MIERCOLES Ť 5 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

PAGINA 9

Lourdes Galaz

Relajado, Bush recibe hoy a Fox

Los senadores no leen el Post

Años para un acuerdo migratorio

Dos vecinos en confianza

En la primera sesión legislativa, los senadores de todos los partidos lograron ayer su primer acuerdo por unanimidad. Panistas, priístas, perredistas y verdes votaron por una propuesta que presentó Raymundo Cárdenas (PRD-Zacatecas). Por supuesto que la iniciativa no es de origen perredista, es un pronunciamiento que se orquestó en la Comisión de Relaciones Exteriores, que preside Silvia Hernández (PRI-Querétaro) y en realidad coordina Fernando Margáin (PAN-Nuevo León). Los senadores se pronunciaron porque en su visita de Estado a Washington y su discurso ante el Congreso de EU, el presidente Fox impulse una negociación entre legisladores de las dos naciones para alcanzar un acuerdo bilateral en materia migratoria. Con toda parsimonia, el senador Cárdenas razonaría en tribuna que hay preocupación en esa Cámara por garantizar y defender los derechos de los mexicanos que cruzan la frontera en busca de trabajo.

Pareciera que el Senado se sube en la ola mediática del encuentro Bush-Fox, o bien que los senadores no son aficionados a la lectura, y menos a la de The Washington Post, como recomienda el canciller Jorge G. Castañeda. Ayer, el diario estadunidense publicó declaraciones de Vicente Fox en las que habría asegurado que "un acuerdo migratorio que valga la pena se llevaría de cuatro a seis años". Ya está previsto que este jueves Bush y Fox acordarán sólo un "marco de principios" para lidiar con los problemas de los migrantes, pero la negociación del acuerdo está resultando más complicada de lo que se esperaba, como ha reconocido reiteradamente la Casa Blanca. Según The Washington Post, Bush y sus consejeros recién advirtieron que la reforma migratoria deberá desarrollarse lentamente, y quizás hasta sea conveniente presentarla por etapas a la consideración del Congreso. Y eso que, no hace mucho, el canciller Castañeda aseguró que México podía aceptar "toda la enchilada o nada".

Ayer mismo, Bush dijo a un reportero que recién habló con el presidente Fox para explicarle que "el acuerdo para migrantes es un tema muy complejo", y "llevará algún tiempo poner sobre la mesa del Congreso todos los diferentes intereses". Adelantó que en su encuentro, "examinaremos un programa de trabajadores invitados, que beneficie tanto a los estadunidenses como a México". En ese tenor, Fox declaró al Post que como las dos administraciones "apenas comienzan", hay tiempo para una negociación que se llevaría años. Y es que los tiempos políticos de los vecinos no coinciden con los mexicanos. Cualquier avance en el acuerdo migratorio podría ser después de las elecciones legislativas de noviembre de 2002, cuando la administración Bush estima que los republicanos llegarían a ser mayoría en las cámaras. Por lo pronto, la Casa Blanca hizo un sondeo entre los legisladores y no hay disposición para regularizar el estatus de los mexicanos que ingresaron al país ilegalmente.

Dor acá, es el Senado el que avala la política exterior del Ejecutivo, y los senadores con escaños hasta 2006 urgen negociaciones entre los congresos para legislar en cuestiones migratorias. Los legisladores dicen que hacen cuentas: con el explosivo crecimiento de la población mexicana en Estados Unidos registrado en los últimos años, y a sabiendas de que con sus votos podrían definir la relección de Bush en 2004, el gobierno de México debe insistir en un acuerdo para migrantes que legalice a más de tres millones de indocumentados que tienen años de residencia del otro lado de la frontera. Los sufragios latinos en Estados Unidos crecieron de 4.6 por ciento, en 1996, a 5.4 en 2000. Unos 5.5 millones de hispanos votaron en las elecciones estadunidenses en 1994, contra 8 millones el año pasado. La mayoría de la comunidad latina está compuesta por mexicanos.

Tal vez por esta situación, y aprovechando la buena vibra entre los presidentes de los dos países, es que la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado mexicano consideró de urgente y obvia resolución votar el pronunciamiento por "un acuerdo bilateral que permita la legalización de los trabajadores indocumentados, ampliar el número de visas para residentes y poner en marcha un programa de trabajadores temporales en territorio estadunidense". O fue quizás que los senadores, oportunos como son, conocieron antes de la sesión legislativa el informe de la Comisión Binacional México-EU, que habría filtrado la cancillería mexicana, en el que se sugiere que "México debe ser tratado como un caso especial por parte de Estados Unidos en los asuntos de migración, y Washington debe suspender la construcción de muros a lo largo de la frontera y sustituir el mecanismo unilateral de certificación antidroga".

Sobre el asunto de los narcóticos, del que los funcionarios mexicanos no quieren hacer mención para "salvar de la narcotización" las relaciones bilaterales, habrá poco qué comentar en el encuentro Bush-Fox. Y es que la Casa Blanca está más que satisfecha con las acciones de cooperación policiaca con México, que tanto publicita el foxismo. "Los mexicanos han logrado resultados encomiables en los últimos meses", afirma el Departamento de Estado. Y enumera: se arrestó al ex gobernador de Quintana Roo, "quien ahora espera que lo juzguen por cargos de drogas". También, se lee en uno de sus informes, "gracias a la cooperación de agentes estadunidenses y mexicanos, se han hecho avances en la guerra contra los grandes cárteles de las drogas, como el del Golfo, y la mafia de los Arellano Félix". Igualmente, desde que Bush y Fox asumieron el poder, los responsables de la justicia en sus países (John Ashcroft y Rafael Macedo de la Concha) tienen un programa de intercambio muy intenso. Confirma el Departamento de Estado: existe el acuerdo de enviar a un fiscal de cada país al otro "para que se familiaricen con el sistema judicial de su vecino".

Por cierto, The New York Times, otro de los periódicos estadunidenses al que
Fox concedió una entrevista previa a su viaje a Washington, indicó que el mandatario mexicano ha chocado con la realidad política del país y no ha podido cumplir sus promesas. El neoyorquino publica ayer un texto con la firma de Vicente Fox. Refiere que llegará a Estados Unidos "llevando algo nuevo en mi portafolios; no será otra petición, queja o cualquier tipo de solicitud... Lo que traigo es simple: confianza". Tan simple como su argumento: "la democratización de México puede hacer que las relaciones con EU estén basadas en la confianza y en objetivos comunes, donde las diferencias políticas pueden ser resueltas sin rencor". Y si Fox llega tan confiado a Washington, en la Casa Blanca lo recibe un hombre más que confiado, muy descansado. George W. Bush, que despacha más tiempo en su residencia de Texas que en la oficina Oval, regresó el jueves pasado de unas vacaciones de 27 días. Pero no llegó directamente a su oficina, arribó a Camp David, donde pasó el fin de semana. Para recomenzar sus tareas presidenciales, Bush viajó a Michigan el lunes y celebró el Día del Trabajo con el sindicato de transportistas y su influyente líder Joffa, tan opuestos al paso de los camiones mexicanos por carreteras estadunidenses... Por cierto, la del jueves será la primera sesión del Congreso en Washington, y Fox pronunciará su discurso ante unos legisladores relajados, luego de las vacaciones de verano.

EN TRES TIEMPOS

Y ya nos volvieron a saquear

Universidad indígena en Sinaloa

La banca y sus ganancias

POR SI USTED no lo sabía, el secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, aseguró que la expropiación de 27 ingenios azucareros será de gratis para los contribuyentes. En serio, el funcionario afirmó: "el costo será de cero". Nadie está obligado a creerle luego de los rescates a la banca, las carreteras, los aeropuertos, etcétera. Y es que a Usabiaga se le olvida que, por lo menos, con cargo al fisco y a los contribuyentes están anotados los 25 mil millones de pesos que los consorcios azucareros adeudan a la banca de desarrollo, al IMSS, a Hacienda, a la Comisión Nacional del Agua y a otras instituciones. Y todavía habrá que esperar que la Comisión Nacional de Avalúos informe qué se puede rescatar de esos 27 ingenios que, según el propio secretario de Hacienda, no sólo tienen un problema de liquidez, también "son insolventes y están en ruinas". Ya nos volvieron a saquear.

ALLA EN MOCHICAHUI, Sinaloa, ayer se abrieron los primeros cursos del llamado Instituto de Antropología Universidad. Y los 900 alumnos de Sonora, Chihuahua, Nayarit, Baja California, Sinaloa, estado de México, Zacatecas, Oaxaca y Chiapas se reconocieron en su interés por el desarrollo y la alta capacitación de los jóvenes de las comunidades indígenas. Una vez formalizados los trámites jurídicos, esta institución se constituirá en la primera universidad autónoma indígena de México. El plantel se abrió con una oferta educativa de ocho licenciaturas: etnosicología, turismo empresarial, ingeniería en sistemas computacionales, derecho fiscal y contabilidad, entre otras. Por lo pronto, se informa que este proyecto está impulsado por el gobernador Juan S. Millán, en atención a las demandas de los grupos indígenas que pueblan Sinaloa... y dicen que nomás en la ciudad de la esperanza hace aire.

EL COMPAÑERO SAMUEL Smichdt, quien aparece por estas páginas jornaleras un lunes sí y otro no, me comenta que ahora los bancos han impuesto nuevas comisiones para manejo del dinero. Y cuenta que si un usuario requiere efectivo, en el cajero automático sólo puede sacar hasta 3 mil pesos. Pero si se apersona en una ventanilla del banco y tramita la entrega de 3 mil 100 pesos, o más, la institución cobra por ese servicio cinco pesos, más el IVA. Haga su propio cálculo, compañero, pues según los que saben de números, usted, el amigo Schmidt o cualquier mortal usuario le pagaría al banco alrededor de 845 pesos anuales, simple y sencillamente porque le guarden por unos días el dinero. Como la gran mayoría de las empresas, por seguridad de todos, pagan a sus trabajadores con depósitos en cuentas de nómina, los bancos ganan y ganan. Dice Schmidt que somos muchos miles, millones, los paganos. Y pregunta: ƑQuién nos ayudará a frenar esa conducta abusiva de los bancos? Se lo dejo de tarea.

Ilustración: Mauricio Gómez Morín / Serie: Tiempo de aguas: meteorito

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