SABADO Ť 25 Ť AGOSTO Ť 2001

Sobrevivir pese a la imagen

Los salinitas, tres niños veracruzanos que trabajan en calles mexiquenses

SILVIA CHAVEZ GONZALEZ CORRESPONSAL

Tlalnepantla, Mex., 24 de agosto. Con doble jornada de trabajo, Rodolfo, Gabriel y Angel, disfrazados con la máscara del ex presidente Carlos Salinas de Gortari y en un solo cuerpo, realizan malabares que hacen reír a los automovilistas del crucero de las avenidas Mario Colín y Gustavo Baz, donde laboran para obtener recursos económicos y contribuir al gasto familiar.

Desde hace cinco años, Rodolfo García Sánchez, Gabriel González Ramírez y Angel Guevara Blancas, quienes se dicen primos, vestidos en un solo cuerpo caracterizan al ex mandatario. Cada periodo vacacional buscan un recurso adicional y ensayan "malabares más difíciles" para aumentar los donativos que los automovilistas les dan y que dicen destinar a la compra de útiles escolares.

Angel Guevara Blancas, de siete años pero que desde hace dos es el responsable de ponerse la máscara del ex presidente, tiene la esperanza de lucir mochila nueva en este ciclo escolar, presumirla entre sus compañeros de la escuela Antonio Cisneros, ubicada en la colonia popular San Martín, en donde cursará el segundo año de primaria. "Es una de mis ilusiones", señaló.

Debajo de sus raídos disfraces hace calor, es el mediodía y apenas llevan 63 pesos. Rodolfo García Sánchez, de 16 años, ingresó a una preparatoria del estado de México y Gabriel González Ramírez, de 11 años, cursará el sexto de primaria. Los tres son huérfanos de padre y llegaron del estado de Veracruz en busca de trabajo y una educación.

Desde hace dos meses redoblaron esfuerzos y día con día trabajaron sus ocho horas para juntar el dinero a fin de comprar su equipo de escuela.

Gabriel González, mayor de dos hermanos y cuya madre vende ropa usada en un mercado de San Juan Ixhuatepec, además quiere zapatos nuevos, pues los que trae ya están rotos: "cómo voy a ir así, no aguantan". Dijo que no es un niño triste, pues al igual que a sus compañeros le divierte trabajar en la calle.

A su vez, Rodolfo García refiere no tener vicios, su madre lava ropa; a los 12 años quedó huérfano de padre, por lo que desde entonces trabaja para aportar dinero a la familia. Es el mayor de cuatro hermanos.

"Al día juntamos 300 pesos, eso si llegamos temprano, pero siempre lo logramos." Presumió orgulloso que los tres son primos y viven en la colonia Tlalpexco, pueblo de San Juan Ixhuatepec.

Cifras oficiales

De acuerdo con cifras del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia del estado de México, en las calles de la entidad trabajan al menos 14 mil 700 menores, entre boleros, limpiaparabrisas, vendechicles y "payasitos" que suben a los camiones cantando o hacen reír a los usuarios, todo a cambio de unas monedas. Se estima que 60 por ciento de ellos se ubica en la zona conurbada con el Distrito Federal, principalmente en los municipios de Tlalnepantla, Naucalpan, Ecatepec y Nezahualcóyotl, lugares hacia donde se desplazan familias de escasos recursos y con sus hijos se integran a trabajar en cruceros, mercados y transporte público.

Aquí en Tlalnepantla los cruceros sobre la avenida Gustavo Baz son puntos de concentración de adultos y niños que venden chicles y flores, entre múltiples productos más. En el crucero Mario Colín y Gustavo Baz ya son conocidos como los salinitas Rodolfo, Gabriel y Angel, quienes cada mañana se paran en su esquina para mofarse del ex presidente y obtener ingresos.

Los tres están felices al iniciar el nuevo periodo escolar y cuentan que en las vacaciones, con lo que han obtenido, pudieron acudir a un balneario, donde les cobraron cinco pesos la entrada.

Angel, el más pequeño de los tres, inquieto interrumpe la entrevista, "es que estamos chambiando". Su preocupación es la mochila nueva que espera lucir al avanzar el ciclo escolar. Aunque piensa que para llenarla, los cuadernos están "recaros" y aún le falta el uniforme.

Rodolfo quiere ser médico y comenta que aun cuando en las calles hay quienes le ofrecen vicios, "yo no le hago a eso". Y así, con la ilusión a cuestas, los tres regresan al crucero. Gabriel trepa y enseguida, en una tercera posición, sube en hombros Angel. Son los salinitas de Mario Colín y Gustavo Baz.