MARTES 4 DE SEPTIEMBRE DE 2001
Hambruna en Centroamérica
En Guatemala 41 personas han muerto este año por desnutrición, mientras las reservas alimentarias caen en la región
AGENCIAS
Roma, 3 de septiembre. La sequía en América Central, agravada por otros desastres naturales registrados en los últimos dos años, ha empeorado la ya precaria situación alimentaria en las áreas rurales y por lo menos un millón 600 mil de sus habitantes necesitan asistencia urgentemente, advirtió hoy aquí la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).
Los países más afectados por la sequía son El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala, aunque los efectos también se sienten en Costa Rica y se extienden hasta las zonas costeras del golfo de Panamá.
La sequía ha intensificado el ya calamitoso impacto de dos devastadores terremotos en El Salvador a principios de este año, de los destrozos causados en Honduras y Nicaragua a fines de 1998 por el huracán Mitch y de los cierres de plantaciones de café en este último país, a causa de los bajos precios en el mercado mundial.
A raíz de los efectos adversos de todos estos desastres naturales, la cantidad de gente que necesita ayuda alimentaria de emergencia ha aumentado de manera sustantiva en la región y la FAO la situó en un millón 600 mil personas.
Además, si la sequía continúa en la segunda temporada cultivable o huracanes destruyen los cultivos, se registrará una grave situación en torno a la seguridad alimentaria a principios del próximo año. Las reservas alimentarias están mermando y se espera que se agotarán en las próximas semanas, de acuerdo con una estimación de la FAO, que consideró que los cuatro países centroamericanos más afectados reportarán en 2001 una producción agregada de granos de aproximadamente de 2.3 millones de toneladas, casi 8 por ciento inferior al promedio de los últimos años.
Asistencia humanitaria
El Programa Mundial de Alimentos (de la ONU (PMA) y otras organizaciones de ayuda humanitaria ya suministran víveres a las poblaciones afectadas. Tal es el caso de El Salvador, donde han distribuido mil toneladas de alimentos a 20 mil familias en diferentes municipios.
En Nicaragua, también severamente golpeado por desastres naturales, más de 100 mil familias que se encuentran afectadas ahora por la sequía y la crisis de la actividad cafetalera recibirán ayuda por unos 10 mil dólares de parte de la comunidad internacional.
La asistencia será desembolsada por la estadunidense Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el PMA, además de que el gobierno de Nicaragua suscribió hoy un convenio de ayuda por 390 mil dólares con la FAO, destinado a 10 mil pequeños productores de León y Chinandega.
La crisis del café a causa de la baja en el precio del grano y la falta de financiamiento también han contribuido a este déficit alimentario, por lo cual el gobierno se comprometió a atender con alimentos a cambio de trabajo a cerca de mil campesinos que llegaron la semana pasada del interior del país a Managua solicitando tierra y trabajo.
Por si esto no fuera poco, la empresa española Unión Fenosa, que controla parte de la distribución eléctrica de Nicaragua, decidió hoy suspender el servicio de energía eléctrica a la compañía estatal de agua, lo que podría derivar en la escasez total del líquido en Managua, debido a una millonaria deuda pendiente con la compañía española.
En Guatemala, entre tanto, el gobierno del presidente Alfonso Portillo decretó el estado de emergencia por 30 días -sin que se suspendan las garantías individuales- y lanzará un programa para disminuir la pobreza, que afecta a la mayoría de la población, mientras distintas organizaciones e instituciones privadas iniciaron campañas para recolectar comida, medicinas y ropa para llevar asistencia humanitaria a las comunidades afectadas por una hambruna en el este del país, que afecta a unas 50 mil personas del municipio de Camotán, en el departamento de Chiquimula.
El pasado fin de semana trascendió en la prensa guatemalteca que 41 personas han muerto en el presente año por desnutrición en Camotán a causa de la severa sequía que afecta a nueve de los 22 departamentos guatemaltecos.