LUNES Ť 27 Ť AGOSTO Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

HACE BIEN EL cardenal Norberto Rivera (a quien le encantaría que un pajarito le leyera su suerte vaticana) en condenar los métodos de adivinación que el vulgo suele utilizar. Guerrilla santa ha declarado, pues, contra videntes (recuérdense aquellos episodios raulsalinistas de La Paca y su calaca), lecturas de café (en todo caso, que se lean columnas, de preferencia astillosas), tarots, falsos orientalismos (tal vez como las galletitas de la suerte) y otras desviaciones similares. Y es que, escribió su excelencia en una publicación genuinamente católica (en un arrebato que este tecleador gitano espera no vaya dirigida contra El Mañanero de Brozo), hay católicos "que no salen de sus casas para ir al trabajo si antes no escuchan en la televisión a su astrólogo preferido".

NO CENSURO, SIN embargo, el jefe de la Iglesia mexicana, otras formas de perversión del entendimiento y de modificación mañosa de la realidad, como suelen ser algunos sistemas de medición de popularidades (presidenciales o no) que funcionan a gusto del cliente. Nada dijo tampoco, por ejemplo, de plebiscitos de utilería como el realizado ayer mismo en Veracruz por el gobernador Miguel Alemán, ávido de ganar aplausos (aunque sean grabados) en su papel de primer actor veracruzano y que se organizó una consulta a modo para decir, por una parte, que así se legitiman algunas de sus decisiones ya tomadas o en curso y, por otra, para hacerse entrega a sí mismo del título de pionero de la encuestación popular, que según sus personales investigaciones le corresponde a él.

TAMPOCO DIJO EL señor cardenal y arzobispo primado de México cómo se le habrá de hacer, en caso de seguir sus benditos consejos, para tratar de entender, o hacer como que se entiende, algo de lo mucho que en México sucede, cargado de ocultismo tragicómico. Y es que, como se ve, por ejemplo, sólo un guionista de malas películas de suspenso podría juntar tantas pifias en un solo caso como el de los presuntos detonadores de petardos en las instalaciones de Banamex. Ya no se hable del carpintero Sergio Galicia Max, a quien sólo le gusta leer el Esto y el Ovaciones, y a quien se acusa de guerrillero por haber tenido en su casa (inexplicablemente considerada "de seguridad" por la policía federal) una docena de balas de carabina 30-30 que de obsoleta herencia le dejó su abuelo.

VEASE EL ASUNTO: fueron detenidas cinco personas como presuntas responsables de haber hecho explotar las palomas del terror en los nuevos dominios del Citibank. Ahora un juez federal los ha declarado inocentes de los cargos relacionados específica e ineludiblemente con tal hecho violento, pero no de las conductas que presuntamente llevarían a cometer aquellas acciones desestimadas. Es decir, el juez tercero de distrito, Leopoldo Cerón Tinajero, consideró que no había pruebas suficientes contra los cuatro únicos acusados de daño en propiedad ajena y de transformación de artificios (al carpintero Galicia Max no se le incluyó en este expediente), y por tanto los declaró libres por tales causas.

EN CAMBIO, EL mismo togado dictó auto de formal prisión contra los cinco (aquí sí, carpintero incluido), como presuntos responsables de terrorismo, delincuencia organizada, posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército y posesión ilegal de cartuchos. Es decir, no son estos cinco detenidos los responsables del escándalo explosivo de Banamex (se habla aquí de las detonaciones de origen químico, no de la venta tramposa del banco), aunque en las diligencias policiacas (a las que la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos considera altamente sospechosas de haberse dado entre abusos y torturas) habrían surgido indicios de actividades guerrilleras. La única posibilidad que queda para entender sensatamente la mencionada lógica judicial es la de que aquellos a quien tan contundentemente señaló mi general Macedo de la Concha como responsables del caso Banamex (el de las detonaciones, se insiste) hayan sido declarados inocentes de daño en propiedad ajena porque fuesen dueños o codueños del citado banco o porque se crea que la tal transformación de artificios sea una asignatura correspondiente a estudios artísticos o literarios de la UNAM.

MAGIAS PARECIDAS SE ven en el delicado caso de las deudas de la familia Fox con el Fobaproa, que en los tiempos de campaña, con el entrecejo fruncido, negaba. Resulta que las deudas se pagaron hace apenas unos cuatro meses en una operación milagrosa en la que Roberto Servitje Achitegui, sobrino del dueño de Bimbo, Lorenzo Servitje, negoció con Cristóbal Fox Quesada, hermano del Presidente de la República, la compra de 80 por ciento de las acciones de Congelados don José, una de las firmas implicadas no sólo en el asunto Fobaproa sino también en la presunta triangulación de dinero de origen oscuro para financiar (mediante transformaciones de artificios hechas por Lino Korrodi) la campaña presidencial. Ahora el negocio familiar (es decir, el de los congelados, no el gubernamental) pasó a ser propiedad de la firma Altex, que provee de harina y dulce a Bimbo. Cristóbal Fox quedó como director de ventas de exportación de Altex, y colorín colorado ningún hermano queda incomodado.

PARA DESGRACIA DE don Norberto, el cardenal, otro caso que amerita recurrencia a videntes y tarot es el del tal Gino Brunetti, el presunto y principalísimo proveedor de cocaína de los hermanos Arellano Félix. Resulta que a tan peligrosísimo sujeto (nótese el académico uso de la jerga policiaca) no lo conocen ni en su casa. Inducido a pensar mal por un lector con quien este periodiquero ha hecho cibernética amistad, se revisaron las listas de fugitivos que la DEA tiene en su página electrónica www.usdoj.gov/dea/fugitives/fuglist.htm y el sitio de la policía colombiana www.policia.gov.com y nada del tal Gino Brunetti.

EN BUSCADORES DE Internet tampoco apareció referencia alguna a tan distinguido narcotraficante. Gino Brunetti es un nombre que comparten un destacado ingeniero en sistemas de Alemania, un jugador o directivo del futbolístico Club Roma y un estudiante de high school en Brooklyn que ganó el primer lugar de su generación. Pero nada relacionado con narcotráfico ni Colombia. šAh!, exclamó el tecleador, gozoso de creerse inteligente, en los diarios de Colombia debe ser noticia muy comentada la detención del principalísimo surtidor de cocaína a Estados Unidos: nada, uno que otro medio reprodujo con desánimo el cable de agencias internacionales que daba cuenta de lo dicho en México.

ASI ES QUE o al tal Brunetti no lo pelan ni la DEA ni los archivos cibernéticos mundiales, ni Colombia, o el detenido de Cancún (al que el procurador Macedo dijo originalmente que habían aprehendido en Cozumel) no se llama así, o aunque se llamara no es más que un personaje de poca monta al que inflaron las ansias gubernamentales de allegarse algún éxito aparente o de hacer como que golpean al cártel de los Arellano Félix.

šAH, CARDENAL RIVERA, qué habremos de hacer sin tarot, café para leer, videntes, astrólogos y falsos orientalismos!

Ť Fax: 55 45 04 73 Ť [email protected]