MIERCOLES Ť 29 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Dictamen de las restauradoras Luz Herbert y Magdalena Morales

Recomienda el INAH atender anomalías en el cuidado de bienes de la Catedral Metropolitana

Ť Cables eléctricos sin protección y exceso de luz incandescente, entre las irregularidades

Ť Dos capillas del recinto fueron convertidas en oficina y bodega, respectivamente

ARTURO JIMENEZ

Plásticos ''protectores" que pueden incendiarse por trabajos de soldadura, cables eléctricos sin protección y puestos al exterior, exceso de luz incandescente para iluminar pinturas y esculturas, cirios cerca de retablos y de otros objetos inflamables, además de falta de cuidado con el polvo y una puerta dañada, son algunas de las irregularidades encontradas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la Catedral Metropolitana.

Objeto por más de una década de trabajos de renivelación ante su hundimiento irreversible, la Catedral experimenta desde el año pasado un plan de restauración arquitectónica y artística de sus fachadas, pisos, puertas, ventanas, campanarios, altares, capillas y demás obras de arte, el cual culminará en 2004.

Este proyecto se basó en estudios de la Coordinación General de Obras Especiales del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), pero ahora esta dependencia, a petición de su presidenta, Sara Bermúdez, solicitó un dictamen al INAH y a la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural.

Riesgo de incendios

El objetivo de esta investigación fue contar con un dictamen para determinar las condiciones de los bienes culturales que alberga este espacio religioso, considerado el centro de la vida litúrgica de la diócesis capitalina y la catedral más importante de América Latina.

Ante ello, fueron comisionadas por el INAH las restauradoras Luz de Lourdes Herbert y Magdalena Morales, quienes el pasado día 22 recorrieron la Catedral para observar las condiciones de mantenimiento y salvaguarda de sus bienes.

Según las especialistas, como las columnas todavía son recimentadas se realizan trabajos de soldadura, pero el área circundante es ''protegida" de las chispas con plásticos.

Herbert y Morales observaron, además, cables eléctricos en gran parte del inmueble, aunque algunos de ellos no están protegidos de manera adecuada. También reportaron la falta de protección de las obras de arte contra el polvo.

Otra irregularidad es el uso ''no recomendado" de luz incandescente concentrada en algunas capillas para iluminar pinturas y esculturas en forma parcial. En su informe, las restauradoras advirtieron de los riesgos de gran número de cirios colocados muy cerca de algunos retablos y otros objetos inflamables.

En su lista incluyeron los daños observados en el exterior de la puerta lateral derecha, la cual presenta ''severas" raspaduras causadas por su nula protección. Y agregaron: ''La capilla de Nuestra Señora La Antigua ha perdido su vocación al haber hecho de este recinto una oficina (Cáritas de México). Asimismo, la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe está en calidad de bodega, albergando piezas quemadas. Este recinto no tiene protección ni seguridad; la puerta estaba abierta y el lugar solo."

El año pasado La Jornada informó que esta capilla mostraba avances en su rehabilitación, como la limpieza de los diseños en laminilla de oro, de las columnas de cantera y de pinturas oscurecidas por el incendio de 1967. Esa ocasión, durante un recorrido, el padre Armando Ruiz comentó que la Catedral era un edificio fundamental de la vida religiosa del país.

Necesario, considerar el dictamen

En los actuales trabajos de restauración participan los gobiernos federal y capitalino, así como organismos civiles y la Iglesia católica. Hace dos semanas este diario hizo un recuento de cómo la Catedral Metropolitana ''enfrenta el deterioro de su infraestructura con los recursos de su majestuosidad" mediante espectáculos de teatro evangélico, leyendas, música de órgano y luz y sonido.

En su informe, las restauradoras del INAH plantean la necesidad de que los responsables de la Catedral Metropolitana -la misma Iglesia católica- tomen en cuenta su dictamen a fin de preservar dicho recinto.