DOMINGO Ť 2 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

PRIMER INFORME

Ť Ir de paseo, al cine o conciertos, entre las alternativas

Optan cientos de ciudadanos por ignorar el Informe; ''šes puro rollo!", afirman

ROSA ELVIRA VARGAS

La tarde de ayer cinco adolescentes -tres hombres y dos mujeres- debatían acaloradamente. No lograban ponerse de acuerdo. Ellas y ellos se inclinaban hacia extremos opuestos. De pronto, cuando alguien los interrumpió con una pregunta, literalmente volvieron a la realidad. ''ƑQué? šAh! El Informe. Sí, en la escuela nos encargaron verlo, pero... Oye, Ƒy tú qué película nos recomendarías?''

Esto es, si el Informe de gobierno cayó en sábado pues lástima por el Informe y qué pena por el jefe del Ejecutivo.

Las caras de satisfacción que engullían delicias placeras o que relajadamente se disponían a entrar al cine demostraban palmariamente que nadie dudó un momento entre quedarse en casa, cumplir tan elevado compromiso ciudadano, y aun escolar, o salir a vivir una tarde como la de ayer que, para colmo de tentaciones, fue deliciosamente fresca, despejada y disfrutable.

En algún momento cercano al final de su mensaje, el presidente Vicente Fox originó una ruidosa protesta de los legisladores porque agradeció a los mexicanos de dentro y fuera del país haberle permitido entrar a su casa -a través de la televisión y la radio- para decirles cómo trabaja para resolver problemas y atender necesidades.

Bueno, si esos mismos diputados y senadores hubieran podido, simultáneamente a su obligada presencia en San Lázaro, haber recibido alguna señal -también televisiva- de lo que ocurría en el centro de Coyoacán, habrían encontrado muy justificado el gesto presidencial.

Porque ahí, como en prácticamente toda la ciudad, cada quien hizo este día lo que había planeado con anticipación, como las dos bodas que tuvieron lugar en la iglesia de San Juan Bautista, en el zócalo coyoacanense, con desposados felices, madres que, orgullosas, retocaban el atuendo de la hermosa novia, mientras el servicio de video contratado para la ocasión apenas se distraía un segundo para afinar algunos detalles (dinero) con el atribulado novio.

A pocos metros de ahí, en ese tianguis gigantesco y saturado, un hombre atendía su puesto de playeras de incontables diseños, mientras trataba de concentrarse en seguir el hilo del mensaje presidencial que le traía su aparato receptor en blanco y negro, de 14 pulgadas, instalado en el suelo y conectado quién sabe de dónde. ''šEs puro rollo!'', dijo el hombre sin esperar la pregunta. Y enseguida, con ese cosmopolitismo de que dota estar en Coyoacán, mudó su interés hacia la cámara digital que lo enfocaba y a indagar cuándo y en qué periódico saldría su fotografía.

ƑEl Informe? ƑCuál?, respondió con actitud de recién llegado de Marte un muchacho al que su novia se encargó de inmediato de poner al día, más que nada para que no quedara como un despistado monumental. Y diciendo algo así como que no le importaba nada del Informe, ni de éste ni de ningún Presidente anterior, se retiró a seguir disfrutando la tarde que se hizo para los novios.

Porque parece que de eso se trataba, aunque ningún decreto así lo dispusiera, pues la tarde sabatina era por doquier de besos y arrumacos: en los prados, en las bancas, en los paraderos de autobús, en la entrada de los cines y en los cafés. Muchos novios, besos y abrazos. Abstracción total. Cuerpos buscándose, disfrutándose, sorbiéndose.

Y si los testimonios del zócalo de Coyoacán no fueran suficientes para esos legisladores que recriminaron a Fox Quesada su agradecimiento a la atención recibida en su primer Informe, entonces tendrían que haber dispuesto de imágenes de lo que también en ese momento ocurría en el Estadio Azteca, donde 70 mil chavos y chavas acudían al concierto de NSYNC, un grupo de música pop tan bueno, dicen, como insuficientemente conocido en México.

Según dicen los que saben, estos chavos estadunidenses son mejores que los Backstreet Boys, porque cantan y bailan más, además de que el montaje de su espectáculo es incluso superior a los de Michael Jackson.

Todo lo anterior es mínima prueba de la información enciclopédica de que dispone cualquier seguidor de NSYNC, porque así lo hace todo adolescente: agotar el registro de lo que verdaderamente le importa. En este caso, apenas es relevante que la mitad de los boletos se vendiera y el resto fuera regalado en diversas promociones.

Lo de fondo es que Televisa, que transmitió alternadamente en dos de sus canales la ceremonia del Informe en el Congreso, es también la empresa que trajo al grupo musical este día.

Una espontánea corresponsal en el concierto les preguntó a muchos sobre el Informe. Las respuestas variaron, pero en ninguna asomó el rubor por omitir su seguimiento.

''Dicen que Amnesia es muy buena...'', comentó la que reporteaba a los cinco adolescentes en el Cinemex del WTC, renunciando a preguntar más obviedades. ''Sí, pero es C. No podemos entrar. ƑY ya viste Como perros y gatos?''