Enrique Galván Ochoa

? Su seguro médico
? Las 10 con más quejas
? De indios y prietas

IMAGINESE QUE RECIBE una llamada de emergencia de la oficina de su esposo. Le dio un ataque cardiaco, lo hacían trabajar de más, fumaba como chacuaco y vivía bajo constante presión. (No es momento oportuno de recordarlo, pero también contaron esas escapaditas dizque a cursos de Internet el sábado en la noche). Pésima noticia pero al menos la familia tiene un seguro de gastos médicos mayores, podrán atenderlo en el Hospital Inglés o en el Humana. Sin embargo, cuando llega el ajustador de la compañía de seguros le sale con que su esposo padecía una enfermedad preexistente -cualquier cosa que eso signifique, hipertensión, triglicéridos o colesterol- y la ocultó cuando contrató el seguro. Ahí comienza el estira y afloja. Finalmente, el problema termina en una reclamación en Condusef. Para entonces la familia ya tuvo que vender el coche y empeñar los aretes de perlitas de la abuelita para pagar médico, hospital y tratamiento. Tal vez usted quiera conocer cuáles son las compañías que han recibido el mayor número de quejas este año, por diversas causas, según los registros de Condusef:

Quejas de enero a junio sólo en el DF :
 
 

Quejas en el resto del país:
 

e-Vox Populi

ASUNTO: EL IVA DE LOS LIBROS

Hola Enrique: ¿Cómo está eso del gol de cabeza de Fuentes? Escribiste: ''Se descarta la idea del IVA en libros''. Pero según la primera plana de La Jornada de ayer: ''Asegura Fox que no echó para atrás la iniciativa de gravar los libros con IVA''. Ojalá no le anulen el gol para que no tenga que actualizar el buen escritor su dicho antiguo ''o Echeverría o el fascismo'' por ''o Echeverría o el foxismo''.

Gilberto Durán/México, DF

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R: ¿Recuerdas la fábula del alacrancito y la rana? Quería cruzar el río y le dice: ''Cárgame en tu lomo''. La ranita, precavida, contesta: ''No, porque me vas a picar''. El alacrancito arguye: ''¿Cómo crees? Nos hundiríamos juntos''. La ranita cede y a la mitad del río recibe el temido piquete. ''¿Cómo fuiste capaz de hacerlo? Ahora nos ahogaremos los dos''. Contesta el alacrancito: ''Discúlpame, no pude evitarlo, es parte de mi naturaleza''. Este episodio de los libros tal vez nos da oportunidad de acercarnos a la naturaleza de don Vicente: no puede evitar decir hoy una cosa y mañana otra. Eso no tiene nada que ver con el hecho de que pudo hacer lo que muchos intentaron y fracasaron: reunió 16 millones de votos y sacó al PRI de Palacio Nacional.

ASUNTO: PIGMENTOCRACIA

La semana anterior publiqué un emilio de un estudiante mexicano (Alberto. [email protected]) que está haciendo su segunda maestría en Melbourne, Australia. Ahora recibo un comentario a su mensaje: ''En referencia a tu e-mail sobre el tema de discriminación racial, únicamente te quiero recordar que México no es una pigmentocracia como Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia y muchos otros países, pese a que desde el gobierno de Miguel de la Madrid se empezó a hablar de 'indígenas' como si fueran diferentes a otros mexicanos, cuando antes, unos más marginados que otros, unos más prietos que otros, todos éramos mexicanos. Es cierto que aquí, como en el resto del mundo, se discrimina a las mujeres, a los homosexuales, a los pobres, a los minusválidos, etc., pero no es motivo de discriminación el tono de la piel. Si el que ahora le dicen 'indígena' se educa o se hace rico o las dos cosas, ¿quién se fija en el color de su piel? Aquí siempre ha sido común hablar de la prieta linda, de 'mi prieto', de la negra consentida, del negro (Durazo, por ejemplo, o Silva Herzog), con cariño, en canciones, en los apodos familiares.

María Urquidi, Colegio de México

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R: Querida María: sólo añadiría a tu comentario otros nombres: el Indio Fernández, Toña La Negra, el Negro Sansores, la India María. Controvertido y todo, el Negro Durazo era evocado la semana pasada como el prototipo del jefe de policía que necesita el DF ni más ni menos que por una Güera: Rodríguez Alcaine.