Ť Propone una integración basada en la democracia, el humanismo y la justicia social
Ofensiva de Cuba contra el ALCA
Ť Convoca a un encuentro hemisférico a celebrarse en La Habana del 13 al 16 de noviembre
Ť Con el acuerdo EU absorberá las economías de América Latina y tendrá un mercado cautivo
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 2 de septiembre. Cuba anunció una ofensiva política para extender en el continente el movimiento social contra el Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA), promover plebiscitos nacionales sobre la participación de cada país en el acuerdo y buscar ''otros modos de integración basados en la democracia, el humanismo, la justicia social y la defensa del medio ambiente''.
El nuevo escalón contra el neoliberalismo en la región arrancará con la realización en La Habana de un Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA, del 13 al 16 de noviembre, convocado por el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), uno de los más poderosos think tank cubanos y un puñado de agrupaciones gremiales de la isla.
La convocatoria, que empezó a circular aquí el fin de semana, coincide con la participación del presidente Fidel Castro en la Conferencia Mundial contra el Racismo, que se realiza en Durban, Sudáfrica, y en la que el mandatario atrae los reflectores con una persistente y ácida crítica a la globalización neoliberal.
La reunión busca fortalecer la reflexión que corre en paralelo al movimiento callejero ''globalifóbico'' de los últimos dos años y volver más precisa y enfocada al continente la discusión iniciada en la ''cumbre anti-Davos'', celebrada por primera vez a principios de este año en Porto Alegre, Brasil. En el llamado al encuentro también aparecen los tonos que identificaron la campaña, a la postre infructuosa, que encabezó Castro en la segunda mitad de los ochenta contra el pago de la deuda externa del Tercer Mundo.
El temario del encuentro en La Habana incluye, además del repaso al amplio abanico de implicaciones del acuerdo integracionista, un par de eslabones destinados a la organización política de la heterogénea corriente ''antiglobalizadora'': la celebración de plebiscitos nacionales para decidir si cada país de la región ingresa o no al ALCA y la coordinación de los movimientos opositores a ese proyecto continental.
''Debemos rebasar el horizonte de la simple constatación del peligro que nos amenaza y avanzar hacia propuestas concretas de integración alternativa'', subraya la convocatoria al encuentro.
Cuba es el único país del hemisferio excluido de antemano de las negociaciones del ALCA, por su carácter de miembro del sistema interamericano suspendido en sus derechos desde los años sesenta. Sin embargo, poco antes de la Tercera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los países americanos, celebrada en Quebec, Canadá, en abril, el bloque de naciones caribeñas planteó sin éxito una propuesta para incorporar a La Habana a las discusiones.
Proyecto para consolidar la dominación estadunidense
Desde el surgimiento de la iniciativa regional, en la década pasada, Cuba reaccionó con virulencia en su contra, pero no desplegó de inmediato acción alguna. En consonancia con el discurso oficial, la convocatoria a la reunión de noviembre define que ''el ALCA es un proyecto estratégico hegemónico de Estados Unidos para consolidar su dominación sobre América Latina y el Caribe''. El proyecto favorece la ampliación de las fronteras económicas estadunidenses para ''asegurarse un gran mercado cautivo, eliminando de la competencia a la Unión Europea y al bloque asiático'', agrega el texto.
''Una tecnocracia que actúa virtualmente en secreto es la que está decidiendo las normas y las reglas que regularían desde la reducción de las barreras arancelarias y las políticas de subsidios, antidumping y medidas compensatorias, hasta temas extremadamente sensibles como las inversiones, servicios, compras del sector público, acceso a mercados, agricultura, derecho de propiedad intelectual, protección de los intereses de las corporaciones y particularmente en las áreas farmacéutica y biotecnológica'', señala la invitación.
El proyecto del ALCA busca eliminar las barreras comerciales en el continente y, según el proyecto más acelerado alentado por Estados Unidos, debía entrar en vigor en el 2005. Los organizadores cubanos se proponen hacer que la reunión demuestre ''que el ALCA significa la absorción total de las economías de América Latina y el Caribe''. La convocatoria dice que el mecanismo ''consagraría indefinidamente y haría peor el subdesarrollo latinoamericano y caribeño y la condición de nuestros países como productores de materias primas y fuente de mano de obra barata''.
''El ALCA, como ya se ha demostrado en la experiencia del TLC entre Estados Unidos, Canadá y México, tampoco beneficiará a los trabajadores de la principal potencia industrial del continente, muchos de los cuales continuarán perdiendo sus empleos