LUNES Ť 27 Ť AGOSTO Ť 2001

ANDANZAS

Una clase impecable

Ť Colombia Moya

COMO CLASE IMPECABLE fue clasificada la clase magistral de ballet que el maestro ruso Azari Plissetsky impartió a miembros de la Compañía Nacional de Danza del INBA en el teatro de la Danza de la Unidad Artística y Cultural de bosque, allá, detrás del Auditorio Nacional, por la feliz invitación del propio director de la compañía, Cuauhtémoc Nájera.

ANTE NUTRIDO PUBLICO, Azari Plissetsky, a quien ya había visto trabajar hace muchos años dando clase y ensayando el montaje de obras de repertorio al Ballet Nacional de Cuba, en La Habana, se desenvolvió maravillosamente ante la excelente respuesta de las bailarinas y los bailarines mexicanos que, una vez más, se acercan a esa corriente excelente que junto con otras produjo la escuela más importante de ballet de América Latina, la escuela cubana de ballet, bajo la estrella Alicia Alonso y el estupendo maestro Fernando Alonso.

Recia personalidad


AZARI, AHORA SIN PELO, pero con la juventud en el cuerpo, el espíritu y esos ojos negros llenos de vida, de partenaire de Alicia Alonso por más de 10 años en el célebre ballet, (mucho aportó y apoyó a la danza cubana), ahora, convertido en una recia personalidad del mundo internacional del ballet, en un maestro y coreógrafo renombrado, aunque por el momento no hemos vuelto a ver ninguna de sus obras aquí en México. Tal vez sea invitado a trabajar algún tiempo con la CND, lo cual sin duda alguna sería altamente beneficioso para los artistas mexicanos, ya que el maestro Azari conoce la mentalidad y los cuerpos latinoamericanos, sus posibilidades y características, y podrá acoplarse a ellos con clases especiales para nuestra idiosincrasia, que fue lo que se trabajó en el ballet cubano con maravillosos resultados.

Experiencia enriquecedora


HERMANO DE UNA de las más grandes bailarinas del mundo, Maya Plissetkaia, estrella del Ballet Bolshoi de Moscú, ha vivido y visto indudablemente muchas cosas enriquecedoras en la vida de las compañías de ballet, lo cual, aunado a su experiencia con el Ballet de Maurice Bejart, en el que imparte clases, así como en el Ballet Nacional de España, el de Sttutgart y una larga lista de compañías de otros países, hace que el maestro Plissetsky sea una joya viviente por sus conocimientos y experiencia. Es también un puente entre el pasado y la nueva época que vive el ballet en la ex Unión Soviética, y sus opiniones son importantes.

EL OPINA QUE es necesario un tronco fuerte y sólido como es la técnica académica del ballet clásico, para que una buena danza pueda florecer.

TAMBIÉN DICE QUE la danza contemporánea es una rama del prodigioso tronco del ballet (cosa que es harto argumentable), pero que sin duda la danza clásica es un inmejorable vehículo técnico para la formación de cualquier bailarina o bailarín que desee tener una sólida formación, aunque posteriormente se dedique a otra técnica, escuela o estilo. También afirma su interés en desarrollar nuevas técnicas de aprendizaje que permitan al bailarín no caer en el dogmatismo técnico y enseñar al bailarín mediante el inconsciente.

OJALA ESTE GRAN maestro y personaje excepcional, clave, se quedara en México por algún tiempo para impartir sus conocimientos, experiencia que sería altamente enriquecedora para la danza mexicana, la cual hoy por hoy, como la bella durmiente del bosque, en medio de talleres y maravillosas compañías en Bellas Artes, parece empezar a abrir un ojo en el amplio camino del aprendizaje en una nueva realidad. Sólo faltan los nuevos maestros y los nuevos planes y programas de estudio.