MIERCOLES Ť 5 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť No podemos permitir el abstencionismo y menos que la violencia sea el camino, exponen
Llaman obispos de Michoacán a superar vicios en los comicios de noviembre
Ť A la migración y pobreza se suma la globalización, que acrecienta la desigualdad social, dicen
JOSE ANTONIO ROMAN
En una carta a los partidos políticos, a los candidatos a diputados, alcaldes y gobernador del estado de Michoacán, los obispos de las siete diócesis católicas de aquella entidad advirtieron que los nuevos tiempos que vive el país piden a los mexicanos superar los vicios electorales del pasado. "No podemos dejar que triunfe el abstencionismo, pero tampoco podemos permitir que la violencia sea el camino de solución a diferencias y desacuerdos".
De 27 páginas y 73 puntos, la instrucción pastoral hace un análisis de la situación que vive la entidad, donde a los problemas añejos de pobreza, migración y narcotráfico se suman los nuevos desafíos generados por el proceso de globalización, que acrecienta la desigualdad social y acelera la destrucción del medio ambiente.
Titulada Democracia, participación y ciudadanía, la carta episcopal insiste en que aún cuando se ha avanzado en el respeto a la voluntad popular, la construcción de la democracia en los estados y en el país mismo, "no es una tarea acabada". Llamó a los partidos, al gobierno, a las autoridades electorales y a los ciudadanos en general a respetar la ley en beneficio de todos.
Al adelantarse a las posibles críticas por la emisión de la carta, la jerarquía eclesiástica de Michoacán aclaró que su interés en la construcción de la democracia a través de la participación ciudadana "no debe entenderse como la reivindicación de un privilegio, sino como el ejercicio de un derecho, que forma parte también de la libertad religiosa" a la que tienen derecho las iglesias y todos sus miembros.
Al avizorar una competencia cerrada en los comicios del 11 de noviembre, donde se renovará el Poder Ejecutivo, el Congreso local y los ayuntamientos, los prelados señalan que en este momento histórico la pluralidad política del país y de Michoacán exige a quien resulte gobernador del estado un profundo sentido de la equidad.
El futuro gobernador debe ser capaz de ver a todos los municipios por igual. "No es justo que un municipio sea discriminado por su opción política, ni que un municipio se automargine por la diferencia partidista. De quien tiene la tarea de gobernar el estado se espera una gran madurez política y de manera especial que sepa conciliar su origen partidista con su responsabilidad pública."
Hoy en día, agregan los obispos encabezados por el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, ningún partido puede pretender la verdad absoluta, ni la solución a los problemas de la comunidad. Esto exige apertura al pluralismo, tanto del partido como en su relación con otras instancias de participación social y política.
"Es necesario aceptar el disenso como posibilidad y como un reto para alcanzar la unidad en la diversidad." Incluso pide a los partidos aprender a ser oposición, que, más que un fracaso, es una excelente oportunidad para la autocrítica y la renovación interna de la militancia y de las propuestas.
La carta, que este fin de semana empezó a ser distribuida a los diferentes candidatos a puestos de elección popular a través de sus respectivos partidos, llama a todos los ciudadanos y sectores sociales a participar en el ámbito de su competencia y dentro de la ley. A los ciudadanos, por un lado, los exhorta a votar conforme a los compromisos de su estado de vida, a los sacerdotes y religiosos, a abstenerse de participar en política partidista.
"Los tiempos nuevos piden de quienes gobiernan, que lo hagan no para un partido sino para todos; que se ganen con su honestidad y con su imparcialidad la adhesión de quienes no votaron por ellos; que sus colaboradores lo sean no por compromisos de campaña sino porque son los más calificados para el servicio que se les pide", dice la carta, la cual invita a una campaña de oración por un proceso electoral que se desarrolle en un clima de paz, verdad y justicia.
Además del arzobispo Suárez Inda, los firmantes son: Carlos Suárez Cázares, de Zamora; Rogelio Cabrera López, de Tacámbaro; Miguel Patiño Velázquez, de Apatzingán; Carlos Garfias Merlos, de Ciudad Altamirano; Salvador Flores Huerta, de Ciudad Lázaro Cárdenas, y Leopoldo González, obispo auxiliar de Morelia.