que la gente se cuide. La conciencia y el cambio de actitudes vendrán después, pero es indispensable dar el primer paso. Y tú, ¿tienes dudas, deseas saber cómo protegerte del VIH? Asiste a nuestro grupo. A gente como tú es a quien estamos esperando. Recuerda que no estás solo. Cuenta conmigo.

Jóvenes Gay y Familias es un proyecto de coparticipación entre Letra S y DIF-DF
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