Ť Por tercer día consecutivo hubo enfrentamientos entre unionistas y policías
Lanzan protestantes una bomba molotov contra unas cien niñas católicas en Belfast
Ť El atentado, condenado por todos los líderes políticos y religiosos de Irlanda del Norte
DPA, AP Y AFP
Belfast, 5 de septiembre. Al menos cien niñas católicas, que se dirigían acompañadas por sus padres a su escuela ubicada en una zona de mayoría protestante en Belfast, fueron atacadas por tercer día consecutivo por dos centenares de unionistas.
Los agresores lanzaron una bomba molotov contra las menores sin que ninguna de ellas resultara herida, pero los enfrentamientos con la policía norirlandesa tuvieron saldo de dos uniformados lesionados.
El ataque fue perpetrado en momentos en que los católicos
y la policía eran apedreados por residentes del sector de Glenbryn,
en el área mayoritariamente protestante de Ardoyne, en el norte
de Belfast.
Por tercer día consecutivo la policía y
fuerzas de seguridad debieron montar un gran operativo para garantizar
un corredor seguro de varios cientos de metros hasta la escuela, a la que
se llega atravesando una calle que pasa por el barrio protestante.
La bomba hirió a un agente en una pierna, mientras que otro sufrió lesiones en un oído cuando se produjo la detonación cerca de las niñas y sus padres, que se dirigían a la primaria Holy Cross.
El atentado fue reivindicado por los De-fensores de la Mano Roja, nombre utilizado por la Asociación de Defensa del Ulster y por la Fuerza de Voluntarios del Ulster.
Las autoridades informaron que detuvieron a tres hombres que podrían estar relacionados con la explosión.
La noche del martes fueron lanzadas en enfrentamientos callejeros en Belfast 15 bombas incendiarias y 250 cocteles molotov, asimismo un total de 41 policías y dos soldados resultaron heridos, y cuatro automóviles fueron incendiados.
El cura Aidan Troy, presidente del consejo que dirige el colegio y que acompañaba a las pequeñas, aseguró que todo el mundo estaba "absolutamente aterrorizado y me causa pesadillas sólo pensar que pudo ha-ber sido herida una niña de cuatro años".
Billy Hutchinson, diputado protestante local en el Parlamento regional de Irlanda del Norte, se mostró indignado: "Me avergüenzo mucho hoy de ser unionista, luego de haber visto cómo esta gente atacó a pe-queñas niñas católicas".
"Ellos (los protestantes) que esperaban que pasaran las niñas son los responsables", dijo una consternada madre a la televisión Sky, y agregó: "No creo que pueda seguir soportando más, no puedo poner a mi niña en este peligro".
El atentado de este miércoles fue condenado por todos los líderes religiosos y políticos de diversos credos e ideologías de Irlanda del Norte.
Sin embargo, los manifestantes protestantes afirmaron que continuarán acosando a las estudiantes hasta que los católicos dejen de atacar sus casas, edificadas a un lado de la escuela, en el barrio predominantemente católico de Ardoyne.
Ante esta situación, el ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, interrumpió sus vacaciones y exigió este miércoles que finalicen las manifestaciones y que se reanude inmediatamente el diálogo entre las partes.
En un comunicado recibido en Londres, Reid también advirtió contra un regreso de la barbarie al Ulster y saludó los "comentarios de dirigentes políticos que condenaron la violencia".
"Los niños no tienen porqué pagar el precio del fracaso de los adultos en lograr vivir juntos y los policías tampoco", indicó.
El atentado de hoy se da en el marco de un difícil proceso en Irlanda del Norte para lograr la paz entre los grupos armados y políticos que apoyan a los republicanos ca-tólicos ?que buscan la independencia? y los que apoyan a los protestantes unionistas, que desean que Gran Bretaña continúe gobernando la provincia.