MIERCOLES Ť 5 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Los municipios de Camotán y Jocotán, en Chiquimula, dos de los más afectados

La etnia guatemalteca chorti, asolada por la sequía, sobrevive con hierbas y tortillas

Ť Según datos oficiales, la falta de lluvias ha dañado a un total de 12 mil 978 familias

AFP

Camotan, Guatemala, 4 de septiembre. Miles de indígenas guatemaltecos de la etnia chorti, asentados al este del país y afectados severamente por la sequía que destruyó hasta 90 por ciento de sus cultivos, sobreviven comiendo sólo hierbas y tortillas con sal, observó este martes un periodista de la Afp.

La falta de lluvias secó casi totalmente las siembras de frijol y maíz, sus alimentos básicos, y lo poco que cosechan no alcanza para comer, por lo que han recurrido a diferentes hierbas para no morir de hambre, explicaron varios campesinos a periodistas de la Afp durante un recorrido por varios poblados.

Los afectados pertenecen a los municipios de Camotán y Jocotán, en el departamento de Chiquimula, 207 kilómetros al este de la capital, dos de los más dañados por la sequía -que oficialmente ha afectado a 12 mil 978 familias en todo el país- y donde este año han muerto 46 personas por desnutrición .

"La situación está dura por estos lugares, muchos estamos comiendo hierbas y tortillas con sal por la pobreza y la sequía que nos afectó", lamentó Ladislado Guerra, poblador.

Según Guerra, en otros puntos más retirados la situación "está más fregada, porque la gente sólo está comiendo una vez cada dos días" debido a que la falta de lluvias hizo que las hierbas y el maíz no crecieran.

Camotán y Jocotán son fronterizos con Honduras, donde la mayoría de la población es de la etnia chorti, una de las 23 del país. Viven del autoconsumo de frijol y maíz, pero durante la producción de café emigran a la costa sur del país o de Honduras.

"Aquí no tenemos ningún apoyo local ni del gobierno, prácticamente estamos abandonados, incomunicados, sin electricidad y para hacer más grande nuestra desgracia, 75 por ciento de la cosecha del maíz se perdió", lamentó el presidente de vecinos de la Aldea Despoblada, en Camotán, Rode Manchamé.

La aldea carece de agua potable y carretera, y sólo se llega a ella caminando durante 45 minutos y cruzando el río Juplingo.

Este martes, hambrientos pobladores vieron llegar la primera ayuda alimentaria que atravesó el difícil camino. Grupos de voluntarios distribuían paquetes con diez libras de maíz, cinco de frijol, azúcar, pastas, aceite, harina de trigo y pan, enviados desde la capital por grupos sociales y empresarios aglutinados en el Movimiento de Solidaridad.

Los aldeanos viven en chozas de tallos de bambú cubiertos de lodo y techos de palma y piso de tierra; ahí cocinan, comen y cuelgan las hamacas donde duermen.

Anacleta Olores tiene nueve hijos, tres de ellos enfermos de diarrea. "Ya no soporto la situación", dijo cansada, pues sus hijos están enfermos desde hace 20 días.

El cuadro de los infantes es similar al de los 36 niños desnutridos del Dispensario Bethania, en Jocotán, algunos de ellos hinchados y otros con la piel pegada a los huesos.

El sacerdote de Jocotán, el belga Juan María Boxus, dijo que en sus 30 años a cargo de la parroquia "nunca había visto una situación igual", y lo más lamentable es que el año próximo podría ser más difícil, dijo.

Según funcionarios del Programo Mundial de Alimentos (PMA) y el Ministerio de Agricultura, la falta de lluvias dañó seriamente 48 municipios de los departamentos de Zacapa, El Progreso, Jalapa, Jutiapa, Chiquimula, Santa Rosa, Suchitepéquez, Retalhuleu y Baja Verapaz. El estudio destacó que hay 12 mil 702 familias afectada por la sequía al perder entre 80 y 100 por ciento de sus cosechas.

El gobierno de Guatemala decretó este lunes estado de calamidad pública, lo que implica medidas urgentes para atenuar los efectos de la crisis provocada por la sequía y otros fenómenos naturales.