SABADO Ť 1Ɔ Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
EN DEFENSA DE LA UNAM
Antonio Velázquez Arellano, genetista premio Reina Sofía de España 2000
El gobierno usa a la universidad según su conveniencia desde 1966
KARINA AVILES
La UNAM es semillero, pero de los cuadros directivos del país en todos los campos, sostiene el científico Antonio Velázquez Arellano, al hacer una defensa de la institución frente a las recientes agresiones.
Velázquez Arellano, quien ha dedicado gran parte de su trabajo científico al estudio de los defectos de los genes y de los nutrimentos que trastornan el metabolismo infantil y producen daños orgánicos con discapacidades, como el retraso mental, investigación cuyas aportaciones le han valido merecimientos como el Premio Reina Sofía de España 2000, expresa que la universidad es nacional y como tal es un reflejo de México:
"Dentro de ella, hay todo lo bueno y lo malo de este país, todo lo importante y todo lo complicado. Aquí se han dado -en la escala universitaria- todos los avances y todos los retrocesos en el país, los éxitos y los fracasos de la nación. La problemática de la universidad es la de México".
En la Unidad de Genética de la Nutrición del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, de la cual es coordinador, Velázquez Arellano manifiesta en entrevista que "el gobierno mexicano usa a la universidad según sus propias conveniencias desde 1966".
"Naturalmente gana el presidente"
No se puede entender el presente si no se acude al pasado, enfatiza. Ya desde 1964, "el gobierno mexicano había empezado a tener fricciones que no existían antes con las universidades, y en particular con la UNAM". Es el año en el que estalla el movimiento médico, justo cuando Gustavo Díaz Ordaz asume la Presidencia de la República.
Época en la que se guarda un estado de tensión entre el gobierno y la universidad que "finalmente lleva a la caída, de una forma ignominiosa, brutal, con una intervención criminal irresponsable del gobierno en la UNAM para tumbar como rector a Ignacio Chávez (lo cual ocurre en 1966). Se trata de algo que es directamente un conflicto entre el presidente de la República y el rector; naturalmente gana el presidente".
El gobierno de Díaz Ordaz "es el primero que se mete, y con esto hace boquetes, por así decirlo, en las murallas de la universidad y por ahí se cuelan todos, izquierdistas, derechas, buenos, malos, idealistas, delincuentes". No obstante, la UNAM tiene una fortaleza enorme y a pesar de todo se mantiene, apunta.
Actualmente, "los ataques se ven con claridad, ahí están". Sin embargo, expresa que no puede decir a qué obedecen porque "las intenciones uno las adivina... Los ataques no pueden darse sin atacantes, pero estos últimos tratan en lo posible de permanecer en la bruma, en la oscuridad; entonces, cuesta más trabajo identificarlos, y de sus intenciones no puede uno más que adivinar, conjeturar".
Añade: "Uno oye chismes, que si hay un pleito entre un equis funcionario de la universidad y un equis funcionario del gobierno. Basado en la historia que uno contempla, más lo que está escrito en los libros de historia, uno sabe que los seres humanos en general, y los mexicanos no podemos ser la excepción, a veces somos tan pequeños y tan miopes que si tenemos un pleito personal con tal de destruir a nuestro enemigo no nos importa destruir a la institución donde está nuestro enemigo...
"Volvemos adonde estábamos. Es decir, el presidente de la República tiene un pleito personal con una persona, con un ciudadano que se llama Ignacio Chávez o que se pudiera llamar Juan Pérez. Y para atacarlo, para hacerle daño, no se le ocurre mejor cosa que ir y dañar a la institución que esta persona preside en ese momento, y al que le hace verdadero daño no es al doctor Chávez sino a la UNAM."
Esperar la respuesta de la historia
Antonio Velázquez Arellano lanza la pregunta y se responde: "Si es que existe gente así en el gobierno, yo quisiera preguntarles a estas gentes que tanto hablan de cambio, Ƒvan a cambiar o van a seguir siendo los mismos?, Ƒvan a seguir resolviendo sus problemas personales a base de no enfrentarse como hombrecitos, en el sentido machista de la palabra? ƑComo hombrecitos o como mujercitas?, Ƒfajados bien las enaguas o los pantalones, resolver sus problemas con la persona? ƑO para atacar a la persona van a seguir atacando a la institución? No me lo van a responder. Desgraciadamente tenemos que esperar a que la historia nos dé la respuesta".
El también coordinador por parte de la UNAM del Centro de Medicina Genómica hace una larga exposición sobre el significado del concepto universidad y expresa que vivimos en un país donde la mayoría de las instituciones que se llaman a sí mismas universitarias y algunas que no se denominan así, pero se consideran como tales, "no pasarían la prueba para ser consideradas como verdaderas universidades si les aplicamos el rasero de las grandes universidades del mundo".
Lo anterior, en razón de que las universidades son organizaciones en las que no sólo se transmite el conocimiento, sino que se crítica y se genera. Las universidades surgieron criticando el dogma que se transmitía en las escuelas que fundamentalmente eran de la Iglesia. Por ello, "no puede haber una universidad en la que no se haga investigación".
Las tres funciones sustantivas de la UNAM, la docencia, la investigación y la difusión de la cultura han jugado un papel trascendente, enfatiza. En la docencia, desde el bachillerato hasta el nivel posdoctoral; en la investigación, generando 50 por ciento de la que se desarrolla en el país y en muchos campos la totalidad, y en la difusión de la cultura, junto con el INBA, básicamente ha llevado el desarrollo cultural de la nación sin desconocer las contribuciones de otras instituciones. "Por muchísimas décadas la gente no sólo viajaba de todos los rincones de la República, sino que era la universidad de Centroamérica y del norte de Sudamérica."
De manera que la UNAM es una de las grandes instituciones del país y las circunstancias la han llevado a desempeñar más funciones de las tradicionalmente asignadas a las instituciones de educación superior en otras partes del mundo, expone.
La máxima casa de estudios fue y sigue siendo "el semillero de los cuadros directivos del país en todos los campos; uno de los motores más importantes de movilidad social y sigue representando un medio extraordinario para que gentes de muy bajos recursos y de bajos niveles de cultura y de educación -ellos y sus familias- salten a la clase media".
Formadora de cuadros directivos
Ť La UNAM aportó 31 por ciento de los funcionarios que forman el gabinete del gobierno federal.
Ť Contribuyó con 62 por ciento de los funcionarios que ocupan las principales carteras en el gobierno de la Ciudad de México.
Ť De los 51 altos funcionarios del gobierno foxista, 16 de ellos (31 por ciento) -secretarios de Estado, comisionados, coordinadores y consejeros- son egresados de alguna de las 68 licenciaturas o de los posgrados de la UNAM.
Ť De los 16 altos cargos en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, 10 de ellos (62 por ciento) -secretarios de gobierno y el procurador de justicia- egresaron de la UNAM.
Ť En el gabinete federal son egresados de la UNAM el secretario de Gobernación, Santiago Creel, licenciado en Derecho; el titular de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, abogado; el secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, egresado de la Facultad de Arquitectura; el comisionado para el Desarrollo Humano, José Sarukhán, quien fue rector de la UNAM de 1988 a 1996 y ha desarrollado prácticamente toda su carrera al interior de la máxima casa de estudios. También el secretario de Salud, Julio Frenk y el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, estudiaron en la universidad.
Ť En el gabinete del gobierno capitalino son egresados de la UNAM -empezando por Andrés Manuel López Obrador, licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública- la secretaria del Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum, la secretaria de Transporte y Vialidad, Jenny Saltiel Cohen. El secretario de Obras y Servicios, César Buenrostro, es ingeniero civil por la UNAM; la secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda, Laura Itzel Castillo, arquitecta.
Fuente: UNAM