Ť Develan su estatua en el Callejón de la Lagunilla ''para que camine con los jarochos''
Refrendan en Veracruz a Benny Moré como hijo de México y Cuba
Ť Rinden homenaje al Bárbaro en el sexto Festival Internacional del Son Montuno
Ť En este puerto está parte de la cuna de este ritmo popular en América Latina: Juan Almeida
ANDRES T. MORALES CORRESPONSAL
Veracruz, Ver., 24 de agosto. Al ritmo de los sones afroantillanos, la noche de este viernes fue inmortalizado en Veracruz el sonero mayor de Cuba, Benny Moré, hombre de piel negra que supo cantarle a los pueblos de América y formar escuela para los músicos venideros.
En la sexta edición del Festival Internacional del Son Montuno, autoridades de México y Cuba develaron esta noche su estatua y lo refrendaron como ''hijo de ambas naciones y uno de los hilos conductores de la amistad histórica de los dos pueblos''.
Si Benny Moré viviera, hoy cumpliría 82 años. En conmemoración de su nacimiento, su imagen atrapada en el metal acompañará desde este día a los mexicanos en su caminar cotidiano: los veracruzanos lo saludarán todos los días en el Callejón de la Lagunilla, dijeron.
El evento fue presidido por el vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba, Juan Almeida, y el gobernador Miguel Alemán Velasco, así como autoridades diplomáticas y culturales de ambos país.
El ritmo de la ceremonia, lo pusieron la orquesta Dan Den y el cantante Benny Santos, considerado como uno de los mejores seguidores de Moré, que anticiparon el momento de inmortalizar en Veracruz al legendario artista.
Momentos antes de retirar el velo que cubría la efigie hecha de bronce y de tamaño natural, Benny Santos le cantó al Bárbaro del Ritmo, a guisa de festejo por su natalicio.
''Hoy mi canto no contiene dolor ni desesperanza, no presenta vulgaridades en el amor, hoy dedico mi canto a la madre del hijo idolatrado... que ya no está'', interpretó a todo pulmón.
Moré y Lara, grandes maestros
En su discurso, el comandante Juan Almeida señaló que la música es el lazo histórico que une a México y Cuba. En Veracruz, dijo, también está parte de la cuna del son popular de América Latina, y tiene maestros cuya enseñanza ha trascendido a las nuevas generaciones.
''Al igual que Benny Moré, Veracruz y México tienen a Agustín Lara, compositor al que admiramos y sigue inspirando a través del tiempo'', recordó.
Relató que el sonero mayor fue víctima de una infancia pobre y por el color de su piel careció de la oportunidad de tener estudios académicos; siendo autodidacta, se levantó como unos de los bastiones de los ritmos afroantillanos que hasta la fecha alegran el corazón de América.
''La música cubana recorre hoy el mundo; todos sentimos que uno de los valores eternos de nuestro pueblo es Benny More, de la misma manera que Veracruz tiene a Lara, ambos grandes maestros.''
En su oportunidad, el gobernador Miguel Alemán Velasco agradeció al gobierno isleño la donación de la estatua del artista sonero y destacó que ambos pueblos -Cuba y Veracruz- comparten las raíces musicales y la aspiración a ser naciones más justas.
''En Veracruz sentimos a la música cubana como nuestra, gracias a personajes como Moré, que enseñarán a futuras generaciones.''
El Bárbaro impuso ritmo y moda
La estatua develada esta noche mide 1.80 metros de altura y pesa 400 kilogramos. Fue hecha en bronce por el escultor y ex combatiente de la Revolución cubana Herminio de la Cruz Escalona González, quien también carece de formación académica pero es considerado uno de los principales artistas plásticos de Cuba.
Presente en el homenaje, confesó que sólo intentó atrapar la imagen del legendario sonero en el metal.
''Los que lo conocimos hemos tratado de capturar un poco de su inquietud y su carisma en un trozo de bronce, y ahora al parecer Moré caminará con los jarochos en el Callejón de la Lagunilla.''
Escalona González, quien de niño se crió con la música de Benny Moré, explica que la figura de bronce aparece caminando con bastón y sombrero en mano. La indumentaria es la tradicional de los años cincuentas; el pachuco cubano formó ritmo y musica.
''Usaba pantalones bombachos o de corte de tubo, que fueron el furor en su tiempo; era galán y cantante, nadie bailaba sin antes ver a Moré para imitarlo.''
La estatua -la primera de Moré en el mundo, pues en Cuba sólo existen bustos, fotografías y retablos- fue colocada a escasos 20 centímetros del suelo con la finalidad de que ''caminara junto con los jarochos, con el pueblo que lo adoptó'', refirió el escultor.
Una vez concluida la ceremonia, las notas soneras abrieron paso al homenaje de los soneros Rafael Argumedo, Francisco Andrade, Juan Singüenza, Emilio Martínez, Samuel Ballesteros, Luis Martínez, Juan Araujo, Julio del Razo, Miguel Sotarrivas y Eduardo Lara, efectuado en el teatro La Reforma.
Por la noche y hasta la madrugada, las orquestas Son de la Loma, La Trova Jarocha, Clave de Oro, Quinteto Mocambo, La Mata del Son y Dan Den acompañaron la cadencia de los bailadores en el Callejón de la Lagunilla.