Pagar indemnizaciones por la esclavitud, exige Castro a ex países colonizadores
Ť Sufre el pueblo de Palestina "un horrible genocidio", acusó presidente cubano durante el debate
Ť El secretario general de la ONU dio por concluida en Durban la posibilidad de condenar a Israel
AFP, REUTERS, AP, DPA Y PL
Durban, 1o. de septiembre. El presidente cubano,
Fidel Castro, afirmó este sábado que el pueblo palestino
su-fre "un horrible genocidio" y de-mandó a los ex países
colonizadores el pago de indemnizaciones por la esclavitud, al referirse
así a las dos cuestiones más polémicas de la Conferencia
contra el Racismo or-ganizada por la Organización de Naciones Unidas
(ONU) en esta ciudad sudafricana.
Miles de personas -20 mil se-gún los organizadores-
realizaron una manifestación a favor de la creación de un
movimiento internacional antirracista, y a la marcha asistieron personajes
como la premio Nobel de la Paz y lideresa indígena guatemalteca
Rigoberta Menchú, el reverendo estadunidense Jesse Jackson y el
vicepresidente sudafricano Jacob Zuma.
La caminata se realizó en honor del líder sudafricano antiapartheid Govan Mbeki, padre del actual presidente, Tabo Mbeki.
Nuevamente las discusiones de la conferencia se centraron en el tema de Medio Oriente, debido a que los países árabes y organizaciones no gubernamentales (ONG) pretenden que en la declaración fi-nal se emita una condena enérgica por la política "racista" israelí en contra de los palestinos.
Las negociaciones sobre la eventual condena a Tel Aviv por su política contra los palestinos continuaron este sábado, mientras el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, condenó de nuevo a Tel Aviv y dijo que "la ocupación israelí es un nuevo tipo de apartheid avanzado".
En su discurso, Arafat advirtió que "la persistencia de Israel en perpetrar crímenes contra nuestro pueblo sin disuasión alguna no hace más que alentarlo a continuar su ocupación y las actividades de sus colonias, así como sus políticas y crímenes en violación flagrante de las leyes internacionales.
No a bloqueos a la conferencia
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se declaró contrario a que "uno o dos problemas blo-queen toda la conferencia" y dio por concluido el tema de una condena a Israel cuando dijo que "ha muerto la cuestión de que sionismo es igual a racismo", y recordó que la ONU adoptó una posición oficial en 1991 cuando revocó una resolución de condena a Tel Aviv.
Por lo pronto las discusiones del grupo encargado de elaborar un plan de acción contra el racismo difundió un comunicado en el que propone que temas espinosos "co-mo las injusticias pasadas, los pa-lestinos y Medio Oriente y las víctimas de la discriminación" sean analizados por grupos designados para ese fin, para no bloquear otros importantes asuntos.
Las ONG que asisten a la reunión adelantaron que presentarán un proyecto de resolución en el que denuncian a Israel por ser "un Estado racista y fascista donde rei-na el apartheid".
A través de una videoconferencia desde Johannesburgo, el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, quien no asistió a Durban por estar en tratamiento contra un cáncer de próstata, dijo que "el racismo es una enfermedad de la mente y el alma" y reclamó el fin de esa práctica que "deshumaniza a todo aquél que lo toca".
Castro dijo que la conferencia es para aliviar el sufrimiento y las injusticias cometidos por "las conquistas militares, la esclavización y la explotación de los más débiles por los más poderosos" y por eso "nadie tiene derecho a sabotearla".
En referencia tácita a Estados Unidos, el mandatario cubano sentenció en medio de aplausos que "ni mucho menos alguien tiene derecho a poner condiciones, exigir que no se hable siquiera de responsabilidad histórica e indemnización justa o sobre la forma en que decidamos calificar el horrible genocidio que en estos mismos instantes se comete contra el pueblo palestino", por parte de líderes de extrema derecha que "aliados a la superpotencia hegemónica ac-túan en nombre de un pueblo" que fue víctima de persecuciones discriminaciones e injusticia a lo largo de 2 mil años.
Sobre las indemnizaciones, Castro indicó que "lo real es que decenas de africanos fueron vendidos" y enviados al otro lado del Atlántico para trabajar como esclavos.
"La brutal explotación no concluyó con la
independencia de esos países", dijo el gobernante, quien recordó
que los colonos de origen europeo "despojaron a México de millones
de kilómetros cuadrados e incalculables recursos naturales".
Asimismo, aseguró que hay re-cursos necesarios
para "saldar la deuda con la humanidad", y advirtió que el mundo
se encuentra ante una grave crisis social, económica y política
de carácter global".
Castro también participó en una mesa redonda con los jefes de Estado y de gobierno que asisten a la conferencia, en la que trató el tema de los inmigrantes mexicanos "que mueren en el desierto víctimas de traficantes".
Poco después el presidente cubano asistió a la clausura de la reunión de las ONG, donde aseguró que el ex régimen sudafricano del apartheid, con ayuda de Israel, estuvo a punto de emplear armas nucleares contra las fuerzas cubanas y angoleñas: "Estados Unidos sabía que el ejército del apartheid tenía siete armas nucleares y su esperanza era que se usaran contra las fuerzas combatientes".
Fricción y mea culpa
Annan también se refirió al tema de las indemnizaciones, punto de fricción entre las potencias occidentales y africanas, y señaló que esta cuestión "es muy compleja. No creo que éste sea el lugar para solucionarla".
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, reconoció la culpa de su país en la esclavitud y ofreció disculpas ante los delegados de la reunión.
Fischer, máximo representante del Grupo de los Ocho, señaló que "no se puede deshacer la injusticia pasada", pero reconocer la culpa, asumir responsabilidades y comprometerse históricamente puede al menos devolver la dignidad a sus víctimas y a sus descendientes.
El diplomático alemán aseguró que tanto el racismo como la xenofobia han llevado a los seres hu-manos a catástrofes, "pero el peor de todos los crímenes del siglo XX se cometió en mi país: el genocidio de 6 millones de judíos europeos y gitanos".
El tema de las indemnizaciones dividió a los países africanos ya que algunos sólo piden que las potencias colonizadoras ofrezcan disculpas, pero otros, como Togo y Zimbabwe, sostienen que la esclavitud y el colonialismo fueron "tan horribles" que son necesarias reparaciones financieras, e incluso la cancelación de la deuda externa de las naciones de Africa.