MARTES Ť 4 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Practico futbol americano para descansar del atletismo, aseguró

Volveré a las pistas; iré a Grecia 2004: Cárdenas

Ť El velocista espera colaborar con el ITESM-estado de México para renovar el campeonato

JORGE SEPULVEDA MARIN

El velocista Alejandro Cárdenas piensa en el futuro. Dice que regresará a las pistas de atletismo porque quiere estar en las finales de los Juegos Olímpicos de Grecia 2004, pero antes desea convertirse en uno de los mejores jugadores de futbol americano con Borregos Salvajes del ITESM estado de México, donde milita desde hace cuatro meses.

Sonriente, de excelente buen humor, pese a las más de tres horas de entrenamiento bajo un inclemente sol, responde que ingresó al deporte de las tacleadas porque era algo que, desde niño, había soñado con hacer, y como toda ilusión ahora que le brindan la oportunidad no la desaprovechará, ya que quizá nunca se le vuelva a presentar.

Sí, sabe de sobra que un golpe duro o una mala caída puede ocasionarle una nueva lesión, pero eso es parte del show. "Déjame decirte algo, me voy a levantar y así como salí de las lesiones del atletismo, deberé levantarme cuando me tiren en el americano", responde con la seguridad de ser un atleta modelo.

Enfundado en su uniforme azul marino y con el casco y sus protectores de material sintético a un lado, el rapado corredor suda, ya que luego de terminar la preparación normal, se quedó otros 40 minutos en el terreno de juego sintético practicando atrapadas y evasión de los rivales, aptitudes que no se pueden adquirir en 160 días de trabajo.

Sus nuevos aliados

cardenas_footballCárdenas platica que su esposa, campeona nacional de altura, Romari Rifka y el bebé que en unos meses nacerá, son su nueva fuente de inspiración para hacer cada vez mejor su trabajo, para sentirse con el compromiso de "descansar" en el americano y porque lejos de pensar si será niño o niña, "lo único que quiero es que nazca bien. Ese sería mi mayor anhelo".

De su compañera sentimental con quien ahora vive en casa propia -ya que desde hace un año dejó las instalaciones del Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM)-, admite que pasa buen tiempo platicando, se van de paseo cada que pueden, pero lo mejor es que ambos están ilusionados en su futuro hijo, al que cuidarán y llevarán en la vida con todo lo que mejor que se pueda dar.

A los 26 años de edad, con 90 kilogramos de peso y todas las ganas por ayudar a los Borregos Salvajes para volver a coronarse campeones del grupo de los diez grandes del futbol americano de México, anticipa que desde que vive con Romari y después de que ambos supieron que serían padres, no ha parado de pensar en que es una nuevo y maravillosa sensación, que lejos de darle miedo, sabe que será una gran responsabilidad compartida.

CIMA lo sigue apoyando

Aunque se le cuestionó que el Compromiso Integral de México con sus Atletas (CIMA) anunció su salida del programa, respondió que no era así, ya que se le da su beca como desde hace varios meses, por lo que no tiene preocupaciones en lo económico, ya que además tiene el patrocinio de una marca de anteojos ?que renovó este año--, el apoyo del Ejército y del estado de México.

Además, el mejor corredor mexicano de los 400 metros planos obtuvo ganancias nada despreciables en las competencias internacionales donde ha participado, como ocurre con cualquier otro atleta de su nivel.

Respecto a su relación con los medios de comunicación, admite que para entregarse por completo al atletismo deberían ponerse tiempos para hablar con la prensa.

Mientras termina de firmar autógrafos a los niños, asegura que su vida sigue y se divierte, descansa del atletismo porque ya necesitaba un break. Es más, aunque no ganó medalla olímpica, asegura que en el 2000 corrió siete carreras por debajo de los 45 segundos, fue segundo en el ranking mundial, atrás de Michael Johnson, quien lo invitó a integrarse a su equipo, y no fue porque estaba y está seguro de que en México se pueden hacer campeones y para el 2004 o antes, en el Mundial, podría demostrarlo.

Cárdenas se sabe con el físico y con las ganas de triunfar en el deporte y en su vida.