JUEVES Ť 6 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

MEXICO S.A.

Carlos Fernández-Vega

LOS DUEÑOS DE los ingenios azucareros exigieron al gobierno federal "apoyo inmediato" para solucionar el delicado problema que enfrentan esas unidades productivas: la enorme deuda que, en las condiciones actuales, "es impagable".

LA PETICION DE los dulces empresarios se fundamenta en el hecho de que 90 por ciento de los 60 ingenios en operación se encuentran al borde de la quiebra y la deuda del sector supera los 10 mil millones de pesos, de acuerdo con lo expuesto por la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera (CNIAH), organismo que formalmente presentó su plan integral de rescate (PIRIA) a las cuatro secretarías de Estado involucradas en el manejo y solución del problema sectorial (Hacienda, Comercio, Trabajo y Agricultura).

ESTA EXIGENCIA NO fue hecha por los empresarios Enrique Molina Sobrino, Juan Gallardo Thurlow, Alberto Santos, Teresita Machado u otros industriales del ramo antes de que el gobierno del cambio tomara la decisión de "expropiar" sus respectivos feudos el pasado lunes, sino por la CNIAH en junio de 1995, organismo que solicitaba nuevos créditos con tasas de interés reducidas, "que nos permitan renegociar nuestro adeudo con la Financiera Nacional Azucarera".

EN REALIDAD, LA petición no fue nada novedosa, dado que se integró a la interminable, kilométrica lista de solicitudes, peticiones y exigencias que en ese sentido presentaron los dulces industriales del ramo, a lo largo de casi siete décadas, al gobierno federal (en turno) para que los sacara del "hoyo", porque la "enorme deuda" no los dejaba vivir ni "progresar". La de hace seis años la llevaron, formal y públicamente, al entonces presidente Ernesto Zedillo, quien tomó la sabia decisión de "fortalecer" a los ingenios azucareros por medio de más deuda que, como en los casos anteriores, nunca se cubrió. Los empresarios, felices, incrementaron sus fortunas, los ingenios se hundieron un poco más y la cartera crediticia de los organismos financieros del sector público se "hincharon" de créditos vencidos.

ESA FUE LA actitud del presidente de los chistes malos, pero no fue la única. Carlos Salinas de Gortari regresó los ingenios a manos privadas, "con la firme determinación de mi gobierno de iniciar un proceso modernizador dentro de la industria azucarera, que revierta el deterioro en que ha caído y haga resurgir a este sector para recuperar niveles de exportación". Choros aparte, las centrales productivas se mantuvieron en el "hoyo", pero eso sí, después de hacer pública su "firme determinación", el gobierno autorizó un generoso aumento en el precio del azúcar.

UNA PRIMERA REVISION de esos acontecimientos llevaría a la conclusión de que los gobiernos mencionados no dieron una -lo cual es cierto-, pero, como en ocasiones anteriores, el peine ya salió a relucir: dicen diputados panistas que Salinas de Gortari y Zedillo recibieron financiamientos de los industriales del azúcar para el desarrollo de sus respectivas campañas políticas a la Presidencia de la República.

POR ELLO, SOSTIENEN los legisladores, "está abierto un proceso en el que se indaga cómo se dio la privatización de las empresas del sector y por qué ciertas personas, como Enrique Molina Sobrino, resultaron beneficiadas sin que pagaran los activos que adquirieron; ya existen demandas civiles y penales contra los ex propietarios de las empresas; las indagatorias van hasta 1991, año en que se privatizó la industria con muchas irregularidades, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari; esta situación continuó con Ernesto Zedillo, quien incluso recibió favores de Enrique Molina Sobrino -financió parte de la campaña electoral del priísta-, además de que el hermano del ex mandatario, Rodolfo Zedillo Ponce de León, se benefició del producto, ya que dirigió al Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe Exportadores de Azúcar (Geplacea)".

BERNARDO PASTRANA, DIPUTADO panista, sostuvo que "si bien es posible encontrar delitos que ya prescribieron, es importante que se denuncie lo que hicieron Ernesto Zedillo y Carlos Salinas para que sean juzgados por la sociedad; las acciones emprendidas por la Procuraduría General de la República también van dirigidas a los créditos que obtuvieron los empresarios para adquirir los ingenios azucareros y cómo desviaban subsidios de exportación para beneficiar otras de sus industrias, lo cual debe ser sancionado penalmente, y en ello tiene que aclararse cuál fue la participación de los ex presidentes, ya que hay elementos que indican que aprovecharon la situación de la industria para su propio beneficio y, por tanto, también son sujetos para ser juzgados."

ES UNA MARAVILLA constatar cómo en este país todo se descubre, aunque tardíamente; todo puede ser sancionado penalmente, aunque cuando por fin la autoridad se anima, pues resulta que el delito ya prescribió; todos los empresarios corruptos son denunciados, pero no se les alcanza a tocar ni con el pétalo de una rosa. (Si alguien tiene dudas, consulte la sección amarilla de los "hombres de negocios" chanchulleros -v.g. Cabales, Divinos y conexos.)

NO HAY QUE olvidar que en noviembre de 1987 Enrique Molina Sobrino formó parte, junto con otros distinguidos empresarios, de la priísta Comisión de Financiamiento y Consolidación Patrimonial del Distrito Federal, que aportó generosas cantidades a la campaña del amigo de sus amigos, Carlos Salinas de Gortari. Algunos de los "hombres de negocios" que participaron con el yucateco en tan distinguida actividad fueron Angel Borja Navarrete, Antonio Ariza Cañadilla, Pablo Brener Brener, José Carral Escalante, Juan Elek Klein, Augusto Elías Panllada, José González Bailo, Ricardo González Cornejo, Julio Gutiérrez Trujillo, Antonio Gutiérrez Prieto, Carlos Kretschmer Smith, Eduardo Legorreta Chauvet, Antonio Madero Bracho, Anuar Name Yapur, Carlos Peralta Quintero, Enrique Rello Vega, Ernesto Rubio del Cueto, Isaac Saba Rafoul, Fernando Senderos Mestre, Nicolás Zapata Cárdenas y Patricio Zapata Gómez.

TODO SEA POR la democracia y, desde luego, los jugosos negocios con y desde el poder.

Las rebanadas del pastel:


NUEVO CAMBIO DE cifra: el "pesimista" Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México, aseguró ayer que la economía mexicana ya no va a recibir estrellita, porque crecerá menos de uno por ciento en 2001, "algo cercano a lo que analistas están prediciendo"... En 2000, el incremento del producto interno bruto fue de 6.9 por ciento.

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