JUEVES Ť 30 Ť AGOSTO Ť 2001

Nadie quiere a los náufragos

Tropas australianas toman la nave que transportaba a 438 afganos

AGENCIAS

Isla Christmas, 29 de agosto. Tropas especiales de Australia tomaron hoy el carguero noruego Tampa, con 438 refugiados a bordo, después que el capitán contravino las órdenes que le prohibieron entrar en aguas territoriales australianas.

El Tampa rescató en las primeras horas del lunes a migrantes indocumentados, en su mayoría afganos, cuando el ferry en que viajaban ilegalmente de Indonesia a Australia comenzó a hundirse, y una vez a bordo del buque noruego exigieron al capitán que los llevara hacia la isla australiana de Christmas.

Indonesia ofreció en un principio recibir a los migrantes, pero cuando éstos demandaron asilo a Australia, retiró el ofrecimiento. Canberra rechazó recibir a los viajeros al alegar que carece de la infraestructura para ello, y sostuvo que el problema debía ser resuelto por Oslo.

El gobierno noruego, a su vez, denunció ante Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Organización Marítima Internacional la negativa de Australia de permitir que el Tampa atraque en su territorio. Más aún, aseveró que las autoridades australianas están obligadas a recibir a los indocumentados, de acuerdo con la Convención sobre los Refugiados de 1951.

Comienzan huelga de hambre

Cincuenta efectivos del Servicio Especial del Aire (SAS, por sus siglas en inglés) abordaron la embarcación en tres lanchas, dijo el capitán del puerto de la isla Christmas, Don O'Donnell. El primer ministro australiano, John Howard, señaló que los soldados tomaron custodia del barco y no se informó sobre brotes de violencia, a pesar de que decenas de migrantes comenzaron ayer una huelga de hambre e incluso amenazaron con arrojarse al mar.

El capitán de la nave, Arne Rinnan, informó que las condiciones de las personas a bordo se deterioran y muchos se encuentran muy enfermos, otros inconscientes, uno se quebró una pierna y dos mujeres embarazadas sufren de dolores.

Pero médicos australianos afirmaron que son muy pocas las personas que necesitan atención.

Hans Bangsmoen, vocero de Wilhelm Wihelmsen, la compañía naviera propietaria del Tampa, declaró a la radio estatal noruega que médicos militares australianos y suministros médicos llegaron al barco, pero que la situación seguía siendo crítica. Acusó al gobierno de Canberra de "piratería", argumentando que no tiene derecho a tomar control de la nave, pues representa territorio soberano de Noruega.australia_immigrants_87y

Ante esta situación, el canciller noruego, Thorbjoern Jagland, citado por la BBC en su versión digital, afirmó que la prioridad es hacer llegar provisiones de emergencia a los pasajeros que las necesitan y urgió a Australia a apegarse a lo que llamó su obligación internacional.

Según Jagland, la convención de 1951 sobre refugiados de la ONU establece específicamente que aquellos rescatados en alta mar deben ser llevados de inmediato al puerto más cercano. El jefe de la diplomacia noruega aseguró que Oslo continuará insistiendo en que Canberra debe asumir la responsabilidad por los 438 refugiados que proceden de Afganistán, en su mayoría, pero también de Sri Lanka y Pakistán. "Nuestra opinión es que las leyes internacionales están de nuestro lado".

Sin embargo, analistas señalaron que es poco probable que la denuncia logre perturbar al gobierno australiano, que ya ha rechazado críticas previas de la ONU por el trato que da a los refugiados.

Por su parte, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Mary Robinson, dijo a la BBC que el gobierno australiano debería de dar un refugio a los migrantes indocumentados.

Ron Redmond, portavoz de ACNUR, indicó que "es necesario que tengamos acceso a estas personas para examinar cuidadosamente sus reivindicaciones según el procedimiento habitual relativo a los demandantes de asilo, y quienes necesiten protección no deberán ser repatriados a la fuerza a sus países de origen".

En este marco, el gobierno de Nueva Zelanda ofreció el miércoles su ayuda para resolver el conflicto. La primera ministra, Helen Clark, se declaró dispuesta a permitir que el carguero entre bajo escolta en aguas territoriales neocelandesas y que los refugiados sean alojados provisionalmente en un centro de acogida mientras se analizan sus solicitudes de asilo.

El gobierno de Canberra intenta evitar que se siente un precedente para refugiados futuros que secuestren barcos y fuercen a sus capitantes a dirigirse a Australia. Los migrantes pagan miles de dólares a traficantes indonesios para ser transportados a su destino final en el país-continente.

A todo esto, el gobierno talibán de Afganistán pidió al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que intervenga para ayudar a los refugiados, señaló en una carta el ministro de Relaciones Exteriores, Wakil Ahmed Mutawakil. El funcionario le garantizó a Annan "toda la cooperación posible a ese respecto" y se quejó de que las sanciones impuestas a Afganistán por la ONU estén provocando que la gente huya del país, que padece una grave pobreza y se encuentra azotado por la guerra.