MELON
Ť Luis Angel Silva
Taller de sonen Jalapa
POR RAZONES QUE no vienen al caso mencionar, no pude estar en el puerto de Veracruz para presenciar el Festival de Son Montuno. Sin embargo, atendiendo una invitación de mis amigos, Juan Maldonado y Antonio Vázquez Figueroa, estuve en Jalapa dentro del marco de dicho festival para impartir un taller de son cubano donde encontré talento a raudales.
NO CABE DUDA de que la capital del estado de Veracruz se ha distinguido por albergar músicos de mucha calidad en cualquier modalidad, y los soneros no podían quedarse atrás. Con la colaboración del quinteto Hecho en México, y en especial de Jaime Reyes, su director, en tres días quitamos vicios en la ejecución del son cubano y aclaramos dudas en estos jóvenes jalapeños que muy pronto espero destaquen y quiten moños.
ENCONTRAMOS DESDE UN pianista con muchas facultades, un flautista entusiasta y ávido de aprender, un bajista que combina la música con su actividad de ingeniero de sonido, así como percusionistas, un ejecutante de marímbula y, para ponerle el tapón al botellón, tres princesas que cantan de rechupete, todos ellos con sorprendente agilidad mental.
ACOMPAÑADO DE HECHO en México realicé una presentación en Los Lagos, pero la verdad lo que me tiene como castañuela es el resultado del taller. Debo mencionar que estoy sorprendido con la calidad de las niñas. A una de ellas, con un nombre que no me pude aprender por lo raro -opté por bautizarla como Chabela-, la invité a sumarse al coro del quinteto. Su calidad quedó de manifiesto, ¡vaya que la tiene!
TODOS SIN EXCEPCION me dejaron gratísima impresión. Espero que muy pronto este servidor de usted pueda impartir otro taller de mayor duración, ya que se quedaron varias cosas en punto de espera y son de mucha importancia para ejecutar el son con toda propiedad.
RECIBIMOS UN TRATO acorde a la hospitalidad que poseen los jalapeños para con sus visitantes. Fueron cuatro días los que pasamos ahí que valieron un potosí. Regresamos a la ciudad de México encantados y ansiosos por volver. De manera que gracias, Jalapa, y hasta la próxima.
TUVE LA OPORTUNIDAD de ver parte de un programa que transmitió Canal Once, así como leer varios artículos en diferentes diarios respecto a Beny Moré, a quien fue dedicado el Festival de Son Montuno. Mi comentario es: cuántas mentiras se dijeron en nombre de la Voz de oro de Cuba, que así era como lo anunciaban en el Salón Los Angeles antes de regresar a su Cuba bella, donde posteriormente lo bautizaron como el Bárbaro del ritmo.
SU ENKOBIO (SIC), lector amable, tuvo la fortuna de conocerlo y ser testigo de su paso y trayectoria en México. Lo volví a ver en 1959 cuando pasó unos días en nuestro DF, llevándose el primer álbum de Lobo y Melón con su grupo. Eso lo puede confirmar Bermúdez, cantante cubano que radica entre nosotros. Espero relatar anécdotas de este extraordinario sonero en otra entrega, ya que no es justo que se ignore o distorsione la imagen de tan destacado cantor.
PARA TERMINAR, DESDE aquí las gracias y mis respetos a Leticia Perlasca por permitirme participar en el Festival de Son Montuno. Quiero hacer de su conocimiento que no acepté cobrar lo que pretendió enviarme por honorarios su director artístico, al que su odio y animadversión lo ciegan y no le permiten ver que modestia aparte este sonero está más allá del bien y el mal.
SIN PRETENDER MOFARME y mucho menos ofender a la UNAM, institución que amo y respeto, además de ser puma de corazón, puedo decir que por Melón habla su trayectoria. Sabido es que lo difícil no es llegar sino sostenerse, y 52 años en el son lo comprueban.