LUNES Ť 3 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Desapareció en 99 junto con una puerta de bronce

Ubican en Guadalajara obra robada del panteón del Tepeyac

Ť Está valuada en 2 mdp Ť Pertenece al mausoleo del marqués de Berrio Ť Piden descendientes apoyo a la PGR

BERTHA TERESA RAMIREZ

Tras una intensa búsqueda, la familia Moncada, descendiente del marqués de Berrio, localizó en la ciudad de Guadalajara el Angel del silencio. La obra realizada presumiblemente por el escultor italiano Adolfo Ponzanelli en mármol de carrara cristalino, valuada en más de 2 millones de pesos, desapareció en 1999 junto con una puerta de bronce del mausoleo del marqués, ubicado en el cementerio del Tepeyac, ubicado en la delegación Gustavo A. Madero.

el ANGEL del silencioLuego de la localizar la escultura, la profesora María Luisa Moncada solicitó al procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, asegure ambas piezas para que queden en custodia del Ministerio Público y de ser posible sean devueltas a su lugar de origen, pues existe la preocupación de que las obras pudieran ser sacadas del país "por un seudopariente de la familia Moncada, quien obtuvo un permiso de la Dirección de Licencias, Inspecciones y Registros del INAH para poder exportarlo."

La profesora de 64 años de edad, quien asegura ser la heredera universal de la obra y contar con el título de propiedad de la escultura, pidió al procurador ordene al agente del Ministerio Público de la federación titular de la mesa 17 de la fiscalía especializada en delitos cometidos por servidores públicos, decomisar ambas obras que se encontraban en las fosas 13 y 14 del panteón ubicado en la delegación Gustavo A. Madero, las cuales se encuentran relacionadas con la indagatoria número 283/Fesple/2001, toda vez que se trata de bienes de suma importancia para los mexicanos, "pues se trata de monumentos históricos nacionales por encontrase dentro del Panteón del Tepeyac, el cual fue declarado patrimonio nacional.

Indicó que en las investigaciones realizadas por la PGR "consta un permiso expedido por el director de Licencias y Registros, Dionicio Zavaleta López, para exportar la escultura; permiso que se le otorgó a Jaime Garagarza Magallanes, quien argumenta ser pariente de la familia Moncada, y quien sacó las piezas del mausoléo con el supuesto propósito de realizar reparaciones a la escultura, lo cual hasta la fecha no se ha hecho."

Abundó que de acuerdo con las constancias que obran en autos de la indagatoria arriba mencionada, Zavaleta López manifestó hace dos años que el permiso concedido al señor Jaime Guillermo Garagarza Magallanes era sólo para que las esculturas se repararan dentro del país; no obstante, el permiso que le otorgó "señala textualmente la palabra exportación, por lo que existe el temor de que las obras el Angel del silencio y la puerta de bronce sean sacadas del país con fines lucrativos."

La profesora indicó que los bienes se encuentran en la ciudad de Guadalajara, a pesar de que por mencionar otra irregularidad en el caso, el permiso establecía que la reparaciones se harían en la ciudad de México.

 En las investigaciones que constan en la indagatoria destaca el hecho de que un perito de la propia oficina de licencias y registros, Miguel Angel Castañeda, emitió una carta de verificación que establecía que para limpiar la pieza de mármol no era necesario sacarla del mausoléo, "por lo que nosotros preguntamos al señor Zavaleta López por qué otorgó un permiso de exportación a Garagarza Magallanes. Es acaso un robo silencioso o es un contrato entre ellos, en el que también participó la jefa de panteones de la delegación Gustavo A. Madero, Leticia González, quien autorizó la salida del Angel del silencio."

La profesora indicó que en 1999 había llegado a un acuerdo con el Banco de México con la finalidad de que esa institución financiara la insolación de la escultura a las puertas del Panteón del Tepeyac para que pudiera ser admirada por los mexicanos, acción que no perseguía ningún fin de lucro.

Es de mencionar que en marzo del año pasado, el director de Licencias, Inspección y registro del INAH, Dionicio Zavaleta, señaló al ser interrogado por este diario que el legítimo propietario del Angel del Silencio es Guillermo Garagarza, quien además contaba con un permiso de esa institución para restaurar y dar mantenimiento al monumento, el cual fue otorgado originalmente por 30 días, permiso que posteriormente se extendió por otros 30 días.

En aquella ocasión declaró que el mantenimiento de la escultura se realiza bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia, e indicó que la obra no está catalogada como monumento nacional, pero sí la capilla donde se encontraba.

El funcionario agregó que existe una ficha de catálogo desde hace dos años y aseguró que una vez que Guillermo Garagarza termine de darle mantenimiento, se regresará la escultura a su lugar, "pero si pretende trasladarla a otro sitio, tendrá que pedirse la autorización del INAH". No obstante, dijo la maestra Moncada, la pieza no ha sido devuelta.