Ť Por su relevancia y antigüedad, el edificio deberá estar bajo vigilancia permanente, aclara

Reversible, el deterioro de obras de arte de la Catedral: Cortés Rocha

Ť Habrá que retirarles el polvo y reponer el oro en retablos, asegura el funcionario del CNCA

Ť La posibilidad de riesgos es ''colateral'' a su restauración monumental: Delgado Lamas

ANGEL VARGAS

La Catedral Metropolitana de la ciudad de México y los bienes artísticos que resguarda se encuentran ''fuera de peligro", asegura el director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Xavier Cortés Rocha.

Sin embargo, aclara que ningún edificio está totalmente a salvo de alguna contingencia y subraya que la catedral deberá estar bajo vigilancia de manera permanente, dadas su importancia y su antigüedad, así como las condiciones estructurales de la construcción y del suelo donde se emplaza.

Exito de los trabajos

Maestro en arquitectura, Cortés Rocha es el responsable de las obras que desde hace 12 años el gobierno federal realiza en ese inmueble para corregir las averías estructurales que podrían incluso ponerlo en riesgo de sufrir daños irreversibles, como derrumbes.

Afirma que en el transcurso de ese tiempo ''los trabajos se han desarrollado con mucho cuidado y éxito" y, por tanto, los elementos artísticos no han sufrido deterioro.

Puntualiza el especialista: ''Los bienes artísticos están en su sitio, tienen polvo que será necesario quitarles, pero no han sufrido más deterioro del que se presenta en cualquier iglesia. Entonces, evidentemente habrá que limpiarlos con todo cuidado, reponer el oro (en los retablos), como se hace en cualquier restauración. Los trabajos se han realizado sin tener que lamentar pérdidas de consideración o que se haya lastimado alguna obra de arte. No hay ningún daño irreversible".

Hundimiento controlado

El coordinador Nacional de Monumentos Históricos del INAH, Raúl Delgado Lamas, señala que ''la posibilidad de peligro de los bienes artísticos" resulta ''colateral" si se considera que los trabajos monumentales realizados a la estructura y subestructura de la catedral le aseguran a ésta su ''trascendencia al futuro".

El también arquitecto sale en defensa del proyecto que el gobierno federal realiza en el inmueble, ante la serie de cuestionamientos que a últimas fechas han sido ventilados de manera pública, entre ellos la instalación eléctrica al aire libre, las cubiertas de plástico inflamable que protegen algunos retablos y piezas artísticas, el cambio de lugar que se ha hecho de algunas de éstas y las deficiencias en la iluminación.

Entrevistados, Delgado Lamas y Cortés Rocha precisan que tales inconvenientes son temporales y se supervisan bajo estrictas medidas de seguridad.

El titular de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural explica que la intervención a la catedral tiene el objetivo de disminuir los hundimientos irregulares que ésta acumuló a lo largo del siglo XX por la extracción de agua de los mantos profundos.

La diferencia máxima que se presentaba a nivel de piso entre un sitio y otro del edificio alcanzaba 2.42 metros, explica, pero en el transcurso de una década se logró que la desproporción disminuyera a 1.50 metros.

Esto fue posible mediante el uso de la técnica de la subexcavación ?cuyo éxito en México le ha valido ser utilizada ahora en la torre de Pisa, Italia?, aclara, la cual grosso modo consiste en hacer grandes pozos o lumbreras (34) y luego, con una especie de tirabuzón, sacar tierra de debajo del edificio para lograr un hundimiento controlado.

De igual modo, abunda, se ha logrado disminuir la tendencia del hundimiento del inmueble por medio del endurecimiento del subsuelo con la inyección de una mezcla de revoltura fina.

Cortés Rocha señala que están en proceso las obras correspondientes al refuerzo de la cimentación y rigidización de la losa a nivel de la feligresía, así como el cierre de grietas en las bóvedas.

La culminación de esos trabajos está prevista para comienzos de 2002 y después se elaborará el plan maestro para terminar la restauración integral del recinto.

Esta etapa final, dice el especialista, consistirá en colocar el piso definitivo, arreglar los atrios averiados, remozar las capillas, renovar la instalación eléctrica, colocar nuevo sistema de iluminación y restaurar los bienes que conforman el tesoro de la catedral: retablos, altares, obras de arte, rejas, coro, órganos, puertas, ventanas, campanas y demás elementos artísticos.

''Será una nueva etapa, pero no sólo en cuanto al tipo de obra sino en cuanto a la forma de hacer las cosas. Porque hasta ahora el gobierno federal ha tenido a su cargo la obra y la realiza con base en las atribuciones que la ley determina, pero tenemos que estar de acuerdo con el signo de los tiempos e invitaremos a otros ámbitos, en particular a la iniciativa privada", adelanta y agrega que esta fase requerirá de por lo menos un lustro.

Condición geométrica recuperada

El funcionario resalta que desde los inicios de su construcción, la Catedral requirió de correcciones en columnas y muros debido al suelo lacustre donde se decidió asentarla. Los ajustes se hicieron más frecuentes cuando se concluyeron las bóvedas.

Además de la actual, describe, durante los últimos cien años el recinto ha requerido tres intervenciones mayores: la primera se remonta al periodo de 1906 a 1925 y consistió en reparar y reforzar el agrietado tambor de la cúpula e injertar perfiles de acero en 14 arcos.

La segunda, efectuada en la cimentación de 1942 a 1946, radicó en reforzar las contratrabes de mampostería con concreto armado. Y la tercera, de 1972 a 1984, consistió en la recimentación con pilotes de control.

''La catedral está en una situación de mayor seguridad que la que tuvo en años anteriores. No está en peligro, ha recuperado su condición geométrica, pero habrá que estarla vigilando de manera cotidiana y por siempre", concluye Xavier Cortés Rocha.