Ť El ex sargento Brian P. Regan espiaba para Libia, aseguran diarios
Destruyó EU su último silo de misiles nucleares del Start I
AFP, DPA, AP Y PL
Washington, 25 de agosto. Estados Unidos destruyó el último silo de misiles nucleares requerido por el tratado Start I sobre desarme nuclear, que fue firmado conjuntamente con la Unión Soviética durante la guerra fría, informaron medios de comunicación.
El ejército estadunidense utilizó 360 kilogramos de explosivos para pulverizar el silo subterráneo construido hace 36 años en el estado de Dakota del Norte.
Esta demolición fue la número 450 y última exigida por el Start I, firmado en 1991, el cual comprometía que Estados Unidos y la Unión Soviética limitaran sus cabezas nucleares a no más de 6 mil piezas.
El tratado Start II, de 1993, prevé el desmantelamiento de los actuales arsenales antes del 2007 limitándolas a un máximo de 3 mil 500 armas nucleares para cada país.
Por otra parte, Rusia lanzó hoy al espacio un nuevo satélite militar Kosmos desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán, informó la división misilística del ejército sin dar detalles del cometido del dispositivo.
Según la agencia rusa Itar-Tass, el satélite fue lanzado por un cohete Protón. Muchos de los satélites militares de vigilancia rusos son anticuados y por falta de recursos sólo pueden ser renovados lentamente.
Por otra parte, el ex miembro de la fuerza aérea estadunidense Brian P. Regan, acusado el viernes por espionaje, entregó información a Libia, según reportes publicados hoy por los diarios Washington Post y New York Times, que citaron fuentes oficiales.
Hasta el momento no hubo reacciones del FBI, que investigó a Regan desde junio y propició su detención la noche del jueves, cuando se disponía a viajar a Europa. El ex sargento trabajaba en la Oficina Nacional de Reconocimiento, la cual maneja los satélites espías de Estados Unidos.
Según un documento oficial dado a conocer el viernes, agentes del FBI vigilaban a Regan cuando se trasladó a su oficina, por medio de cámaras ocultas, y los agentes federales lo vieron entrar en Intelink, un sistema de computación secreto de los servicios de inteligencia estadunidenses, leyó un documento, tomó apuntes en un cuaderno que luego guardó en un bolsillo.