JUEVES Ť 30 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Elaboraron en el Instituto de Ingeniería un software para simular movimientos
Medirán investigadores de la UNAM la resistencia de viviendas a los sismos
Ť Se utilizarán prototipos de construcciones similares a las del Infonavit para el experimento Ť El costo del estudio será de unos 4 millones de pesos, dice encargado
KARINA AVILES
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México medirán la respuesta de construcciones destinadas a vivienda ante los sismos. Para ello utilizarán prototipos de viviendas del Infonavit que serán sometidos a movimientos similares a los que tienen por epicentro las costas de Guerrero.
Científicos del Instituto de Ingeniería de la UNAM elaboraron el software para la captura de datos de una mesa vibradora -única en su tipo en Latinoamérica- que permite reproducir movimientos sísmicos para analizar y evaluar el comportamiento de estructuras diversas, como equipos industriales y construcciones de vivienda.
En conferencia de prensa, el director del instituto, Francisco José Sánchez, y el investigador Sergio Manuel Alcocer, jefe del laboratorio de la mesa vibradora, explicaron las características de estudio, cuyo costo es de unos 4 millones de dólares.
La mesa está equipada con ocho gatos hidráulicos, los cuales permiten reproducir movimientos verticales, horizontales y simultáneos.
Uno de los usos más frecuentes de la mesa vibradora es la evaluación de los equipos empleados en las subestaciones eléctricas, que deben observar ciertos requisitos en cuanto a su comportamiento ante los movimientos sísmicos para evitar su ruptura. En esta materia, señaló Alcocer, la máxima casa de estudios ha colaborado con varias empresas para la realización de estos estudios y se encuentra en pláticas con la entidad que se encargará de instalar la red de gas natural en el valle de México para experimentos similares sobre válvulas que cortarán el suministro de ese combustible en caso de temblor.
Explicó que actualmente se desarrolla un proyecto con el Conacyt para medir la respuesta de construcciones destinadas a vivienda. Para ello se utilizarán modelos a escala de edificaciones de uno, tres y cinco pisos, sobre los cuales se colocarán sensores que detectarán los efectos de un sismo simulado sobre los diferentes puntos de la construcción.
Los investigadores no negaron que pueda producirse un sismo de características similares al de 1985, pero consideraron que las fallas que podrían ocurrir serán menores, gracias a que después de ese episodio se tomó mayor conciencia de la peligrosidad de estos fenómenos y en la actualidad, la ciudad de México es de las mejores preparadas en este aspecto en el mundo.