MARTES Ť 4 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Pueden crear resistencia a enfermedades y dañar el organismo, dice Alberto Lifshitz
Advierte OMS sobre uso irracional de antibióticos
Ť Reconoce que no se cumple la normatividad que prohíbe la venta de esos fármacos sin receta
CAROLINA GOMEZ MENA
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de continuar el uso irracional de los antibióticos, algunos agentes patógenos que en la actualidad son controlables con esas sustancias, dentro de una década podrían haber creado resistencia y por ende causar graves estragos en materia sanitaria entre la población.
Aunado a esto, los antibióticos son medicamentos de uso controlado debido a que su mala prescripción puede originar desde reacciones alérgicas, hasta la muerte, y es por eso que pertenecen al grupo cuatro, según la clasificación nacional, la que indica que sólo se venden con receta.
Pero además de ello, los antibióticos provocan severos daños "ecológicos" en el organismo de quienes los consumen, debido a que "modifican el microambiente, lo que lleva a que se seleccionen bacterias resistentes, ello al generar cambios en la virulencia de algunos microorganismos", explicó Alberto Lifshitz, director general de Medicamentos y Tecnología para la Salud de la Secretaría de Salud (Ssa), quien reconoció que pese a que en México la expedición de estas sustancias está regulada por la Ley General de Salud, éstos suelen expenderse sin receta médica.
Al participar en el Foro Nacional de Antibióticos a Farmacias, organizado por la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), el funcionario explicó que "desafortunadamente" aunque la mencionada normatividad prohíbe y sanciona la venta de antibióticos sin prescripción médica en algunos casos con multas , "lo cierto es que no se cumple adecuadamente".
Al respecto, refirió que para la Ssa es casi imposible hacer valer la ley, porque "sería muy complicado poner un inspector sanitario en las 22 mil farmacias del país", por lo que a esta dependencia sólo le queda, para hacer cumplir la disposición, "apelar a la conciencia de los expendedores y al del público".
Penicilina, el más popular
Lo cierto es que delegar esta responsabilidad en estas personas puede no ser del todo eficaz, más aún en un país como México en el que según algunas encuestas gran parte de la población tiende a automedicarse. Tal vez es por esto que, a decir de Antonio Pascual Feria, presidente de Anafarmex, la penicilina se encuentra entre los "cinco productos más vendidos en farmacias", aunque no hay datos sobre el porcentaje de los que se expenden con receta médica, y menos los eventuales estragos sanitarios que pueden causar.
Y es que en opinión de Lifshitz en el país no hay cifras de estas prácticas violatorias de la normatividad y de las posibles consecuencias en la salud de la población, porque "no tenemos una cultura de farmacovigilancia", lo que implicaría que cuando se tiene un efecto adverso con un determinado medicamento esto sea reportado al médico tratante, y éste a su vez lo haga saber a la instancia sanitaria (en este caso la Ssa), tal y como ocurre en otros países.
Contrarrestan bacterias, no virus
Por el contrario aquí "cuando un paciente resiente un efecto adverso lo que hace es cambiar de médico, y éste no se entera de que hubo consecuencias negativas", explicó.
Así, el uso indiscriminado de los antibióticos, los cuales sólo son efectivos para contrarrestar los efectos de agentes bacterianos y no de virus, que son los que producen las gripes comunes, amenaza, debido a la resistencia que generan en algunas bacterias, con volver infructuoso el combate a ciertas enfermedades. Y también puede echar por tierra lo logrado por décadas de antibioterapia.
Asimismo, Lifshizt dijo que sin duda el descubrimiento de la penicilina por el investigador escocés Alexander Fleming, en 1928, fue uno de los mayores logros del siglo pasado, pues mejoró la salud de la población "al hacer curables enfermedades mortales, tal es el caso de la neumonía".
En opinión de los especialistas también la sobremedicación con antibióticos, y en casos su mala dosificación, también se debe a la proclividad de los galenos a recetarlos, muchas veces presionados por los enfermos, los que fuerzan la situación para recibir una prescripción aunque ésta no sea necesaria. Por esto los médicos no deberían recomendar el uso de antibióticos en los resfríos con irritación de garganta y tos, porque estos padecimientos son causados por virus y no bacterias, por lo que lo único que generan es que eliminan la flora bacteriana del medicado, y con el tiempo provocan el surgimiento de cepas resistentes.