Ť Ofreció concierto en el Salón 21 el viernes 31 de agosto
Me gusta grabar pero amo tocar en vivo, afirma el ex stone Mick Taylor
JUAN TRUJILLO LIMONES ESPECIAL
Mick Taylor ofreció un excelente concierto el viernes pasado en el Salón 21. Horas antes otorgó una entrevista a La Jornada. Vestido de saco, fresco y sencillo, el ex guitarrista de John Mayall y The Rolling Stones habló de su pasado, sus experiencias musicales, sus bandas, su vida diaria y sus planes a futuro.
-Estás haciendo una gira a tus 52 años. ¿Viajar y visitar distintos lugares te hace volver al pasado y reflexionar acerca de tu carrera?
-Me encuentro muy ocupado haciendo y deshaciendo cosas; no tengo mucho tiempo para ponerme a recordar los viejos tiempos.
-Hoy en día, músicos como tú tienen problemas con la industria de la música, ¿sigues motivado?
-Sí, tengo una familia extensa que mantener. Lo que más me gusta básicamente es grabar, pero amo más que nada tocar en vivo. Ahora este concierto en México es la última fecha norteamericana, la número 21, pienso después tocar en Holanda, grabar un disco en septiembre u octubre para ir el próximo año de tour a Europa -puntualiza el músico.
Pasadas las 21:30 horas aparecieron Max Middleton (ex tecladista de Jeff Beck), Michael Baliey (bajo) y Godfrey McLaine. Momentos después Mick Taylor en escena; calibrando su vehículo de expresión: Gibson Les Paul. Con algunos sonidos que hacían vibrar y gemir las gargantas de un Salón 21 con buena entrada, fotógrafos y reporteros nos acercábamos para captar las primeras imágenes. El rock empezó a rodar por la vena cava inferior de Taylor y se trasladó a la mano izquierda del guitarrista, al estremecer las seis cuerdas con dicho artefacto de vidrio llamado Slide e iniciar prendido y fresco el show. El sonido perfecto, Taylor hace una seña para que le suban el volumen a la voz e interpretar la mezcla de un rock-pop electrizante con la cadencia del rhytm & blues; algunos temas de su último álbum A stone`s throw. "Esto que tocaré es de mi álbum de hace tres años", puntualizó el ex Rolling Stone.
-Aparte de tocar, ¿qué otras cosas realizas actualmente?
-Me encanta escribir, jugar tenis, me gusta caminar en el bosque, todo tipo de cosas... pintar, ser padre de familia, ya soy abuelo, tengo una hija de 29 años y otra de cinco, llamada Emma.
La banda hizo acto de presencia: el excelente solo de bajo acompañando la sección rítmica de teclado y batería provocó el alarido de los sumergidos en el efecto jarra del público. Taylor responde con imponentes jalones de primera y segunda cuerda, blues, rock. Su guitarra retumba por cada milímetro del recinto, como si tratara de salir y buscar otros horizontes merecidos.
Los viejos tiempos
-Has recorrido varias escuelas musicales, dentro de ellas, tal vez la más importante: el blues de los negros; ¿Qué tan importante fue para tu desarrollo?
-Básicamente el jazz, el blues y el rock han sido para mí de suma importancia, son mis influencias y me encanta tocar esta música.
Mick Taylor, quien ha sido requerido por figuras del Chigabo blues, introduce con sensibles notas al público para sumergirse en el viaje hacia el Mississippi, con un blues puro y cadencioso, que parece exprimir su guitarra, hacerla gritar, para convertirse con ayuda de la banda en un rock prendido, al accionar aquel pedal wawa que Jimi Hendrix y Eric Clapton innovaran hace tres décadas. Del rock regresa al blues, su principal raíz, al ejecutar You gotta move la audiencia empieza a sentir el blues, las cuerdas de Taylor inducen al oyente al clímax del feeling, el matiz de la banda sirve de base a Taylor. Las chelas, el whisky y el tequila calibran la garganta y el organismo de los presentes.
El bluesman enciende un cigarro, viaja, hace tocar y sumergir a la banda en un ritmo latino, en el que el bajo del músico negro Michael Bailey es fundamental. El semblante de los presentes cambia... como si el espíritu de Carlos Santana estuviese dentro del cuerpo del británico.
Taylor, quien estaba bañado en sudor, trataba al público como títere. Un fanático grita: "¡Ese güey está cabrón!". Taylor nos lleva de nuevo al blues puro con You shook me (de Willie Dixon), simplemente una rola deliciosa; jalones estremecedores, slide manipulado a la perfección y una voz básica e imponente ponen en manifiesto que no toca por tocar, sino que toca como si fuera a ir al baño, tan natural como la música que no hay duda que siente en el órgano cardiaco.
-¿Tienes algunos planes para tocar con los demás Rolling Stones?
-Si ellos me llaman, claro (risas). Pero por el momento tengo algunos compromisos en Bélgica y Holanda, estoy algo ocupado.
Nos detenemos para que firme algunos discos y guitarras. El músico está a punto de zarpar al Salón 21 y probar el sistema de audio, la entrevista continúa mientras Taylor toma un café.
-¿Qué piensas de la banda de Bill Wyman o Eric Clapton?
-El proyecto de Bill Wyman es muy interesante; tiene una gran banda. Clapton es excelente, uno de mis guitarristas preferidos; sigue con buenos discos. Mmm, claro que Jeff Beck también es un guitarrista inglés de excelencia.
-¿Qué piensas de Jimmy Page?
-Estoy esperando a que los Stones hagan algo. De hecho Mick Jagger está trabajando en un álbum en solitario.
El concierto continúa: el ex guitarrista de la formación dinosaurica amenazó: "Ahora algo de The Rolling Stones". La multitud se unió en un solo grito, como si estuviésemos en un club de Londres en los sesenta. La contribución de Taylor a la banda en su mejor época (1969 a 1975) marcó el tema Can´t you hear me knocking, interpretado estilo instrumental por el británico, dicha rola es extraída del disco: Sticky fingers (1971). La mezcla se acentuó en el rhythm & blues, la guitarra deslumbrante, imponente, electrizante... que simplemente hizo que el ambiente se colapsara en un clímax multitudinario. Los estruendos de la guitarra, los gritos de casi mil gargantas, la gente de pie siguiendo una sola línea musical, enamorándose de sonidos producto de las cuerdas de Taylor.
Más tarde Taylor abandonó la escena, pero el público solicitaba su regreso. El guitarrista, quien ha contribuido con leyendas vivas y muertas como Jimi Hendrix, Bob Dylan, Eric Clapton, Jack Bruce, Alvin Lee tocó su última rola originaria de finales de los sesenta: No expectations, donde las cuerdas de la guitarra iban siguiendo los acordes de las cuerdas vocales.
Respecto de su experiencia con Hendrix comenta:
"Es uno de los mejores guitarristas."
-¿Uno de los mejores, o el mejor?
-Bien, en rhythm and blues es el mejor (risas).
-Para muchos tú has sido el mejor guitarrista de The Rolling Stones, tal vez mejor que Keith Richards.
-Keith y yo somos distintos, él es más guitarrista de acompañamiento, pero es bueno; tal vez soy más reconocido en cuanto a técnica, pero he de decir que juntos hacíamos muy buenas cosas. Así también Brian Jones fue buen guitarrista y buen compositor, él cambió el rumbo de los Stones -finaliza el británico.
El concierto finalizó entre gritos, alaridos de un público que esa noche sació su apetito de buena música rock y blues, revivir algunas leyendas y sumergirse en el mundo, mar y universo de la supervivencia humana y cultural... con un elemento fundamental: el blues.