VIERNES Ť 31 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Sedeso promete mejoría "radical" de acciones
Sin cambio, el presupuesto de $3 al día por pobre establecido en 97
ANGELICA ENCISO L.
El gobierno de Vicente Fox ha mantenido la línea de Ernesto Zedillo en el combate a la pobreza, ya que los programas continúan sin mayores cambios, más que el otorgamiento de becas a estudiantes del nivel bachillerato y con la meta de que el número de familias en extrema pobreza beneficiadas pase de 2.6 millones a 3.2 millones; incluso se mantiene el presupuesto de 3 pesos diarios por pobre que se estableció desde 1997.
La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) destina diariamente 98 centavos a cada uno de los 44 millones de pobres del país, y a través del Instituto Nacional Indigenista (INI) se contabilizan 40 centavos para cada uno de los diez millones de indígenas. Con estos recursos se prevé trabajar sobre las causas de la pobreza.
Para la titular de la Sedeso, Josefina Vázquez Mota, la superación de la pobreza no es un "monopolio" del gobierno federal; debe haber participación y trabajo conjunto. Aseguró que hay varios proyectos en marcha, como la estrategia de microrregiones, y los centros de aprendizaje comunitario, que se comenzaron a abrir en 17 entidades.
Otro punto que destacó fue la depuración del padrón de beneficiarios de la dependencia, el cual ha sido un "enorme trabajo", porque en muchos casos estaban duplicados. "Se han impulsado nuevos programas y se han restructurado otros. Lo que se recibió ni es malo ni tiene por qué dejarse de impulsar. Evidentemente hay parámetros sustancialmente diferentes", señaló ayer en entrevista.
-ƑSe espera continuismo en la política social?
-Llegamos aquí no sólo para mejorar lo que nos encontramos, sino para hacerlo de manera radicalmente distinta.
-ƑDe qué manera?
-Quiero insistir en el tema de la transparencia, de la rendición de cuentas, del fin del paternalismo, de manejar un esquema de corresponsabilidad. Damos fin a las políticas hechas desde el centro sin escuchar las voces de la ciudadanía. Vamos a impulsar el papel y poder de las comunidades.
De las novedades del programa que anunció la Sedeso para este año están las 260 mil becas para nivel bachillerato, las cuales hasta el año pasado sólo se entregaban a estudiantes de secundaria, y también que las acciones comenzaron a llegar a poblaciones hasta de 75 mil habitantes, para dar cobertura a pobres semiurbanos. Además se prevé que las mujeres que participan en el programa cuenten con seguro de vida y esquemas de ahorro.
Desde la década de los 70 comenzaron a establecerse los programas contra la pobreza, y los resultados han sido limitados. Información del INEGI de 1984 reporta que había 11 millones de pobres, el equivalente a 16 por ciento de la población total, mientras que para 1997 la cifra creció casi cinco veces, porque las personas en miseria pasaron a los 51 millones, lo que representa 55 por ciento de los mexicanos, indica un estudio de Verónica Villaresque, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
En 1973 se estableció el Programa de Inversiones para el Desarrollo Rural, y en 1977 se creó la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados, ambos con orientación a la pobreza en el medio rural. En el sexenio salinista se creó el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), que se mantuvo hasta 1997, el cual tuvo como mayor mérito crear infraestructura en las comunidades, indicó.
A diferencia del Pronasol, que destinaba recursos a las comunidades para la creación de infraestructura, el Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) se dirigió a dar apoyo a familias en extrema pobreza a través de alimentos, salud y educación.
Aplicado a partir de 1997, el Progresa empezó por dar apoyos a 404 mil 241 familias beneficiarias; en 1998 se amplió la cobertura a 1.9 millones; en 1999, a 2.2 millones; al término del sexenio pasado se llegó a los 2.6 millones, y para fin de este año se prevé una cobertura de 3.2 millones de familias, con lo que se daría atención a 75 por ciento de la población en extrema pobreza, que ahora la Sedeso ubica en 18 millones -al final del gobierno zedillista eran 26 millones-, lo que implicaría que hay 8 millones menos.
Este programa -que además del presupuesto de Sedeso cuenta con el de las secretarías de Educación Pública y Salud- ejercerá este año 13 mil millones de pesos, con los que se prevé beneficiar a 3.2 millones de familias, lo cual para cada una representa en promedio 450 pesos. Si se toma en cuenta una media de cinco personas por familia, a cada miembro le corresponderían tres pesos al día.
Desde que en 1997 se anunció el programa, el apoyo por persona era en promedio de tres pesos, y la dependencia ubicaba en 26 millones la población en extrema pobreza, la cual en su totalidad nunca ha recibido apoyos. Hasta 2000, a través de Progresa se apoyaba a 14 millones de pobres, de los 26 millones; vía la Comisión Nacional de Zonas Aridas se daba atención a 50 por ciento de los 9 millones de familias que residen en esas regiones, mientras que de los 11 millones de indígenas sólo la mitad recibía apoyos, indica información de la Sedeso.