DOMINGO Ť 2 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť El analista de la filosofía presenta Culturas virtuales, redición de un estudio del 88

La democracia trajo una cultura trivial: Subirats

Ť Los medios soslayan Chiapas porque manifiesta una política genocida e irresponsable
 
Ť Ortega y Gaos, panacea en casa pero mediocres en el ámbito internacional, afirma

ADRIANA CORTES KOLOFFON ESPECIAL PARA LA JORNADA

En 1988 Eduardo Subirats, discípulo de Gilles Deleuze y Michel Foucault, presentó La cultura del simulacro (Fondo de Cultura Económica), en el que hacía una crítica a la expansión de los medios por sobre los espacios públicos de intercambio tradicionales. Más de una década después Ediciones Coyoacán redita este trabajo con el título Culturas virtuales. Con motivo de la aparición de esta novedad editorial reproducimos la siguiente entrevista con el autor.

-¿Ha cambiado en esta redición su visión acerca de lo que llamó en 1988 "la cultura del simulacro"?

-Esta redición se encuentra muy transformada. He buscado mayor claridad en la formulación de las ideas que un cambio de éstas. Claro que hay un cambio de contexto. Cuando escribí La cultura del simulacro en Sao Paulo, donde vivía, comenzaba a notarse la explosión mediática. Recuerdo que una de las películas que me impresionaron mucho entonces fue Bye bye Brasil, que planteaba precisamente la repercusión de la recién llegada televisión a nivel masivo y en qué medida transformaba las características de las culturas locales: cómo desaparecían el teatro local y los grupos de circo, porque la gente se quedaba en casa viendo la televisión.

"Otro de los fenómenos contra los que protestaba en el 88 era la experiencia española de transformación de la cultura fascista a una cultura comercial, y la destrucción de las alternativas intelectuales que se forjaron en el contexto de la resistencia contra el franquismo. De manera que la democracia, en lugar de traer una cultura más profunda y articulada, trajo una cultura más trivial, más vendible y superflua.''

-¿Este auge mediático implica un cambio de la noción de espacios públicos y privados?

-El slogan ha sido siempre: con la televisión la casa se convierte en espacio público, porque es el espacio en el cual se presenta la información pública. Con la Internet, la casa, el apartamento, se vuelve el mundo, la plaza, el lugar de comunicación. A la vez la ciudad se convierte más en un espacio muerto, inhóspito o en un lugar negativo: la ciudad, la plaza, la calle es donde uno puede ser asesinado, asaltado, violado. Difícilmente uno piensa ya la plaza como lugar de intercambio y de encuentro humano. Esta es la gran amenaza que ha acompañado el progreso técnico de los medios de comunicación.

-¿Qué piensa acerca de la guerra de Chiapas en relación con los medios?

-Existe toda una serie de conflictos, de territorios, a los que los propios medios de comunicación los llaman de "baja visibilidad", es decir, que no deben ser vistos. Creo que Chiapas es uno de esos territorios. Chiapas ha creado muy pocas imágenes porque éstas ponían en cuestión una política genocida, irresponsable del gobierno mexicano frente a esta situación, donde el racismo es obvio, donde hay una situación de miseria políticamente creada, donde los indios viven bajo un régimen de terror absoluto; así que hay una censura propiciada por los propios medios.

"Nuestro malestar creciente por los medios de comunicación se debe a esta falsificación que permanentemente están creando. Reflejan un mundo falso que en sus propios medios de producción fílmica impone nuestra pasividad, la fragmentación de la realidad, nuestra incomunicación y nuestra incapacidad programada de actuar de manera solidaria y adecuada a los problemas que nos rodean.''

-Se han hecho críticas a la filosofía académica en cuanto a que permanece ajena a los problemas que vivimos, ¿cuál es su papel en este cambio?

-La filosofía académica es una reliquia del siglo XIX, particularmente en las culturas de lengua española, que tanto en la península ibérica como en América Latina no han pasado por la reforma humanística de otras lenguas como el francés, el italiano o el alemán. No han pasado por la reforma científica ni ilustrada, es decir, no ha habido un proceso de revisión crítica de sus fundamentos. Esa es la razón por la cual el XIX es un siglo vacío en el mundo hispánico en general. Lo único que se da como filosofía es la escolástica, más o menos trivializada y más o menos modernizada de manera más o menos fácil, chapucera.

"El siglo XX ha dado valores que dentro de casa se plantean como panacea, llámense Ortega o Gaos. Sin embargo, desde una perspectiva internacional son filósofos muy mediocres. La filosofía es y seguirá siendo en el mundo hispánico un fósil. Tiene reformas pendientes que no ha hecho y es muy difícil pedirle que las haga. Si uno las hace como escritor personal, se obliga con ello a separarse del mundo de la filosofía académica, o de la propia lengua española. Si uno quiere hacer un trabajo teóricamente relevante debe hacerlo en inglés, porque en español el mundo filosófico está tan anquilosado que ni siquiera la aceptaría como una realidad existente.''

-¿Qué respuestas ofrece América Latina en el sentido intelectual?

-He comentado con colegas estadunidenses y europeos que vienen a América Latina y que se encuentran con paisajes extremadamente desesperados y de mucho dolor: paisajes políticos marcados por el caos y por la corrupción, que en el mundo intelectual, a pesar de las dificultades que se tienen, como la falta de dinero para publicar y para pagar a los profesores, lo que hay es una enorme lucidez en las visiones del tiempo presente, de la realidad del mundo y una inmensa dignidad que uno no encuentra en Europa, ni en excesiva abundancia en Estados Unidos.

"Esa dignidad me parece muy importante, porque es la fuerza moral que permite articular un pensamiento, una crítica y una postura consistente. En este momento no se necesita un pensamiento débil, sino fuerte para afrontar las amenazas del mundo contemporáneo.''