Ť El cantante senegalés ofreció un concierto en Washington; en México culminará su gira
La música africana, raíz de muchos estilos del mundo, afirma Baaba Maal
Ť Muchos de sus temas giran en torno al amor, el poder y la responsabilidad, y la crítica a los fracasos y fallas de los líderes de su pueblo, dice Galleh Jallow a La Jornada
JIM CASON CORRESPONSAL
Washington, 27 de agosto. Todo comienza con uno solo hombre tocando el tambor djembé, produciendo notas singulares con un ritmo que cambia lentamente. Entra en escena otro músico con una batería de cinco tambores, entre ellos los llamados djembés y los kpanlogos. Poco después, un hombre alto de amplios hombros y con un pequeño tambor bajo el brazo izquierdo usa una batuta para producir un sonido más alto, más agudo, que casi interrumpe la conversación de los otros músicos. Este es el tama o tambor que habla.
Los tambores djembé callan, pero sólo para comenzar de nuevo y callar al tama. Los músicos se mecen, intercambiando ritmos, y con este diálogo de percusiones comienza el concierto del cantante senegalés Baaba Maal en esta capital.
Frecuentemente los cuentos populares africanos se dicen a ritmo de tambores, y la música de Baaba Maal está impregnada con este ritmo de percusión, mezclando lo africano con lo "occidental". En su grabación más reciente, Missing you, mi yeewnii (Palm, 2001), grabada en su pueblo natal de Podor en Senegal, incluye sonidos de grillos africanos y mujeres moliendo alimento.
Los tambores invitan, poco a poco, a otros instrumentos, y Maal no aparecerá durante 10 minutos mientras se incrementa el diálogo musical en su reciente concierto en el Club 9:30. Siete músicos más entrarían en escena para sumarse a sus tres compañeros con los tambores: guitarrista, bajo, un baterista de rocanrol, un balofon (tipo de marimba africana), una kora (entre un arpa y guitarra) y dos cantantes.
Describe a un continente que enfrenta la extrema pobreza
Baaba Maal sale emitiendo sonidos vocales que son más recitados que cantandos, y enfoca la atención colectiva sobre su figura esbelta, firme y de poca estatura. Sus cantos son el inicio de un cuento popular africano, hablado en fulani, idioma de Senegal, y describe un continente que enfrenta la extrema pobreza, la falta de salud, guerras incansables, y se pregunta dónde están los líderes políticos, tanto en Africa como en todo el mundo, que se atrevan a encarar estos desafíos.
El cantautor, uno de los músicos africanos contemporáneos de mayor perfil mundial, estudió la música tradicional de su región Fouta Toro de Senegal antes de ganarse una beca para estudiar en el Conservatoire des Beaux Arts en Francia. Durante los últimos 15 años ha experimentado con la mezcla de ritmos tradicionales y cuentos populares africanos con la música occidental, convirtiéndose así en uno de los líderes de lo que se denomina afro pop en la música mundial.
Quien ha sido elogiado por el Guardian de Londres como "uno de los cantautores más grandes del continente", empezó una gira de seis semanas por Estados Unidos que incluirá varios conciertos en Nueva York y otra docena de ciudades. "La música de Maal se reafirma en una estallido de tambor rápido y líneas vocales que buscan alcanzar los cielos", escribió un critico del New York Times.
Las primeras grabaciones de Baaba Maal fueron bellas colaboraciones de música acústica con otro gran músico de su país, Mansour Seck. Más recientemente, muchos de sus discos ya ofrecían un sonido más electrónico afro beat, pero a diferencia de otros miembros de esa corriente Maal presenta sus canciones casi exclusivamente en su lengua natal fulani, y en su último disco, Missing you... mi yeewnii retorna a sus tradiciones acústicas.
Un lugar muy elevado
"El ocupa un lugar muy elevado en Senegal", explicó Baba Galleh Jallow, redactor del rotativo The Independent de Gambia que ha seguido el desarrollo de la música del oeste de Africa durante años. "Muy pocos músicos de Senegal cantan en su propio idioma, fulani."
En entrevista con La Jornada, Jallow agregó que la música de Baaba Maal es muy popular por toda esa región africana no sólo porque el fulani es un idioma principal del oeste de Africa, sino también porque su música mantiene buen número de los elementos tradicionales que muchos otros músicos locales reconocidos internacionalmente han abandonado.
El propio Maal ve en la africana una raíz de muchas formas musicales a nivel mundial. "Creo que la música africana debería obtener mayor respeto", comentó al periodista Bob Doran en una entrevista en 1995. "Es el origen de muchos tipos de música", dijo, señalando en particular el desarrollo del jazz, el blues, el reggae y la música rap. "Cuando uno pone una canción de reggae en los pueblos, las mujeres que antes bailaban el yela (danza africana tradicional), bailan igual porque lo sienten lo mismo", comentó a Doran. Además, Maal señala que su propia evolución musical fue influida por James Brown, Otis Redding y luego por los jamaiquinos Bob Marley y Jimmy Cliff.
Al escuchar el concierto en el Club 9:30, Jallow comenta a La Jornada que en parte Maal está resucitando los cuentos populares africanos por medio de la música. Muchas de sus canciones, agregó, giran en torno a los temas del amor, el poder y la responsabilidad, además de cantar a las mujeres bellas y la amistad.
En otras canciones crítica los fracasos de líderes políticos
Otras rolas son explícitamente políticas, frecuentemente criticando los fracasos y fallas de los líderes africanos. Fa Laay Fanaan, grabada en su más reciente disco, es una canción antigua tradicionalmente cantada por pescadores, pero en su versión tiene influencia latina (fue grabada con algunos músicos brasileños) y llama a la unidad de los africanos.
Otra reciente canción habla de la explotación de Africa y concluye: "Ya llegó la hora de que Africa obtenga sus derechos".
En el concierto, la tradición de contar cuentos también se expresa por medio de dos danzantes que ilustran con sus movimientos los versos de las canciones (el propio Maal frecuentemente baila con ellos). Una de las canciones bailadas se trata de una historia de amor y del sida, lo cual llevó a que Maal fuera nombrado embajador especial y vocero sobre sida y Africa por la Organización de Naciones Unidas.
Aunque muchos en el público no entendían el fulani, no había duda de que respondían a la música de Maal. A partir de la tercera canción, todos estaban de pie meciéndose ante los ritmos de estos músicos en parte africanos y en parte mundiales. Los tambores hablaban y todos respondían.
Baaba Maal visitará México en busca de conexiones y sabores comunes. Estará en el Salón 21 el 7 y 8 de septiembre.