Ť Pedro Castillo prevé una sociedad multirracial e igualitaria
La latinización de EU depara sorpresas, alerta historiador
Ť Cobran auge el español y las manifestaciones culturales hispanas; los mexicanos encabezan este proceso, indica
ARTURO JIMENEZ
Las fiestas patrias mexicanas, con todo y desfile, en las calles de Nueva York; la Guelaguetza oaxaqueña en Los Angeles; una combi que se detiene en una esquina de Manhattan para que sus ocupantes, bajitos y morenos, la conviertan en minutos en un concurrido puesto de tacos; un concierto masivo de Ricky Martin o, en el mejor de los casos, de Jaguares, en San Antonio.
O también: parte importante de la radio estadunidense transmitiendo salsa, cumbia, merengue, baladas, corridos, mariachi; varios canales de televisión con locutores, cantantes y actores en español; listas de senadores y representantes locales y federales con cada vez más nombres hispanos, y hasta un anglosajón que camina por calles de Chicago y decide que debe aprender el castellano para darse a entender.
Y si se quiere, en negativo: una mayoritaria "minoría" negra del estado de Georgia oponiéndose a que los mexicanos sean incluidos en el Programa de Acción Afirmativa, el cual busca aumentar la participación de ciudadanos de origen africano en escuelas, centros de trabajo y otros espacios, a fin de equilibrarla con la presencia dominante de los anglosajones. "Sólo es para negros, no para mexicanos", argumenta esa minoría.
Estas son sólo algunas imágenes de un gran collage, un fenómeno denominado por el historiador estadunidense Pedro Castillo "la latinización de Estados Unidos". Es un proceso que no por conocido deja de generar nuevas situaciones y hasta sorpresas; una tendencia que se acentuará en las próximas décadas pero que ya vislumbra un futuro no previsto hace apenas unos años.
Aunque para el profesor Castillo, especialista tanto en la historia de la migración en Estados Unidos como en la historia toda de su país, además de la relación México-EU, se trata más bien de un futuro prometedor, positivo:
"Quisiera dar más una perspectiva optimista que una negativa, la cual implicaría más racismo, discriminación, problemas sociales y económicos.''
Y argumenta con un ejemplo: "Ahora puede verse cómo el Partido Demócrata, y hasta el Republicano, asumen que los latinos están en Estados Unidos, que no se irán, que no regresarán a México, a Cuba, a Puerto Rico, a Centroamérica. Ya están ahí y tendrá que haber tolerancia".
Pedro Castillo trabaja en la Universidad de California-Santa Cruz y es autor de libros como México en Los Angeles y, en coautoría, Las nuevas fronteras del siglo XXI, éste editado por La Jornada Ediciones. Castillo visita México para dar varias conferencias. Habla con este diario luego de una charla en la Universidad Iberoamericana.
Mezclas, fusiones, híbridos
Castillo da algunas cifras sobre el mosaico poblacional en Estados Unidos, que cuenta con más de 250 millones de habitantes: mientras la población de origen africano suma unos 33 millones, los latinos o latinoamericanos llegan a los 35 millones.
Pero los latinos, sobre todo los mexicanos, aumentan más rápido su población e influencia en varios estados. Por ejemplo, ahora su influencia política en California es mayor que la de los negros, lo cual genera resentimiento. "Los latinos están estudiando profesiones, desarrollando una clase media y adquirido cada vez más poder político", indica.
De los 35 millones de latinos mencionados, 21 millones son mexicanos y de origen mexicano; 3 o 4 millones son puertorriqueños; mientras cubanos, salvadoreños y dominicanos llegan a un millón cada uno. En menor cantidad se ubican argentinos, colombianos y otros.
Los censos, destaca por otra parte Castillo, muestran ya la mezcla entre los distintos tipos de latinoamericanos y entre éstos con asiáticos, negros y, principalmente, anglosajones. De ahí saldrán nuevas generaciones, multirraciales.
Más de 35 por ciento de los latinoamericanos, dice, tienen 18 o menos años. "Esos niños y jóvenes van a las escuelas públicas y se relacionan con africanos y anglosajones", comenta, y menciona el caso del rap, música negra que los jóvenes latinos también recrean.
"En Los Angeles hay un grupo que se llama Rage Against the Machine (Rabia Contra la Máquina), integrado por dos mexicanos, un negro y un anglosajón. Las letras de su música hablan sobre la problemática de los inmigrantes, de los jóvenes, de los impactos sociales de la globalización. Cantan en inglés pero a veces interpretan letras en español."
Conformar un gran bloque
La comunidad latina en Estados Unidos es diversa, con intereses inmediatos o más generales. Todos coinciden, por ejemplo, en asuntos como el combate a la discriminación, pero surgen fuertes diferencias cuando se habla de la política exterior hacia Cuba, el bloqueo y el régimen de Fidel Castro.
Entre las muchas organizaciones de los latinos en Estados Unidos, Castillo menciona los grupos de abogados, como la Liga para la Defensa de los Mexicano-Americanos, o su similar puertorriqueña. Pero también menciona organizaciones como el Concilio de la Raza, que busca conformar al heterogéneo sector latino como un solo bloque.
Ahí coinciden mexicanos, cubanos, puertorriqueños y de otros orígenes en demandas como mayor educación, salud y vivienda, o en asuntos laborales, migratorios y de otorgamiento de la ciudadanía. Este concilio, señala, "es un grupo social, no gubernamental, que lucha para tener mayor influencia en aspectos políticos, económicos y culturales".
Sin embargo, en asuntos migratorios puertorriqueños y cubanos no tienen problemas, pues unos son ciudadanos estadunidenses porque su país es un "estado libre asociado", mientras los segundos se ven favorecidos por la política de EU hacia Cuba y son legalizados apenas llegan de la isla.
Castillo tiene ya una clara visión de estos complejos procesos. La gran tendencia es, dice, la "latinización de Estados Unidos": una gran presencia de lo latino, incluyendo el español, en la sociedad, la política, la cultura y los medios de comunicación estadunidenses.
Pero precisa: "Al mismo tiempo se observará una mayor americanización de los mexicanos y de los latinoamericanos en general. Son dos zonas: latinización-americanización, en constante juego e intercambio".
Y prevé: "Viene un proceso muy importante en las relaciones entre México y Estados Unidos. Esta comunidad chicana crecerá, se realizará, participará más, pero no se le olvidará México ni sus costumbres".
Como muestra del auge que toma la cultura latinoamericana en Estados Unidos basta mencionar tres anuncios que se dieron ayer en el mundo editorial de ese país.
El primero fue hecho en Nueva York por la editorial Anchor Books. Se trata de la publicación de la nueva obra de la escritora mexicana Laura Esquivel, autora de Como agua para chocolate.
Tan veloz como el deseo, título del libro de próxima aparición, cuenta la historia de un matrimonio entre un telegrafista y una joven de familia rica, que se aman con fogosa pasión durante años hasta que un acontecimiento terrible los separa.
En la narración se reflejan además diversos aspectos de la realidad mexicana del siglo pasado.
Tan veloz como el deseo se pondrá a la venta en Estados Unidos el 18 de septiembre.
La editoral Vintage Books también difundió en Nueva York que un libro póstumo del escritor cubano Reinaldo Arenas, que incluye 14 relatos y un ensayo, todos en traducción inglesa, saldrá a la venta en breve con el título de Mona and Other Tales.
La versión inglesa es de Dolores M. Koch, la especialista en Arenas que ya había traducido la novela El portero y la autobiografía Antes que anochezca.
Monta and Other Tales se pondrá a la venta el 1o. de octubre, según Vintage Books.
En Boulder, la Sociedad de Estudios Españoles e Hispanoamericanos de la Universidad de Colorado dio a conocer la publicación del libro El peregrino en comarca ajena, extenso estudio académico acerca de la literatura cubana en el exilio. El volumen de Carlos Espinosa Domínguez, de 397 páginas, sintetiza las tendencias prevalecientes en la literatura escrita por los exiliados dentro y fuera de los Estados Unidos. CON INFORMACION DE AP