Ť Los protestantes intentaban bloquear el paso al colegio a alumnas católicas
Dispersan policías a unionistas en el Ulster; 16 heridos
Belfast, 3 de septiembre. La policía norirlandesa utilizó hoy bastones y armas de fuego para dispersar a decenas de protestantes que intentaron impedir que un grupo de niñas católicas llegara a su colegio a través de la calle de Ardoynem, habitada principalmente por unionistas, en el norte de esta capital. El saldo de los enfrentamientos fue de al menos 15 policías y una madre de familia heridos.
Un medio de comunicación norirlandés, que no fue identificado por las agencias de prensa, indicó que una persona llamó a su redacción a nombre del grupo paramilitar protestante Defensores de la mano roja para advertir a los padres católicos que mantuvieran alejadas a sus hijas de la escuela Holy Cross, en el barrio de Glenbryn, y también amenazó con represalias contra la policía si alguno de los manifestantes unionistas resultaba herido. "Los defensores de la mano roja" perpetraron ataques sectarios en las últimas semanas con saldo de dos muertos.
Las alumnas católicas de la escuela Holy Cross deben pasar por una calle protestante para ir a clases, por lo que fueron protegidas por unos 200 efectivos de la policía norirlandesa, la Royal Ulster Constabulary, vestidos con uniformes antimotines y escudos.
En algunos momentos las fuerzas de seguridad recurrieron a sus bastones para separar a los protestantes de los padres de familia que acompañaban a sus hijas, de entre cinco y 11 años de edad. Los uniformados también recurrieron a sus armas, pero nadie resultó herido con éstas.
Los protestantes abuchearon y gritaron groserías a las menores, muchas de las cuales asistían por primera vez a clases, y una vez que éstas ingresaron al inmueble comenzaron a lanzar toda clase de proyectiles contra los uniformados, los padres y el edificio, informó la BBC. Una madre fue alcanzada en la cabeza por una botella.
El canal de televisión Sky News difundió imágenes en las que se ve a las niñas aterrorizadas y llorando, y a sus padres tapándoles los oídos y protegiéndolas mientras los unionistas las insultaban.
Al finalizar las clases, los padres llevaron a sus niñas de regreso a casa por una ruta diferente, mientras la policía construyó un muro protector en un sector de la calle Ardoynem.
El director de la escuela, el religioso Aydan Troy, pidió a los padres católicos que este martes utilicen la entrada trasera, pero muchos padres rechazaron esa opción.
El legislador unionista en el Parlamento regional Billy Hutchinson, acusó a la policía de utilizar la violencia en forma excesiva, a lo que el subjefe de la policía de Belfast, Alan McQuillan, respondió criticando el hecho de que los protestantes dirijan su ataques contra menores.
Los organizadores de la protesta afirmaron que el bloqueo estaba destinado a los padres de familia alegando que algunos de ellos son miembros del Ejército Republicano Irlandés (ERI), y los más radicales exigieron al gobierno británico construir una escuela para católicos en su propia área.
Este incidente ocurrió tras un enfrentamiento entre la policía y unos 150 jóvenes la noche del domingo en el norte de Belfast, donde limitan barrios católicos y protestantes. Los uniformados fueron atacados con piedras, aunque no se precisó si fueron jóvenes republicanos o unionistas.